Mes 2
Ya han pasado dos semanas desde que llegamos al centro, todo ha sido muy genial, ya terminamos la torre de guardia para mi abuela y está ocupándola muy bien, ya que tiene gran visión para matar caminantes. Definitivamente es genial asesinándolos.
Mi madre ya hizo un conteo de la comida y nos dimos cuenta de que tenemos muchísimas latas de comida, al igual que el agua y pañales, ya que vivían bebés también ahí.
Mi tía ha estado con Amanda enseñando a utilizar las armas y matando a los muertos que se apoyan en la reja externa.
Catalina sigue pareciendo sospechosa para Fernando, no sé porque hay tanta rivalidad entre ellos, ella me dijo que también le desagradaba Fernando. Incluso hace unos días los detuvo Matías, porque ya estaban sacando sus armas.
Mi padre, Matías y Fernando se han encargado de hacer los hoyos en las tierras para cultivar las semillas que habían en el cuarto de jardinería, Catalina se encargará de cuidar las plantas.
Florencia y yo hemos estado trabajando en mejorar las rejas y supervisando a los demás para aportar en lo que podamos.
El plan de ir hacia la costa Atlántica quedó en pausa, porque si logramos sobrevivir y se acaba este apocalipsis, obviamente no será necesario.
En las noches, ya nos acostumbramos a dormir tranquilos y vigilar sólo hasta las 2 de la madrugada, luego todos duermen.
Hoy, ha sido un día largo, han habido muchos caminantes en las rejas y hemos trabajado duro.
Ya es de noche y nos vamos a dormir con Florencia.
La noté preocupada pero no quise incomodarla.
-Buenas noches amor- dije-.
-Tenemos que hablar- me dijo-.
-¿Qué pasa?
-Te tengo que decir algo- comenzó a llorar-.
-No... Por favor no Florencia, te lo pido, yo te amo, no me dejes, sé que no te he hablado mucho estos días, lo siento, te recompensaré, todo, pero no me dejes...- dije arrodillado llorando-.
-No,...
-Te lo ruego, te quiero mucho, lo siento, no...
-Franco...
-Está bien, te daré un tiempo, pero no me dejes...
-¡Para! ¡No es eso! Yo estoy..., yo... No me ha llegado la menstruación en dos semanas,- me abrazó y apoyó su cabeza en mí- Estoy casi segura, ¿qué vamos a hacer?
No supe que decir, quedé impactado.
-No sé como pudo haber pasado..
-¡La luna de miel! - dijimos los dos-.
-¿Cómo no nos preocupamos por eso?- dije-
-No hay posibilidades de que sobreviva- dijo Florencia- ni siquiera tenemos un doctor... Sólo hay una maldita solución...
-¡No! ¡Por nada abortaremos! Además no tenemos un doctor, pero tenemos una persona que quería ser doctor- dije-.
-¿Quién?
-Pues yo, sé algo sobre medicina, pero buscaremos libros en la biblioteca que estaba a unos kilómetros y me informaré sobre partos, además en estos nueve meses encontraremos las herramientas necesarias.
-Gracias- me dijo entre besos-.
-Seremos una familia feliz- dije feliz- y lo vamos a cuidar como a nosotros mismos, te amo Florencia.
-Yo también te amo-¿Se lo contaremos a los demás?
-No, todavía no, prefiero estar seguros y que el bebé este seguro en tu panza y se lo contaremos, aunque hay una persona en la que si puedo confiar y si se lo contaremos; mi abuela.
-Ella se merece que le contemos, aunque nos regañará, pero ella nos quiere mucho y nos entenderá.
-Ya es hora de dormir, mañana será un nuevo día.
Nos dormimos, al otro día nos levantamos temprano, y nos fuimos a tomar desayuno y luego de que todos desayunaron y se fueron a sus puestos, fuimos a visitar a mi abuela a la torre de guardia.
-¡Hola abuela!- dijimos ambos-.
-Hola mis niños, ¿Cómo están?
-Bien,¿Cómo están los muertos?
-Han habido menos, pero no se ha divisado nada, ni siquiera una persona viva.
-Abuela te tenemos que contar algo- dijo Florencia-.
-¿Estás embarazada?- dijo bromeando-.
Nos miramos incómodos.
Asentimos muy serios.
-Son mentirosos...- se reía-.
No dijimos nada
-¿Es...Verdad?
-Sí.
-Pero mis niños- dijo- ¿Cómo no se cuidaron?
-Sólo fue la primera vez en que no nos cuidamos, ahí ocurrió.
Estuvimos conversando con ella casi toda la mañana con ella sobre todo lo que tendríamos que hacer para el momento del parto.
En la tarde estuve con Florencia trabajando, aunque lo hice todo yo, pues no quiero que se esfuerze mucho.
En un momento del día se escuchó muy a lo lejos, un estruendo.
- ¿Qué fue eso?
-No lo sé, ¡mejor entremos todos!- grité- continuaremos mañana.
Dormimos esa noche sin preocuparnos mucho por el estruendo.
Al otro día nos levantamos y se escuchaban muchos estruendos y vehículos que se acercaban.
De pronto, estábamos todos menos mi abuela que no alcanzó a bajar de la torre, frente a dos tanques y cuatro camiones con muchos hombres apuntando a nuestro centro.
-No le daremos nada ésta vez- dije-.
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The Walking Dead
FanficCuando no queda nada más que sobrevivir o luchar por los que quieres es cuando en realidad se le toma el peso a la vida. Historia de lucha, sufrimiento y a la vez felicidad que demuestra lo que en realidad se puede hacer por mantener a salvo tu vida...