The Walking Dead

2x09: Asqueroso

Narra Amanda

Mes 2, Semana 4

Ya han pasado tres semanas desde que estoy aquí y todo sigue igual a como la primera vez que llegue, sí, y ésta situación sólo tiene una palabra que la define: ¡Asqueroso!

Éstas semanas, lo único que he logrado es tener muchos moretones por intentar defenderme de Jyosef y sus hombres, quienes también me han violado, golpeado y también me siento totalmente sucia por todo lo que me han tocado y violentado.

También he tenido que soportar fríamente; como lo soy yo; los maltratos a las chicas y los llantos de parte de ellas, y aunque me da demasiado asco, no voy a derramar mis lágrimas por algo tan poco valioso como lo es Jyosef y sus súbditos.

La comida es realmente un asco, me dan la comida en un plato muy sucio, sin cubiertos, y sólo me sueltan una mano de las cadenas, para que tome la comida, que puede ir desde un pan duro hasta con suerte restos de carne ya comida.

Hoy ya se aproxima la hora de que Jyosef venga a tocarme a mí, pero no sin antes que sus hombres lo hagan también.

-Mejor relájate preciosura,- me mira de una manera muy depravada- llegó la hora de mi diversión.

-¡Álejate!- le lanzo patadas hacia su cuerpo que no logran llegar a destino-.

-Ven aquí...- me dice una ofensa que casi no logró escuchar, ya que alejo mis pensamientos de este desgraciado lugar para sumergirme en mis propios pensamientos de la esperanza de mi venganza-.

Una vez terminado el acto asqueroso que ha practicado este hombre, llama a otro para que entre a la habitacion a "satisfacerse".

El hombre entra a la habitación, intercambiando puestos con el anterior.

-Ven aquí- nos miramos extrañadas, ya que no se acercaba a nosotros, sólo lo gritaba-.

Luego comenzó a susurrarnos.

-Soy Lorenzo, el nuevo soldado de Jyosef...

-Por favor no nos hagas nada Lorenzo- susurró Sofía-.

-No, no, tranquilas, shh,-hizo bajar la voz a Sofía- soy una buena persona, vengó de parte de Franco a buscar a Amanda, ¿Quién de ustedes es Amanda?

-Yo,- dije- pero como sé yo, ¿Qué no fuiste enviado por Jyosef?

-Tendrás que confiar, conozco su historia, pero por ahora tendrás que confiar plenamente en mí.

Abrió su chaqueta antibalas, y sacó una pistola, la que me ajustó entre mis bolsillos de mi pantalón, para que no se viera.

Luego tuvimos que hacer ruidos para fingir junto a él.

-Pronto te ayudaré a salir, pero por ahora no hagas nada, lo único que sé, es que Jyosef atacará a tu grupo y en ese momento podrás escapar, lo siento pero me tengo que ir ahora, adiós chicas-.

Abrió la puerta y salió.

Luego vino Jyosef a hacer su respectiva visita, que no tuvo nada fuera de "su normalidad".

-¡No puedo creer lo que pasó! ¡Al fin, podremos salir!- comentaban susurrando las chicas- ¡Amanda, por favor, prometenos que nos sacarás de aquí, las cuatro juntas!

-Así será- comente sin prestar mucha atención-.

Pero pronto dejo de hablar y comienzo a pensar, ¡Podré salir!, aunque tampoco puedo confiar plenamente en Lorenzo, puede que Jyosef lo haya mandado, pero no lo creo, Jyosef no es tan estúpido, como para mandar una pistola a mí, ¿o sí?, ah, no sé, pero estoy con muchas ansias de salir pronto de esta pocilga.
Aunque también tengo miedo de lo que ha dicho, atacarán el centro, sólo quiero salir, para poder avisarles a los demás lo que va a pasar, para que se preparen o si no quieren arriesgarse, evacuemos el lugar.

Sólo esperó la pronta llegada de ese día.

Mes 3

Lorenzo ha venido éstos días ha verme, ya que pasa casi todos los días a cuidarme, desde que llegó, según él, éste será el día en que atacarán el centro.

-Hoy es el día, Amanda, Jyosef vendrá a buscarte y me llevará contigo, no sé que sucederá con las chicas, ya que hasta algunos del pueblo van a apoyar en la guerra, sólo por miedo a él- susurró-.

-Muy bien, Lorenzo, procura estar conmigo durante la batalla, para que resulte exitosamente el plan ideado.

-Así es. Las calles están ocupadas por camionetas, autos, muchas armas, e incluso dos tanques, así que esto, definitivamente no saldrá bien para ustedes, si no lo logran combatir al nivel de Jyosef.

-¡Vete Lorenzo! ¡Aquí viene Jyosef!- dijo Camila-.

Lorenzo salió, no sin antes rendir los estúpidos "honores" a Jyosef, luego Jyosef entró a la habitación, junto con Lorenzo nuevamente y otros dos de sus hombres.

-Sueltenlas de las cadenas, tapenles la boca con la cinta y amarrenles las manos con las cuerdas, Ahora!

Todos los hombres hicieron lo que su jefe ordenó, tomando cada uno a todas nosotras.

-Tranquila- susurró muy despacio a mi oído Lorenzo, que me llevaba a mí.

-¡Al tanque!

Nos sacaron de la habitación, la luz del Sol me encandiló, ya que no la veía hace ya un mes.

Nos subieron a los tanques, que estaban acompañados de otros coches y camionetas, con los soldados y algunas personas que residen aquí.

No podíamos hablar por la cinta en nuestras bocas, pero hicimos alboroto para simular nuestro miedo.

-¡Ya calmense! Hoy haremos una pequeña visita al centro de tu grupo Amanda, vas a llorar, viendo morir a todos y cada uno, hasta que no quede nadie, y luego las mataré- soltó Jyosef con su maldad interna que lleva-.

Hicimos más alboroto, hasta que nos acomodamos todos en una esquina del tanque junto a Lorenzo, mientras sentimos que los transportes comenzaron a andar.

-Jyosef tiene tu arma- me susurró-.

Un suspiro salió desde mi ser. Esta es mi arma más preciada, y quien me ha acompañado en las buenas y en las malas desde el comienzo: mis cadenas con bolas de hierro con púas.

Luego de unos 10 minutos, sentimos que bajamos la velocidad y un estruendoso "bam!", junto con una risa de parte de Jyosef fueron soltadas.

Nos tomaron y nos arrodillaron frente al preciado centro en donde tanto nos costó establecernos.

Noté como todos los autos apuntaban el centro, junto con varias personas del bando de Jyosef con sus armas dispuestas a matar todo lo que se encuentre.

El centro estaba reconstruido en su segundo piso, desde el primer ataque de Jyosef, aunque también el ver la torre de guardia destruida totalmente por el misil lanzado desde el tanque me llenó de miedo al recordar quien se encontraba ahí a menudo.

Ambos mandos se miraban, mientras siento como nos apuntan por detrás con pistolas que tocan nuestras cabezas, aunque por suerte la mía, la apunta Lorenzo.

-¡Que agrado volver a verlos!- dijo animado y sarcásticamente Jyosef- ¡Lástima que será la última!

La guerra comenzó.