A la mañana siguiente, las caballeros femeninos estaban convencidas que el entrenamiento con el caballero dorado de Virgo sería mucho más tranquilo, de hecho, más que un entrenamiento físico, sería un entrenamiento espiritual, una conexión más directa con el cosmo, y para eso tuvieron que deshacerse al menos por un día de sus ropas habituales de entrenamiento y sustituirlas por una especie de túnica budista, según el maestro Shaka para estar más cómodas.
-¿Cómo demonios se pondrá esto?- decía Lilly mientras trataba de acomodarse la parte de la túnica que cruzaba su hombro izquierdo.
-Créeme, yo estoy en las mismas, si no es que peor que tú- decía Clare sin siquiera saber qué hacer con la dichosa túnica.
-Oye tenemos que apresurarnos, el caballero de Virgo es una persona sumamente puntual-
-¡Pues debería enseñarnos cómo ponernos esto!- decía Clare mientras intentaba de nuevo. De pronto escucharon que tocaban la puerta, era Layla.
-¿Problemas de belleza?- decía Layla mientras reía.
-¿Quieres ayudarnos?- se rindió Clare.
-Claro, a ver...-decía mientras le acomodaba la túnica a Clare-Listo-
-Mi turno- dijo Lilly.
-Bien- le ayudó de igual forma-Ya está-
-Gracias- dijeron ambas mientras recogían su ropa y la colocaban en el pequeño baúl personal en donde tenían su ropa de entrenamiento y sus respectivas Pandora box.
-Bien tenemos que irnos ya- dijo Layla mientras salía de la casa, seguida por las dos otras caballeros.
Y en efecto, el caballero dorado de Virgo ya estaba en el pequeño bosque donde sería el "entrenamiento", junto con varias caballeros que debían haberse levantado más temprano que ellas. Al haber llegado un poco tarde no les quedó más remedio que quedarse atrás, para así no interrumpir la meditación de las demás.
-¿Cómo es que ese caballero puede tener toda esa belleza para sí mismo y no compartirla con nadie?- dijo Layla con voz queda mientras se sentaba entre Clare y Lilly para tomar la posición de Loto que tenían Shaka de Virgo y las demás en ese instante.
-Oye Layla-susurró Clare-¿Dónde está toda esa concentración y disciplina que tanto presumes?-dijo en tono divertido.
-La tiré por la borda en cuanto vi quien venía a entrenarnos hoy- susurró Layla para luego soltar un suspiro. Clare notó que el caballero de Virgo, a pesar de estar a varios metros lejos de nosotras esbozaba una pequeña sonrisa aunque siguiera con sus ojos cerrados, "¿Será que habría escuchado nuestros comentarios poco apropiados para el caballero más cercano a dios?" Se preguntaba Clare.
Y en efecto, además de ser el caballero dorado más cercado al gran maestro, nadie podía decir lo contrario sobre su deslumbrante belleza física y por un instante de segundo Clare se preguntó si el caballero de Virgo era consciente de ello. Por otro lado, estaba casi segura que si Layla no tuviera puesta su máscara, sería la persona más obvia en cuanto no despegar la mirada del caballero de largos cabellos rubios, podía suponerlo debido a que su rostro no se movía ni un milímetro, como si quisiera guardar su imagen mentalmente.
-Oye Layla, gastarás la belleza del caballero por mirarlo tanto, y eso que ni siquiera sabemos qué clase de cosas estarás pensando- susurraba Lilly mientras soltaba una pequeña risa.
-Cállate- dijo Layla un poco alto, lo suficiente para que el caballero de cabellos rubios borrara su rostro pasivo y se tornara en un rostro de completa seriedad.
-Tú, la chica que no puede controlar sus emociones- se escuchó la masculina voz del caballero de Virgo, era obvio que eso iba para Layla- ven aquí, te sentarás adelante- dijo sin siquiera mover algún otro músculo que no fueran los de sus labios. Apenada, Layla se levantó con cautela y tomó su antigua posición de loto en la primera fila, y aunque la vergüenza le estuviera carcomiendo hasta el alma, muy en el fondo agradecía a todos los dioses del Olimpo por permitirle estar tan cerca del caballero de hermosos cabellos dorados.
-Bien, para poder hacer crecer su cosmo deben conocerlo primero, y para conocer su cosmo deben concentrarse lo más que puedan, olvidarse de sus emociones terrenales al menos por unos momentos para concentrarse únicamente en su cosmo- se escuchaba resonar la hermosa voz de Shaka.
-Y por lo visto hasta las cosas que aparentemente son malas le resultan bien a Layla- susurró Lilly.
