"Hasta las lágrimas pueden convertirse en un arma poderosa" (Saint Seiya)

Capítulo 9: Un nuevo enemigo.

-El cuento te hadas te duró muy poco ¿No crees?- dijo Clare a Lilly mientras se colocaba las hombreras para el entrenamiento.

-¡Ni lo menciones! ¡Estuve tan cerca de besar esos labios!- dijo Lilly acomodándose su rizado cabello.

-¿Y? ¿Qué te lo impidió?- dijo Clare divertida.

-Ah no lo sé, tal vez una Clare desesperada por irse de la casa de Piscis- dijo mirándola mal.

-Perdona, pero ya era tarde y...bueno teníamos que levantarnos temprano ¿no?- dijo colocándose su máscara.

-Si claro, no soy idiota y es más, en el poco tiempo que llevamos juntas me he dado cuenta de tus actitudes...Eres tan predecible niña- dijo mientras abría la puerta de su casa.

-¡Oye! ¡Sabes que odio que me digan niña!- dijo siguiéndola.

-Oh no, el entrenamiento ya comenzó- dijo Lilly mientras comenzaba a correr.

-Oye ¡Espérame!- gritó Clare mientras comenzaba a correr.

-Buenos días señoritas, este día seré yo quien les imparta su entrenamiento- dijo el joven caballero de Acuario mientras se cruzaba de brazos- Oh, qué sorpresa, ni siquiera por ser mi alumna adoptaste la capacidad de ser puntual- dijo mientras le dirigía una severa mirada a la cansada caballero de corona boreal.

-Lo siento maestro- dijo mientras hacía una pequeña reverencia con su cabeza.

-Bien...bueno como ya saben señoritas, yo no permito que los alumnos se dejen llevar por emociones innecesarias, las emociones solo demuestran debilidad y al ser caballeros de Athena eso puede ser una gran desventaja- dijo el caballero- Por eso, este día me encargaré que el objetivo de su entrenamiento sea no depender de sus emociones y no dejar que éstas les perjudiquen en campo de batalla. Para ello necesitaré la ayuda de dos de mis camaradas, el caballero dorado de Virgo y el caballero dorado de Géminis. Ellos nos están esperando en la casa de Géminis, ahí será el entrenamiento- y sin más, el cabello de cabellos turquesa emprendió camino hacia las doce casas.

-Este debe ser tu día de suerte, Layla- dijo Nat mientras reía.

-¡Shh!-

-Oh vamos, si todo el mundo sabe que mueres por el caballero de Virgo-

-No lo hagas más obvio entonces- dijo Layla mientras apresuraba el paso.

-Oigan...¿Han visto a Zia?- dijo Clare al ver que la chica que había conocido en el baile no se encontraba ahí.

-¿Zia? ¿Quién es ella?- preguntó Lilly.

-Ah, es una chica que conocí ayer...creo es fácil reconocerla por la cinta azul que tiene alrededor de su cabeza - dijo Clare haciendo memoria.

-Pues no, no he visto a ninguna chica con la dichosa cinta azul- dijo Lilly.

-Bien señoritas, como saben, para llegar a la casa de Géminis debemos pasar por las casas de Aries y Tauro, les agradecería que hicieran el menor ruido posible- dijo para comenzar a subir por los escalones de la casa de Aries. Al llegar a la primera casa no se escuchaba otro sonido que el de las herramientas del joven caballero de cabellos lila, al parecer estaba reparando las armaduras de Cisne y Andrómeda.

"¿Qué habría dejado así esas armaduras?" se cruzó por la mente de Clare mientas caminaban por la casa y saludaban al amigable caballero de Aries, quien le dedicó una sonrisa que aclare ignoró por completo.
La segunda casa estaba vacía, al parecer el caballero de Tauro se había encargado del entrenamiento de los jóvenes aprendices.
Al llegar a los escalones de la tercera casa, el caballero dorado de Géminis los esperaba.