Capitulo ocho- Cambios.
Martes.
De tanto llorar me había quedado dormida, refregué mis ojos y fui al baño, daba pena.Mis ojos estaban rojos, debajo de ellos se encontraban unas horribles ojeras, la mano de mi hermano aun seguía marcada en mi mejilla.
Trague fuerte y me hice una coleta alta, me saque el pijama y me coloque lo primero que encontré.
Baje las escaleras con mi móvil en la mano y me crucé con Thomas, este estaba en la cocina, mirando seriamente su plato de cereal, como si quisiera romperlo con tan solo su cabeza.
-Barbara- cuando mi madre me llamo quise asesinarla, Thomas subió su mirada y choco con la mía.
Abrió la boca para decir algo pero me fui, claro que no voy a perdonarle tan rapido.
-¿Que?- ultimamente mi madre esta actuando raro, ya no va al trabajo temprano, se ofrece en hacer el desayuno, cosa que es muy rara y siempre esta nerviosa.
-Te llevare, vamos.
-¿Porque?- me crucé de brazos en la puerta principal.
-Porque eres mi hija, ahora vamos- trato de mover mi cuerpo pero obtuvo una respuesta negativa, la conozco, se que le pasa algo.
-Dime la verdadera razón.
-Mueve tu trasero al auto. Ahora.
Resople y agarre mi mochila, me subí al auto en la parte trasera, ¿No quiere decirme la verdad? pues me enojo.
* * *
El almuerzo es mi gloria, contemple la hamburguesa que tenia delante de mis ojos y mi boca se hizo agua, esta bien, puede ser que este exagerando un poco, pero tengo hambre.
-No te he visto en todo el día- Mack dejo su almuerzo en la mesa y me miro, al verme sus ojos se abrieron como platos.
-Barbar...
-Fue Thomas.
Asintió con la mirada llena de lastima y me enfurecí, no me gusta que me tengan lastima, eso se lo dejo a los demás.
-Luego me cuentas.
-Gracias- sabía que se moría de ganas de saber que paso, pero es aceptable que me respete.
-¿Vienes a mi casa?, ayer desapareciste, no sabes el susto que me di.
-Lo siento- trate de sonreír- Ashton apareció y...
-Con que Ashton te tiene coladita- alzo una ceja.
-¡No! y no hagas eso, si a mi no me sale tu no lo puedes hacer.
-Vale- río- ¿Vienes?.
-No puedo- resople- ayer tarde una hora en llegar a mi casa, no creo que me dejen salir.
-Esta bien, otro día sera.
Cuando finalizo el almuerzo nos dirigimos a las ultimas clases del día.
-¿Señorita Foster?- alce mi mirada al profesor que me veia con una sonrisa.
-¿Que?.
-Ya han terminado las clases, puede irse.
Levante un poco mas mi vista y recorrí el salón con mi mirada. Mierda.
-Lo siento- murmure y me retire avergonzada.
Estaba tan sumida en mis pensamientos que ni cuenta me he dado que las clases terminaron.
Salí por la puerta principal y alguien jalo de mi brazo.
-Hey... sueltame.
-Soy yo- la voz de Ashton sonó mas dura de lo usual.
-Bien por ti, adiós.
-No no Barbara.
-¿¡Que?!- me voltee hacía el. Gran error, nuestras bocas quedaron a escasos centimetros, trague fuerte y me perdí en sus ojos. Idiota. El solo esta jugando con vos, separate, vamos Barbara.
No puedo.
-Yo...- cerro sus ojos como si estuviera pensando- tengo que llevarte.
Su aliento choco contra el mio, menta y café. Mi boca estaba entre abierta, joder no puedo cerrarla. Me tragare una mosca.
-N-no quiero, me iré sola.
No recibí respuesta alguna, tan solo se le veía embobado. Lo siento, pero conmigo no vas a jugar.
Me separé a duras penas y comencé a caminar hacía mi casa, me tomo del brazo y literal me arrastro hasta su auto.
-Barbara voy a decirte esto, hoy no he asistido al instituto porque tenía que ayudar a tu madre con algo ¿Si?- pauso un momento y murmuro- tan solo cuando lleguemos no reacciones mal.
La intriga corría por mi cuerpo, pero no iba a hablarle a este imbecil que tengo como conductor, le di la espalda y lo oí gruñir.
-¿Cuando vas a hablarme? ¿Acaso te seguiras comportando como idiota?.
-¡Deja de llamarme idiota!.
Rió sarcasticamente y frenó el auto enfrente de mi casa, bueno, en nuestra casa.
-Eres una idiota, ¿Sabes? si fuera Thomas, no lo hubiera dudado en gol...
-Vete al reberendo infierno.
Entre a mi casa sin paciencia, pero... lo que acaban de ver mis ojos... no tengo explicación.
Mi padre.
Mi jodido padre estaba en el salón sosteniendo alegremente unas maletas, oh no... ahora todo tiene sentido... mi madre y el... oh joder, vivire en el mismo techo que tres idiotas.
-¡Barbara!- exclamo con felicidad al verme.
-Michael.
-Oh Bella, porque te comportas así- lo mire extraño, no había sido una pregunta.
-¿Sera porque no te quiero en mi vida?- me crucé de brazos.
Mi madre se revolvió incomoda, busque con la mirada a mi hermano pero no estaba, solo eramos el, Ashton y la traición en persona, lo siento, digo mi madre.
-Hija, no le hables así a tu padre.
-Oh no, el no es mi padre. Un padre no haría lo que hizo el.
-Pero cariño, haz venido a pasar vacaciones conmigo, no diras que no me quieres.
-¡Tu maldito me obligaste a ir! ¿Acaso piensas que fui por mero gusto? ¡Arruinaste unas vacaciones! ¡Mis vacaciones!.
Subí a mi cuarto y cerré, a decir verdad, muy fuerte la puerta. Mi propia madre ha vuelto con ese cerdo.
Mi propia madre me traiciono.
¡Ese cerdo vive bajo el mismo techo que yo!.
-Barbara, abrí.
-¿Que te hace pensar que te voy a abrir justamente a vos?, vete a follar, solo para eso sirves.
-¡No seas estupida!, trato de ayudarte!.
-Me vale verga, ¡Eres un cerdo como el, como Thomas!.
-¡Y tu una zorra!- Golpeo la puerta de mi habitación, del otro lado claro.
Abrí mi boca en una perfecta o.
-¡Pudrite!, ojala te caigas de culo y te duela.
-Lo que mas me va a doler es seguir viendote esa cara.
-¡Entonces vete Ashton!, sos libre, nada te lo impide.
-Eso haré.
Mi unica compañia era el silencio.
Que deprimente.
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Eres mio, imbecil.
Teen Fiction-¿Acaso me sigues? - voltee furiosa hacia Ashton. Saque sus manos de mi cintura. -No- comenzó a jugar con un mechón de mi cabello- hace días que no te veía, y ahora estas así... Tan sexy. Acercó su boca a la mía, puse mi mano en su cara y la aleje. ...