-Es él- susurro Catalina- el hombre que vi hace días todo desgastado.
-Pero ahora se ve muy limpio, tú nos estás mintiendo, lo sabía- dijo Fernando con odio-.
-No seas malo con ella, Catalina nos dijo la verdad y ahora ella está con nosotros- la defendió mi madre.
-No, Maggie,- dijo Catalina- él nunca me creerá, ya no me interesa.
Nos interrumpió el hombre corpulento que parecía ser el líder.
-¡Dejen de secretear y entregenme todo! ¡O morirán!
-¡No! ¡No vamos a dejar que un simple maldito venga y nos quite todo!- gritó con bronca mi padre-.
-¡Se están ganando una paliza de la que no se olvidarán!
-Tenemos que ayudar a tu abuela- susurró Amanda que sostenía a Benjamín-.
-¡No! ¡Entiende, retírate!
-¡Te arrepentirás de lo que dijiste!, ah, pero primero me presento,- comenzó a reír como un loco- me llamó Jyosef, y yo ¡No perdono! ¡Apunten!
Un hombre apuntó a Catalina , cerré los ojos, y escuche un disparo.
Miré a Catalina y ví, que estaba bien, mi abuela le dio en la sien al hombre que le iba a disparar.
-¡Pero qué carajo!- dijo furioso Jyosef- ¡Disparen los tanques!
Un estruendo llegó al segundo piso del centro, el que explotó, llenando el lugar de humo.
-¡Ahora!-grité-.
Todos corrimos y nos tiramos al suelo, nos separamos mientras veía como mi abuela bajaba la torre y venía hacia mí.
Nos pusimos a cubierta en las orillas del centro con mi abuela.
-¿Qué vamos a hacer?
-Nos escabullimos y atacáremos por el espacio entre rejas.
-¡Alto!- gritó muy fuerte- Tú, si, tú- me apuntaba- detente y más vale que llames a todos y vengan o asesino a tu novia.
Al llegar, nos vió de la mano, por eso lo supuso, estaba apuntando a Florencia; tenía que volver, ¡Ella está embarazada!
-¡No, alto!, ¡No hagas nada, por favor!- dije rojo de furia y casi llorando de impotencia- Vuelvan todos aquí-.
Todos volvieron al frente y veíamos como Florencia lloraba arrodillada.
-Volveré en unos días y si no me dan nada, no quedará nada de este centro, me despido, pero antes les dejó un regalito- sonrió malvadamente-.
Vi, como tomaba una pistola y la cargaba a escondidas.
-¡Abajo!
Demasiado tarde, vi como disparó hacia mí, venía directo a mi corazón, sentí todo a una velocidad muy lenta, cerré los ojos y esperé la bala.
Luego de unos segundos, siento un grito de desesperación de mi padre y abro los ojos.
-¡¡Noooo!!- caí al suelo y la abracé-.
Mi madre se había abalanzado por delante mío y recibió la bala, justo en el estómago.
-Hijo, esc... escuchame, te amo, quiero que luches por éste grupo y por mí, lo... lo... que estás haciendo es bueno, merecen ser felices, tienes una... larga vida por delante.
Lloraba en su pecho, ni siquiera podía hablar, sólo asentí.
-¡¡Hija!!- gritó mi abuela, ella llegó hasta donde nos encontramos con mi padre llorando y nos acompañó-.
-Haganlo por mí, los... cuidaré des... desde arriba, los... los quiero mucho.
Esas fueron sus últimas palabras.
Todos los demás lloraban en silencio por detrás.
-¡Mierda!
Ví a mi tía que apuntaba hacia afuera, ví a Jyosef yéndose y me dí cuenta de que la primera reja estaba toda rota y con varios caminantes que se acercaban a nosotros.
-¡Juro que lo mataré!
Mi padre tomó a mi mamá y todos corrieron hacia el centro, y yo sentí como se cerraban mis ojos.
-¡Despierta, por favor!
Era una voz conocida, abrí mis ojos lentamente mientras ella me besaba.
-¿Qué me sucedió?- le pregunté
-Te desmayaste, te trajimos hasta aquí y han pasado como dos horas, me tenías preocupada.
-¿Y los muertos?- pregunté
-Los asesinamos fácilmente.
Recordé a mi madre. Comenze a llorar.
-Por favor, no llores, me pones triste a mí, ella ahora te está cuidado desde el cielo- mientras me daba un abrazo y un beso en la mejilla-.
-Tenemos que prepararnos para pelear, lo voy a matar con mis propias manos, voy a verlo retorcerse, hasta morir.
Bajamos al salón, todos estaban ahí y al verme se pusieron felices y fueron a preguntarme las típicas cosas sobre como estaba y cumplidos para subirme el ánimo...
-Escuchen, todos, mañana comenzaremos a viajar, encontraremos a Jyosef y lo destruiremos de la manera más dolorosa,hasta que muera. Los vivos son más peligrosos que los muertos, y ahora o sobrevives o mueres.
Todos asintieron.
-Mañana, las que se queden aquí, van a estar vigilando todo el día, y...
-¿Osea que las mujeres, nos tendremos que quedar aquí?- se quejó Amanda, con el apoyo de Florencia.
-Amanda si quieres, puedes venir, pero todas las demás se quedan.
-Pero...
-¡No, estás embarazada!
Todos se sorprendieron, quedaron perplejos y luego se pusieron automáticamente contentos, nos abrazaban y felicitaban por nuestra valentía.
-Continuando con el tema, los hombres, iremos a buscar provisiones, armas, municiones y a ¡Encontrar a ese maldito!
No, protegeremos lo que es nuestro, y a mi grupo, por mi madre.
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The Walking Dead
FanfictionCuando no queda nada más que sobrevivir o luchar por los que quieres es cuando en realidad se le toma el peso a la vida. Historia de lucha, sufrimiento y a la vez felicidad que demuestra lo que en realidad se puede hacer por mantener a salvo tu vida...