2x07: Te lo buscaste

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-¿Qué pasa si digo que no voy a salir?

Amanda tomó un cuchillo de su cinturón y degolló a sangre fría a uno de los hombres de Jyosef, dejando a los otros 4 impactados y rogando por su vida.

-¡¿Pero qué?! ¡Se arrepentirán de lo que han hecho! ¡Mátenlos a todos!

Jyosef se puso furioso, su cara extremadamente roja de enojo.

-¡Alto!- grité- ¡No se acerquen o todos morirán!

De pronto observo la mano de Fernando y abrí los ojos fuertemente, al ver que tenía una granada, la que tenía a punto de quitarle el seguro.

-No lo hagas- dijo Matías entre dientes-.

-Bueno, van a rendirse y devolverme a mis hombres, o mueren todos lentamente!- decía estas palabras con una voz horrorosa y muy maliciosa.

-¡Hazlo, ahora!-le grité a Fernando-.

Él me miro sorprendido, notó que yo había visto la granada.

Fernando tomó la granada, le quitó el seguro y la lanzó hacia el lugar, pasando por la cabeza de Jyosef, llegando hasta unos metros por dentro del lugar.

-¡¿Pero qué..?!

Mientras Jyosef, se agachaba para no verse desde nuestro lado y prepararse para el impacto, nosotros comenzamos a movernos.

-¡Ahora! ¡Muévanse! ¡Hacia la puerta!

Llegamos hasta la puerta y notamos como por dentro, algunas personas corrían mientras tosían.

-¿Y ahora qué?- preguntó rápidamente Matías

-Ataquemos, es nuestra oportunidad!- dijo Luis-.

Todos estaban comenzando a avanzar, pero fueron interrumpidos por mí.

-No, no mataremos a gente inocente, la gente que se encuentra dentro no merece morir, sólo Jyosef y la gente que nos ha intentado matar-.

-Pero... ¡Es nuestra oportunidad de vengarnos!

-¡No lo haremos dije!, sólo les dejaremos un "regalo", para que no vuelvan a molestar- dije mirando a los rehenes-.

Al mirarme todos comprendieron lo que había que hacer y sin pensarlo dos veces, matamos a los hombres entre sus ruegos y el humo que emanaba desde el colegio.

-Dejen los cuerpos en las puertas, con eso será suficiente.

Arrastramos los cuerpos hasta enfrente de las grandes puertas, que a sus alrededores tenían a caminantes amarrados a los barrotes y que se morían por comer.

-Ya está desapareciendo el humo,- dijo Luis- tenemos que irnos.

Salimos corriendo desde las puertas, pero de pronto un disparo, nos impidió seguir avanzando.

-¡Alto ahí! ¿Creyeron que sería tan fácil deshacerse de mí?, ¡Ahora no tendré ni una sola gota de piedad por ustedes!

Nos dimos la vuelta y notamos como Jyosef junto a tres hombres, todos con armas, nos hicieron un ademán de bajar las armas, y lo hicimos.

-Ahora entren todos por la puerta lentamente, no crean que su muerte será rápida, ¡No!, ¡Los haré sufrir!

Hicimos caso y comenzamos a caminar hacia la puerta.

-Tengo un plan- dijo Amanda entre dientes- sigan la corriente.

Llegamos hasta la puerta, la que se abrió automáticamente, debe tener un mecanismo, comenzamos a entrar y de pronto Amanda cayó al suelo.

-!Ahg!Mi tobillo!!Se quebró!- de verdad parecía que era real, que buena actriz- !Ayuda!

-Que mentirosa que es...- dijo Jyosef negando con la cabeza desde las paredes de vigilancia en donde se encontraba-.

Nos agachamos para hacer como si la estuviéramos revisando

-Hazme un corte- dijo Amanda-.

-¿Pero..?

-¡Ahora!

Tome mi cuchillo y le hice un corte en el tobillo.

-¡Ahg!- esta vez si era de verdad-.

Jyosef junto a sus hombres bajaron a ver el escándalo por el griterío que tenía Amanda.

-¿Qué te pasa, déjame revisar?- dijo un hombre que apareció desde una sala, junto a otro que nos apuntaba con su arma-

El hombre se agachó a revisar la pierna de Amanda, mientras ella se levanta con un grito y toma al hombre y lo coloca por delante de él, lo que impidió que la bala le llegara a ella.

-¡Ahora!- dijo lanzando el cuerpo del hombre frente al otro.

Nos movimos rápidamente y Fernando le quitó el arma al hombre, asesinándolo y apuntando a los demás, mientras corrimos hacia nuestras armas, antes de que Jyosef llegara y nos asesinara.

-¡Alto! ¡Atrapenlos!

-¡Corran!

Llegamos hasta nuestras armas, pero notamos que Amanda no estaba con nosotros.

-¡Me la llevo, toda para mí!.

-¡Salgan de aquí, yo puedo sola!

Nos quedamos perplejos, nos miramos entre nosotros y comprendimos que había que volver.

-¡¿La dejaremos sola?!- dijo enfurecido Matías-.

-Volveremos por ella, si vamos ahora no conseguiremos nada- dije cabizbajo, calmándolo-.

-No nos quedaremos de brazos cruzados, Matías, tenemos que prepararnos más, además Amanda, puede cuidarse sola- dijo Fernando-.

Comenzamos a caminar por el bosque para evitar juntarnos con caminantes y no estar a la vista.

-Estoy seguro de que nos vengaremos, él se lo buscó.

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