My secret {el final}.

Capítulo 15.

My Secret.

Tara.

Ese mismo día los chicos nos despertaron a las 4am, no habíamos dormido nada y yo realmente estaba cansada, tenía días sin conciliar el sueño totalmente, y ahora no podría dormir bien hasta quién sabe cuándo. Mike y Chaz habían salido mientras Jules revisaba su teléfono desesperadamente, Vanessa y yo no sabíamos absolutamente nada.

Mike y Chaz llegaron después de una hora, eran más o menos las 5:45am. Sacaron de una bolsa una peluca amarilla, demasiado parecida al cabello de Vanessa sólo que era bastante larga a comparación. ¿Qué harían con eso?

—Saben que nuestra suposición fue que Codd pediría mi vida a cambio de la libertad de Gracie, ¿no? —habló Jules. Vanessa y yo asentimos—. Pues no fue así, como ya sabíamos Codd quiere irse a Manhattan a continuar con Zorretti, pero al parecer no quiere irse sólo con Grace. Me ha pedido llevarme a Vanessa hasta el galpón donde se encuentra, eso haré pero no me llevaré a Vanessa y no se la entregaré, habrá un enfrentamiento —suspiró Jules.

—¿Yo? ¿Por qué a mí? —dijo Vanessa.

—Primero que todo, Vanessa. Aquí no hay dudas, no se pregunta, no se cuestiona, sólo se cumple ¿entendiste? —dijo Mike dulcemente, aunque sonó como un regaño.

—Me llevaré a Tara, para eso trajimos la peluca —dijo Jules—. Esperamos que nadie muera, ¿Vale? Mientras Codd trata de asimilar el por qué tú estás de nuestro lado, Mike, Vanessa y Chaz se llevarán a Grace y regresaremos y esperemos que todo esté bien —continuó, su voz se entrecortó.

—Entonces, hay que arreglarnos.

Me puse de pie, tomé la peluca y entré al baño con Vanessa. Ella se notaba nerviosa, demasiado nerviosa, era la primera vez que se encontraba allí, todos estarían nerviosos en ese caso. Recogí mi cabello y me puse la peluca, la aseguré con unos ganchitos negros y me observé en el espejo, el cabello se parecía, pero era demasiado largo. Vanessa buscó unas tijeras y cortó el cabello de la peluca, haciéndole el mismo estilo que el de ella y ahora sí nos parecíamos.

Observé la ropa de Vanessa que era toda colorida y la mía era totalmente negra, Codd sabría que era yo, así que intercambiamos de ropa. Vanessa me maquilló como ella suele maquillarse, podría decir que nos parecíamos, lo único que cambiaba era el color de ojos pero era lo último.

Salimos del baño alrededor de las 7:00am. Los chicos ya estaban listos, pude ver como todos tenían un arma en sus pantalones. Les advertí que la escondieran más. Jules me entregó una a mí, que escondí entre mi braga. Mike le entregó una a Vanessa, pude sentir como era la primera vez que tocaba un arma o la veía siquiera. La escondió entre sus senos que eran lo bastante grandes para que no se notara.

Bajamos todos hasta el estacionamiento. Mi respiración comenzaba a agitarse, yo sabía que Codd no estaría solo en ese lugar pero no quería alarmar, sobre todo porque Vanessa estaba allí.

Me monté junto a Jules en su camioneta y sin vuelta atrás, comenzó a conducir. Jules iba a toda velocidad, como si no hubiese otras personas transitando por allí. Me llegó un mensaje de Mike "Ya vamos saliendo de Winstonk", veinte minutos después que nosotros.

—Jules, tú sabes que Codd no estará solo, ¿Cierto? —lo observé de soslayo.

—Él mismo me lo dijo —apretó la mandíbula.

—Quiero decirte que ambos sabemos que alguien va a morir, porque si hay otras personas allí, habrá enfrentamiento —mis ojos se cristalizaron—. Y sólo quiero decirte que si a una de las chicas le toca morir, yo haré lo posible porque no mueran ellas, sino yo, y espero que no te opongas, no lo he hablado con Mike pero también trata que él no se oponga. Codd es mi hermano, y sé que lo que está haciendo está muy mal, nunca lo había visto de esta forma y creo que la única manera de ayudar es esta —limpié las lágrimas que caían.

—Nadie morirá, Tara. Yo te protegeré —me sonrió.

Diez minutos después llegamos al galpón, que estaba cerrado. Cogí mis lentes de sol y me los puse. Jules y yo bajamos de la camioneta, él trotó hacia la puerta del galpón y comenzó a tocarlo fuertemente. Me detuve detrás de él, como sollozando, inclinando mi frente en sus hombros, él murmuró "Sigue haciéndolo".

La puerta del galpón se abrió y pude sentir como mis tripas se retorcían, los nervios se levantaron hasta mi garganta y luego me dio náuseas pero quise ignorarlo. Jules y yo entramos, a nuestros costados habían dos hombres que quizás me doblaban la estatura, tenían chaleco anti-balas y se veían súper enojados. Escuché como un gemido, casi un grito de alegría, quizás era Grace, subí la mirada sin quitarme los lentes y vi que era ella, y pude notar como se creyó que yo era Vanessa y le sonreí.

Jules apretó mi brazo, miré hacia el otro lado y vi como Codd venía caminando. Oh dios, era Codd, era mi hermano. Estaba fumando, había rapado su cabeza y un tatuaje se asomaba por su brazo. Sus ojos estaban más radiantes que nunca y tenía una sonrisa de asesino en su rostro. Por primera vez, tuve miedo de mi propio hermano. Volví a observar a Grace, la tenía en ropa interior, totalmente sucia, con la boca vendada, sus brazos y sus piernas también. Había muchos hombres en ese lugar, Codd era un maldito perverso, mi hermano era un maldito sádico. Todos esos hombres habían observado a la pobre Grace en esa situación, ¿Cómo podía ser tan vacío? Recordé lo sucia que me sentí cuando Mike me violó, y no podía creer lo mal que se sentía Grace estando así, frente a tantos hombres. La furia creció en mí, iba a matar a Codd, estaba totalmente decidida.

—Oh, Jules Liddel —sonrió Codd, cínicamente—. Qué triste que esta sea la última vez que veas a tu novia y en esas condiciones. Sólo quiero decirte que así estará el resto de su vida.

Esa frase me retorció el estómago y quise golpearlo.

—Oh, y Vanessa también —me sonrió—. ¿Seguro que es Vanessa? —se dirigió a Jules.

—Sí —respondió Jules firmemente.

—Grandulones, tóquenla a ver si es mujer o es uno de ellos disfrazado.