"Hasta las lágrimas pueden convertirse en un arma poderosa" (Saint Seiya)

Capítulo 13: El despertar de la indiferencia (parte 1)

-¿Vendrás conmigo?-

-Esperé mucho para escuchar esa pregunta cómo para negarme a tan gratificante propuesta... -

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La ojiazul se encontraba recostada en la incomoda camilla de la celda mientras analizaba los recuerdos que se atravesaban en su mente...recuerdos que eran y no eran de ella.
Pero llegó un momento en el que su atención de centró más...había algo, o más bien alguien que rondaba por su cabeza, o más bien por la cabeza de su otra mitad, pero ésta no reconocía a esa persona...jamás había visto ese hermoso y largo cabello lila.
Por alguna razón no podía borrar esa imagen de su cabeza, ese joven de cabello largo y ojos verdosos, debía admitir que era atractivo, pero a diferencia de Clare, a ella no le interesaba el amor en lo absoluto, ella solo velaba por una cosa y solo una cosa, ella misma. Comenzaba a detestar a ese chico por el simple hecho de no poderlo borrar de su cabeza.

-Señorita Amelie...su alteza me ha pedido que venga por usted- se escuchó la suave voz de Sorrento de Sirena.

-Bien...abre esta maldita puerta y llévame con él-

-Por favor, le pido que no sea imprudente...-

-Si si...- dijo mientras bufaba y se arreglaba un mechón de su largo cabello castaño.

Sorrento abrió la puerta y la joven salió mientras llevaba una cara de pocos amigos.

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-Sabes que no me gusta castigarte, pero espero que haya aprendido la lección, jovencita- dijo la voz que me pertenecía al dios de los mares.

-Y según tu ¿Eso era un castigo? Pff por favor..., Julián-

-¿Julián?...¿Acaso....? Espera...esos ojos azules...esa mirada fría....entiendo, has despertado-

-Veo que eres lento,hermanito-

-Ahora que has despertado supongo que entiendes mis planes, ¿no?-

-Si, aunque la verdad es que no me importan en lo absoluto- dijo la joven rodando los ojos.

-Nunca cambiarás, Amelie-

-Ese es mi problema...ahora bien, devuélveme mis poderes- dijo mientras sus ojos se tornaban de un azul más oscuro.

-No pienso hacerlo-

-¡Demonios! ¿POR QUÉ?- chilló la joven.

-Porque sé que si esos poderes están en tus manos, serías más maldita que el mismo Hades-

-¿Tan mala te parezco...hermanito?- dijo mientras ponía la cara más angelical a la que sus facciones podían llegar.

-Tu conoces perfectamente la respuesta- sonrió el peliazul.

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-¿El mar? ¿Estás loco?- dijo joven escorpión mientras observaba a su amigo Aries.

-No, no lo estoy, hablo en serio, Athena y Clare se encuentran ahí...puedo sentir el débil cosmo de  Athena y dos caballeros de bronce..., pero no puedo sentir el de Clare-

-Mu...¿Y tú crees que dos caballeros dorados pueden enfrentarse contra un dios?- dijo el peliazul sarcásticamente.

-Mi plan no es exactamente pelear-

-Oh claro, y dime ¿Qué planeas? ¿Acaso planeas ir de puntillas, rescatar a Athena, los caballeros de bronce, a Clare y luego salir como si nada?, por favor Mu, hay que ser un poco más realistas-