-Shh- la calló Clare. Al menos haría el intento de concentrarse, era malísima para eso, pero cualquier cosa se aprende con práctica, o al menos eso se decía a sí misma para darse ánimos. Estaba a punto de llegar a un nivel considerable de concentración cuando escucho un pequeño ronquido, cosa que hizo que toda su concentración se fuera por la borda y una risotada amenazaba por salir de sus labios. Abrió lentamente sus ojos para darse cuenta que la chica que estaba a la par de ella era la que había soltado el pequeño ronquido, y estaba tan somnolienta que tenía dificultad para mantener el equilibro, y sino hubiera sido por Clare que haló de la túnica de la chica de cabello negro y piel blanca que se encontraba a su lado, la chica hubiera estampado su rostro entre sus piernas, o peor aún, en la espalda de la que se encontraba adelante de ella.
-Oye despierta- susurraba Clare a la otra chica.
-¿Ya terminó?- decía la chica aparentemente volviendo en sí.
-No, a penas comenzamos-
-¿Qué?, esto ha sido una eternidad- susurraba la otra mientras se acomodaba su túnica- por cierto, gracias- le dijo la chica a Clare.
-No hay problema...-susurró la otra.
-Nat, de Perseo-
-Un gusto, Clare de Corona Boreal- no era el momento más indicado para presentarse, pero aún así Clare se presentó de igual forma. Pasaron varias horas antes de que el entrenamiento espiritual con Shaka terminara, y en cuanto terminó , todas agradecieron que por fin podrían levantarse del incomodo suelo, ya que estar horas sentada con la dichosa posición del loto en el suelo cubierto de pasto y tierra no era lo más cómodo del mundo.
-¡ Al fin! Sentía que se me iba a acalambrar hasta mi cosmo- decía Nat mientras se estiraba.
-¡Qué va! Si tú te la pasaste durmiendo- decía Clare mientras se limpiaba su túnica con ambas manos.
-¡Shh!- dijo Nath mientras caía en la cuenta que otra chica estaba al lado de Clare-¿y tú eres...?-
-Lilly de Grulla- dijo la chica de cabello rizado mientras estiraba su mano en forma de saludo, cosa que Nat aceptó- Oigan, ¿Qué les parece si vamos a ver el entrenamiento de los caballeros? ¡Me enteré que ahora estarían algunos dorados!- decía Nat con emoción.
-Eehhh...-musitó Clare pero fue interrumpida por Lilly.
-¡Claro vamos!-
-Oigan, ¿No esperaremos a Layla- habló por fin Clare.
-No, está muy ocupada hablando con el maestro Shaka- Clare al no creer mucho en sus palabras volteó a ver en dirección a donde el caballero estuvo sentado, y en efecto, el caballero hablaba animadamente con la chica de la armadura de la Osa Mayor.
-¡Wow! ¿Layla tendrá alguna clase de bendición de los dioses?- dijo Lilly.
-Es lo más seguro...¡vamos!- dijo Nat mientras halaba los brazos de Clare y Lilly.
Habían llegado al campo de entrenamiento de los caballeros,y al parecer lo que les había dicho Nat era cierto, tres de los caballeros dorados entrenaban animadamente. Aioria de Leo y Milo de Escorpio tenían una intensa batalla de cuerpo a cuerpo, sería difícil adivinar quién vencería a quien. No muy lejos de ellos estaba otro caballero, que según decía Nat era el caballero dorado de la tercera casa, Géminis, pero...¿Acaso no era Akire la que estaba peleando con el caballero de Géminis?
-Clare, ¿Yo estoy ciega, la máscara no me deja ver o la que está luchando con el caballero de Géminis es Akire?-
-No, no estas ciega, en definitiva es Akire- decía Clare sin desprender la mirada de lo que sus castaños ojos presenciaban a través de la máscara.
-¿Quién es Akire?- preguntó Nat
-La chica ruda que ves luchando con el caballero que se supone que es el más fuerte entre los doce dorados- decía Layla.
-Vaya...esa chica debe tener valor de acero-
-O quiere presumir su poder ante su amor platónico- rió Lilly.
-¿a esa caballero le gusta un dorado?-
-¡Oh no!, no me digas que tú eres igual a Clare que tiene metido en la cabeza que no nos puede gustar ningún caballero de Athena- dijo Lilly en tono serio- ¿Qué tiene de malo gustarte un hombre tan hermoso por dentro y por fuera como él?- dijo suspirando mientras señalaba al caballero de Escorpio, quien se dio cuenta que alguien lo observaba y dedicó una pequeña pero sensual sonrisa en dirección de la chica de cabellos rizados, quien suspiraba aún más.
-Eeeeh...no no es eso- rió nerviosa Nat.
-Hmmm...¿Eso quiere decir que a ti te gusta alguien también?- preguntó Lilly.
-Eeeh...si-
-Dinos, ¿Quién es?- insistió Lilly, mientras Clare seguía viendo la lucha entre la caballero de Lira y el caballero de Géminis.
