Capitulo 15

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-Tranquilo. –su segura mano sujeta la mía, la acuna pero mientras veo gente salir y entrar de ese lugar delante de mis ojos no tiene el mismo efecto de siempre, no logra tranquilizarme como siempre ha sucedido pues ahora, en estos instantes siento pánico de no saber lo que me espera dentro de las cuatro paredes de ese local del sexo, no hace falta ser un genio para saber que sexo es lo único que pasa en su interior. Siento temor por lo desconocido que me esperara, por las desconocidas cosas que me hará este sensual hombre, pero también he de reconocer que siento –en tan gran cantidad- una pizca de curiosidad por averiguar las infinidades de cosas que suceden en el interior de ese enorme y luminoso local, que el olor de lo que pasa prácticamente llega hasta mis fosas nasales calentando mi sangre, poniéndome en un estado de ebullición.

Sus dedos acarician los nudillos de mi mano de manera pausa conforme extiende su otra mano para apagar las música que comenzaba a bañar el auto con sus melodías, música que agradezco sea callada pues necesito un poco de silencio, silencio para pensar y procesar todo. Lo miro fijamente quizás por una salvación, un salvavidas de este lugar en el que me estoy sumergiendo lentamente. Observo cada facción de su bello y perfecto rostro que es iluminado por un foco a las afueras del auto.- En serio quiero hacer esto contigo, solo contigo. –su voz dominante ha descendido un poco al reconocerme aquello que ya veo en sus orbes verdes pues aquel brillo tan especial me gritaba prácticamente que desea estar dentro de ese ruidoso local, estar dentro conmigo lo cual me alegra en cierta manera, me alegra que quiera hacer esto conmigo, solo conmigo como él me ha confesado. Me permito creer que solo conmigo –me permito creer que sus palabras son sinceras- para no sentirme tan basura. Ladea un poco su cabeza, de una manera tan tierna causando que mi corazón se desboque cayendo por un precipicio sin fondo a la par que mi miembro se endurece ciñéndose en mi pantalón, una dolorosa erección comienza a hacer su aparición . Sus caricias no cesan, no me permite ningún descanso del rozamiento de pieles y mis pequeños jadeos no se hacen esperar.- Pero tú tienes el control, tú tienes la decisión en tus manos. –me concede en un tono de voz más cordial, más amigable y definitivamente más amable que es acompañado de una de sus sonrisas tan características, de unas sonrisa que sería capaz de derretir hasta el más frío corazón.- Sí quieres ingresamos dentro para pasar un buen rato o si no simplemente nos vamos a mi departamento y podemos follar como siempre lo hemos hecho, no te obligo a nada. –se encoge de hombros restándole importancia, pero sé perfectamente que esto tiene demasiada importancia para él, mucha más de lo que me hubiese gustado, pero al fin al cabo le importa.- Todo está en tus manos Edward, tú eres el único que puedes decidir qué es lo que hacer. –

Solo yo puedo decidir qué hacer.

Pero... ¿Se verdaderamente lo que quiero o solamente me estoy confundiendo más y más?

Suelto un suspiro por el peso de la decisión que ha dejado en mi espalda, que recae en mí, una decisión quizás para mí no tan importante pero para él definitivamente lo es, es importante para el hombre que deseo y por tanto debería importarme, supongo. Retiro mi mirada de él pues me estaba comenzando a perder en sus profundos pozos verdes que al igual que siempre me atrapan, verdes tan pacíficos que adquieren poco a poco un brillo de fiereza, de completa hambre carnel, hambre que siente por mí. Poso mi vista rápidamente en la fachada de aquel lugar, nuevamente, en aquel extenso lugar donde la gente sigue entrando y saliendo como si lo que pasara adentro fuera de lo más normal del mundo, supongo que para ellos lo es. Su mano me desconcentra, sus lentos círculos que dibuja enturbian mi mente haciendo que aparezca un remolino en el interior de mi memoria que absorbe y absorbe a toda velocidad absolutamente todo pensamiento lógico y cuerdo que estaba apareciendo en mi mente.- Deja de acariciar mis nudillos que no me dejas concentrar, Julián. –

Solo una Noche (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora