Eres mio, imbecil.

38

Bárbara se despertó, alguien la estaba sacudiendo. Se sentó de golpe y tomó una gran bocanada de aire, comenzó a respirar normalmente y cada respiración que tomaba era el cielo.

Miro a su al rededor y vio a Mike con una sonrisa inmensa en la cara.

-Pensé que estabas muerta.

Bárbara sonrió débilmente y se seco el sudor de la frente, miro a su al rededor y había anochecido. Mike le tendió su mano y la ayudó a levantarse.

-¿Estas bien?- pregunto colocando su mano en la parte baja de su cintura, ayudandola a caminar.

-Si- mintió- Gracias, puedo volver sola.

-No puedes, Bárbara, estuve media hora tratando de despertarte. Eso no es estar bien.

-Sólo ha sido media hora-dijo incómoda.

Mike paro de caminar y se puso delante de ella, con su mano corrió el cabello que tenía en su cara desarreglado y la miro a los ojos.

-¿Acaso no quieres que te ayude?.

-No es eso, si lo quiero- le sonrió- es que no lo se, no me encuentro bien Mike.

-No te preocupes, para eso están los amigos.

A Bárbara le dio mala espina, un escalofrío le recorrió por la espalda, cuando estaban en el instituto ella si sentía cosas por Mike. A ella le gustaba. Pero el ha dicho y ha dejado en claro "amigos". Y ahora, aparece nuevamente en su vida, volviendola a llamar "amiga".

-¡No me importa, estoy bien!, sólo dejame sola.

Mike fruncio su ceño y sé alejo dos pasos, no entendía que le pasaba a Bárbara, tan sólo quería ayudarla.

-¿Bárbara?- una voz detrás de mike llamó su atención, miro sobre su hombro y se encontraba Ashton con un paragua arriba de su cabeza, y fue ahí entonces que Mike y Barbara notaron que llovía. Con la tensión que se habría producido entre ellos dos no notaban nada más que sus miradas.

Y extrañaba la mirada de Mike.

-Bárbara- volvió a repetir Ashton, pero esta vez no era una pregunta.

Se acercó vacilante a ellos y sin importarle nada, pegó sus labios a los de Bárbara, sintiendo esa magia que había olvidado. Era como si su mundo tuviera sentido nuevamente, como si esa chispa que lo encendía, no aparecía, hasta besarla y sentirla consigo.

Bárbara cerro sus ojos y se dejó llevar por el besó, dándole todo el mandó a Ashton, extrañaba esta sensación. Era una mezcla extraña entre placer y temor.

Temor de que se vaya, que la abandone. Pero ella sabía que eso no iba a pasar, ella sabía que sí el la espero todo este tiempo fue por amor y no por deseo. Fue porque de verdad la quería, como ella lo quiere a el.

Enterró su mano en la nuca de Ashton, jalando de su cabello, Ashton llevó su mano a la parte baja de su espalda, presionandola contra ella. En un sensual y necesitado beso.

Ambos se necesitaban a la vez que ambos se complementaban.

Ashton necesita esa luz en su vida y Bárbara... Bueno ella necesita un poco de oscuridad.

Mike se revolvió incómodo, tuvo las ganas de golpear a Ashton por ese arrebató, pero se dio cuenta de que ella no era suya, que no podía hacer nada. La perdio, aunque por dentro supo que nunca la tuvo, Bárbara sólo tenía ojos para Ashton, aunque ella no se dio cuenta hasta ahora.

La forma en la que lo veía, cuando sus labios se curvaban hacia arriba, escondiendo una hermosa sonrisa. Y sus ojos... Cuando sus ojos se iluminaban de esa forma tan espectacular.

Y se fue, lo mejor que podía hacer Mike era irse, olvidarse de ella y dejarla ir, aunque ella revolucione su mundo. Esto no era para el, no hablo de la felicidad, no. Hablo de ella.

Ella no es para el.

Ashton separó lentamente sus labios de los de Bárbara, tan delicado, a la vez que no se quería separar de ella. Ese beso, le dio vuelta la cabeza, lo volvió loco. Necesitaba eso, estar loco por alguien. No es amor si uno esta cuerdo. Es amor cuando las locuras se hacen solas.

Bárbara abrió sus ojos y tomó la mano de Ashton, pensado así, que podía retenerlo, y no se podía separar de su lado.

Porque ambos querían eso.

Estar al lado del otro.