Eres mio, imbecil.

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Capítulo siete- Jodido imbecil.

-Mackenzie, por favor, no llores- trate de consolarla pero todos ya nos habían visto.

-Es... es que... yo y... yo y el- sollozo tan fuerte que pensé que se convertiría en tarzan.

-Vamos al baño- tome su mano y la arrastre hasta el baño.

Una vez que entramos, puse cerrojo, así nadie entraba.

-Bien, ahora solo respira- le susurre y la abracé.

-Shhh pueden escucharnos.

-¿Eh?- mire extrañada a Mack-¿Quienes?

-Yo no he dicho nada- tenía su mirada fija en el ultimo baño.

Oh...

-Ignoremoslos- tome la cara de Mack entre mis manos-es un imbecil y lo sabemos, no sirve para nada, tan solo olvidalo. Hay chicos mas lindos y buenos.

-Ashton- una risa femenina salio del ultimo baño.

-¡Callate!- oh por dios, es Ashton, reconocería su voz en cualquier lugar.

-Barbara, creo que debemos salir antes de que estos comiencen- asentí sin escuchar la mitad de lo que había dicho.

No me afecta.

El y yo no somos nada.

Es tan solo un imbecil mas del montón, que solo quiere acostarse conmigo.

Pero no. Oh claro que no.

* * *

-¿Vienes a mi casa? mi madre esta insoportable con mi fiesta de cumpleaños.

-Claro- salimos del instituto y caminamos hacía el estacionamiento, buscamos a la mama de Mack con la vista pero aún no había llegado.

-Iré a llamarla, espera aquí.

-Claro- me senté en el suelo y puse mi mochila en mis rodillas.

Vi como una rubia salía del edificio colgada del cuello de Ashton. Pobre cuello.

Se acercaron hasta mi y en la mirada de Ashton se veía cansancio en la de la rubia asco. Asco hacía mi.

-¿Vamos?- estiro su mano en el aire pero yo corrí la vista.

-Oh bebe, pensé que podriamos ir a mi casa... a hacer bueno ya sabes- la rubia ronroneo en su oído.

Les juro que estoy a punto de vomitar.

Son celos.

Oh claro que no lo son celos.

-Pensé que no vendrías al colegio, te he dicho que no vengas- dije tajante.

-Lo siento, es que no podía quedarme sin hacer nada.

Levante mis hombros en señal de que no me importaba.

-¿Vamos?.

-Pero...- la rubia hablo, como si alguien la hubiera llamado.

-Brithany por favor, tengo una cita con Barbara.

Abrí mis ojos como platos, este se piensa que vamos a tener la cita. Es imbecil.

-Brithany- sonreí falsamente- puedes ir a revolcarte con Ashton a tu casa, el baño del instituto donde quieras. No tendrá ninguna cita con Barbara.

La rubia me sonrió y beso a Ashton en los labios, me levante furiosa y caminé hacía cualquier lugar, busque con la mirada a Mack pero había desaparecido, trate de llamarla pero me daba ocupado.

A la mierda.

Caminé hasta mi casa aproximadamente una hora, mis piernas me dolían a morir, debería inscribirme en el gimnasio.

A penas abrí la puerta principal de mi casa, los gritos de mi madre me dieron una cálida bienvenida.

-¡¿Donde estabas?!- tiré la mochila al piso y me senté pesadamente en el sillón.

Ashton y Thomas estaban en el salón, Ashton trataba de buscar mi mirada... y Thomas, Thomas ni siquiera me mira.

-Viniendo.

-¿¡Porque no viniste con Ashton o con tu hermano?!- lleve mis manos a mi cabeza, necesitaría una aspirina despues de esto.

-No me grites- le rogué a mi madre, ella solo me miro con odio y preocupación.

-¿Porque no has venido aunque sea con tu hermano?- esta vez no grito, pero su voz era tajante.

Bien, acabo de perder mi paciencia.

-¿Porque no vine con mi hermano?- me levante del sofá- ¿Porque no vine con mi hermano?- lleve una mano a mi barbilla y fingí pensar- ¿Sera porque esta ocupado follando? oh no, o tal vez sera porque no le intereso. Oh paren- fingí emoción- me quedo con la opción de que esta follando.

Mi hermano se levanto de golpe del sillón y me enfrento, en sus ojos demostraba lo cabreado que estaba.

-Por lo menos a mi alguien me quiere- escupió.

-Solo te usa por el sexo- rodé mis ojos.

Levanto su mano derecha y la descargo en mi mejilla.

Presione la herida y me trague mis lagrimas. Mire a mi hermano con odio y este me miro con asombro, era la primera vez que me levantaba la mano.

Mi madre y Ashton quedaron en un completo silencio.

Subí rapidamente a mi cuarto y las lagrimas no tardaron en llegar.

Alguien golpeó mi puerta.

Seque mis lagrimas con el dorso de mi mano y me levante de la cama, abrí la puerta y mi madre estaba con lagrimas en los ojos.

-Mi pequeña- me abrazo.

Trate de no llorar, pero el dolor que sentía era mas fuerte.

-Lo siento tanto hija.

-Tu no tienes la culpa- sorbí mi nariz.

-Hablare con el, no te preocupes- salio de mi habitación y me dejo en un completo silencio.

-¿Puedo pasar?.

-En esta casa hacen lo que quieren, pasa si quieres- le respondí.

-¿Como estas?.

-Bien- subí y baje mis hombros.

-Fue mi culpa... si no me hubiera quedado con Brithany esto no hubiera pasado.

Me levante de mi cama y asentí, dandole a entender que no quiero de su compañia, abrí la puerta y lo invite a que se retire.

-Barbara- paso sus manos por su largo y despeinado pelo.

-Vete, no necesito tu compasión y menos que me hables de esa zorra.

-¡No te comportes como una idiota!- elevo su tono de voz.

-¿Me acabas de llamar idiota? hablo el imbecil mas grande.

-¡Pudrete!- azoto la puerta de mi habitación.

-¡Pudrete tu!- susurre.