-Emmm...bueno es el caballero C...- pero fue interrumpida por otra voz.
-Caballero de la Corona Boreal, ¿Puedes explicarme qué haces aquí?- dijo una voz masculina, Clare inmediatamente volteo a ver con toda la vergüenza encerrada en su máscara.
-Eeh...maestro Camus...nosotras...- se odiaba a sí misma por no poder mentir.
-Estábamos esperando a que terminara la pelea de nuestra compañera de plata- dijo rápido Lilly.
-Ya veo...- contestó la fría pero elegante voz de Camus de Acuario, nada más ni nada menos que el maestro de Clare- Pero pueden esperarla en su recinto, así que tendré que pedirles que se retiren de aquí- dijo mirando con reproche a Clare.
-Claro, ya nos vamos- dijo pasando Clare por su lado, mientras sentía el frío cosmo de su maestro, luego fue seguida por Lilly y la última en pasar fue Nat, a quien se le habla desacomodado un poco la túnica y una parte de abajo se habla hecho más larga, por lo que indiscutiblemente tropezó, y si no hubiera sido por el caballero de hermosos ojos violeta y cabello turquesa que alcanzó a sostenerla de uno de sus brazos, la chica hubiera caído directamente de bruces en el suelo.
-Ten más cuidado, por favor- y por un instante, a Nat le pareció que la voz fría del caballero Camus de Acuario se había hecho más cálida y suave.
-Yo...lo siento mucho Camus-Sama, esto no volverá a pasar- dijo Nat disculpándose por su torpeza mientras el corazón me latía a mil por hora y su rostro que estaba cubierto por una máscara se tornaba de un rojo cerezo. Y como si el caballero dorado se hubiera dado cuenta de su mismo repentino cambio de actitud, volvió a hablar con su típica voz elegante y fría.
-Por favor, vete con las demás a su recinto- y sin más, el joven caballero se fue a entrenar dejando a una joven con el corazón aún latiendo con fuerza.Mientras Clare y Lilly se encaminaban a su recinto, Clare pudo observar que había un joven subiendo por los escalones de la casa de Aries, era el mismo joven de la voz que Clare conocía de alguna parte, lo veía subir por los escalones con la mayor tranquilidad que se pudiera observar, como si fuera lo más trivial del mundo.
-Clare...¿qué ves?- dijo Lilly al ver que su compañera no retiraba la mirada de un punto fijo.
-¿No dijiste que se necesitaba una autorización para pasar por las doce casas?- dijo Clare sin retirar la mirada.
-Así es...ahora veo, ¿Te estás preguntando si Mirai tiene autorización para pasar por las doce casas?-
-Hmm...si, hay algo en él que no me causa confianza- decía Clare mientras recordaba su voz y esos fríos ojos rosas y veía el diamante que le había mandado su amigo Mu, pero su color no habla cambiado, se mantenía del típico color transparente, ¿Acaso sólo eran suposiciones suyas y Mirai solo era un chico un poco peculiar?, no tenía la respuesta a esa pregunta.
-Oye Clare, por favor no te metas en los asuntos de otros, evítate problemas- decía Lilly mientras ponía una mano en el hombro de Clare.
-Tienes razón, vamos- decía Clare mientras seguían su camino.A muchos kilómetros lejos del Santuario se encontraba el caballero herido de Aries -porque aunque fuera un caballero dorado,su adversario tenía la misma fuerza que un dorado, sino es que más- tratando de curar sus heridas y ayudar a los otros tres caballero de bronce-que estaban en peores condiciones que él- mientras trataba de encender su cosmo para hablar directamente con el cosmo de su amigo, el caballero de Virgo, pero por alguna razón no recibía respuesta alguna. Así que intentó contactarse con el cosmo de su amiga de bronce, ella también tendría que estar al tanto de la situación, el Santuario ya no era seguro.
-Clare...Clare- escuchaba Clare en su mente...espera, ¿alguien hablaba con su cosmo?-Clare...debes avisarle al caballero dorado de Virgo...que el Santuario pronto será atacado...y además...Athena ha desaparecido...-
-...¿Mu?....¡Mu!- decía la chica en su mente, pero la fuerza del cosmo del caballero de Aries era difícil de soportar, tanto que la caballero de bronce cayó de golpe en el suelo...inconsciente.Hola chicas ^^, espero les guste mi fic y dejen sus hermosos comentarios :3.
•RairaNoFabii•
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"Hasta las lágrimas pueden convertirse en un arma poderosa" (Saint Seiya)
Fanfiction"El Santuario será atacado de nuevo, y al parecer al primero en atacar es al Patriarca. El primero entre los 88 caballeros de Athena, lo que desencadenará la lucha de unos cuantos caballeros de bronce por descubrir la verdad del Santuario. Pero, ¿Qu...