"Hasta las lágrimas pueden convertirse en un arma poderosa" (Saint Seiya)

Capítulo 12: ¿Completa?

-Entonces...¿Cómo es que lo tienes?-

-Lo encontré...-

-¿Dónde?-

-En el bosque...

-----------------------------

-Muy bien señorita...-pero el joven de los ojos rosas fue interrumpido.

-Dime solo Clare, ¿Quieres?-

-Bien, Clare...nuestra alteza vendrá pronto, mientras tanto puede tomar asiento- dijo Sorrento mientras retiraba una de las sillas del enorme comedor.
En el momento que Clare tomó asiento, un joven de cabellos azul-celeste y hermosos ojos verdosos apareció por una de las grandes entradas, su caminado y en especial toda su presencia denotaba la grandeza que solo un dios puede emanar. Al momento de ver a la joven castaña, se formó una leve sonrisa en su rostro.

-Al fin regresas, pequeña- se escuchó la hermosa voz del joven.

-¿Y tú eres?- dijo la castaña con indiferencia, haciendo que el joven de cabellos que se mantenía de pie a su derecha empalideciera.

-Al parecer todavía no regresas, Amelie- dijo el joven mientras caminaba hacia el lugar donde se encontraba sentada la joven.

-Clare, mi nombre es Clare-

-Muy bien, Clare, ya que es primera vez que nos vemos, debe ser una presentación formal-dijo mientras tomaba una de las manos de la joven- puedes decirme Julián- dijo mientras depositaba un pequeño beso en su mano.

-Bien...-

-Sorrento- le llamó Julián.

-Dígame majestad- pronunció el joven.

-¿Podrías retirarte? Necesito hablar con esta joven unos momentos- dijo mientras su mirada se tornaba seria.

-Si me disculpa...- pero Clare fue interrumpida.

-Es absolutamente necesario que esta conversación solo sea entre usted y yo, señorita- a lo que el ceño de Clare comenzó a fruncirse.

-Como usted ordene, majestad- dijo Sorrento mientras se retiraba del salón.

-Bien, ahora que estamos solos podemos hablar más tranquilamente, pero primero, ¿Te apetece comer algo?- preguntó Julián.

-Estoy bien, gracias-

-Bien- dijo el joven mientras se sentaba al lado de la chica- Como ya te lo habrá dicho Sorrento, eres mi hermana, Amelie, y no espero que entiendas esto pero...-

-Solo quiero saber una cosa...¿Por qué? ¿Por qué ser tan cruel y hacer algo tan...tan insensible con tu propia hermana?-

-Tú no lo entenderías, a pesar de ser mi hermana, no dejas de ser una simple humana-

-Entonces...¿Cómo explicas el hecho de que sea tu hermana? ¿Cómo explicas el hecho de abandonar a tu propia hermana y peor aún, matar a tantas personas inocentes?-

-A veces, para lograr grandes cosas, se necesitan sacrificios durante el trayecto...por mucho que intente explicártelo, no lo entenderás...Este mundo está inundado de maldad, y mi deber como un dios es limpiar la maldad que aquí habita, aunque eso requiera acabar con la mismísima Atena si es necesario-

-Eres...eres un monstruo- dijo la joven mientras aprestaba sus puños.

-Considérame como quieras, digas lo que digas no puedes cambiar el hecho de ser mi hermana, de ser la hermana del dios de los mares-

-¡Yo no soy hermana de nadie!- dijo Clare mientras se levantaba de la silla bruscamente y golpeaba la mesa con sus puños- soy una simple humana a la que persigue la desgracia-