Eres mio, imbecil.

41

Esto iba a ser el final, anoche empecé a escribirlo e hice un re testamento acerca de que no quería que terminará. Y cada palabra que escribía era como "no quiero que termine" y si no quiero que termine. ¿Porque terminarlo ahora?. Es decir, amo escribir esta novela y amo tener relación con ustedes. Y no sabía que hacer y me decidí, que no me iba a obligar a mi misma a terminarlo. Así que este no es el fin, la novela va a seguir. Porque, amo hacer esto. Amo tener este contacto con ustedes y es probable que nadie lea esto pero no me importa porque quiero expresarme. Así que nada, a seguir con lo de siempre.

Anoche converse con una amiga, la cual me dijo " si te gusta no lo termines" y un montón de cosas que tenían sentido. Ando repitiendo mucho las cosas😂😂. Así que nada, las dejó con el capítulo.

(Un saludo a las chicas del grupo que no me piden que las nombre, pero de igual forma quiero hacerlo💕💕)

Narrador omnisciente.

Eran las 6 am, Bárbara ya estaba levantada. Se decidió a irse con Mackenzie, no sabe por cuanto, no sabe si para siempre pero siente que es lo mejor que puede hacer. Thomas es lo único que ella tiene, es lo único que siempre tuvo dado que sus padres no le daban la atención requerida. Ahora esta sola, con el dolor punzando en su corazón. Con la pérdida de sus padres, y el... Con la pérdida de Ashton.

Cerró sus ojos y paso sus manos por su rostro, se decidió que, a pesar que duela, lo iba a olvidar. Iba a salir adelante, olvidándose de todo lo que vivieron, olvidándose del dolor. Porque eso es más fácil para ella.

Cerró la maleta ya hecha, a penas había dormido una hora. Sus ojos se cerraban del sueño, pero debía ser fuerte. Ella sentía que al irse iba a ser lo mejor, no sólo para Thomas, si no que para ella misma. Necesita estar en un lugar donde se sienta cómoda. Donde alguien, aunque sea alguien, la quiera.

Miro la habitación y un nudo en la garganta se hizo presente. ¿Y si sus padres estaban vivos?, ayer puede haber sido un delirio de Thomas. Al estar borracho, largo cualquier cosa.

Sonrió pensando que lo que decía era estúpido. Lo que sucede es que esto le cuesta a ella, aceptarlo, no puede aún. ¿Porque?. Esa pregunta es la que ronda por su cabeza. ¿Porque de dónde llamaron para avisar que se habían ido, no la llamaron a ella?.

Se sentó sobre el suelo y sobre sus rodillas apoyo sus brazos, creando un pequeño hueco donde apoyo su cabeza. Suspiro fuertemente y un nudo se hizo presente en su garganta. Quería llorar, lo necesitaba. Toda esta carga le esta haciendo mal.

Apretó fuerte sus puños, el aire le estaba faltando. Se dijo a ella misma "ahora no" y su pulso volvió a estabilizarse. Sintiéndose mejor.

Se levantó lentamente del suelo y tomó la mochila en donde había puesto sus cosas más importantes y luego la valija con la ropa y demás. Apoyo la mano que estaba vacía sobre la pared y la sintió fría. Iba a extrañar su vida de antes. Iba a extrañar a sus padres. Al Thomas de antes.

Pero eso ya no esta más, nunca tuvo la vida perfecta, pero nunca le faltó algo. Y ahora ya es tarde para agradecer porque se fueron. Y perdió a su hermano. Lo perdió completamente.

Bajo las escaleras admirando la casa, vacía y sucia. Thomas no estaba, debería estar en su cuarto durmiendo pero Bárbara no fue a fijarse. Lo mejor sería irse sin molestarlo, ya que a el nunca le importó. Y lo dejó muy en claro. Paso por sobre toda la basura y se dio cuenta de que su vida iba de peor en peor.

No quería irse. Pero debía así que tomo la perilla y sin mirar hacia atrás salió.

No había llamado a Mackenzie para avisarle pero le daría la sorpresa en el momento. Miro al rededor suyo y no había nadie en las calles, era muy temprano.

Así que se dispuso a caminar. Después de seis largas cuadras tocó la puerta, pero nadie atendió. La cosa es así, Bárbara no hablaba hace mucho con Mack, estaba tan pérdida dentro de si que se olvido de su mejor amiga.

Volvió a tocar la puerta reiteradamente y nadie atendía, tomo su teléfono de la mochila y marco el número de la casa. Nada. Marco el de Mackenzie y ni siquiera sonaba. Y se sintió una estúpida.

Una idiota que no se daba cuenta de las cosas, ¿Que más le puede salir mal?. Dejó todo sobre el suelo y se apoyo contra la puerta, Se sentó en el porche y ya no supo que más hacer con su vida.

Tomó las valijas, y camino nuevamente hacia su casa. Todo le salía mal, es como si la vida estuviera en su contra.

-¡Bárbara!- oyó su nombre en la vereda de en frente.