Capítulo 11.
Mamá notó mi cara de felicidad a penas crucé la entrada. Deseaba borrar esa tonta sonrisa, pero no podía.
―Siéntate aquí y cuéntamelo todo ―palmeó el espacio en el sofá junto a ella. Yo obedecí ―Por favor dime que se cuidaron.
―¡Mamá! ―mis mejillas ardieron ―No pasó nada de eso entre nosotros ―a pesar de la gran confianza que le tenía, hablar de sexo me incomodaba enormemente.
―Oh, lo siento mucho, hija. Es que tú nunca llegas tan tarde.
―Nos quedamos dormidos. Tú mejor que nadie sabes que yo no le entregaría mi virginidad a un chico que no siente lo mismo por mí, aunque sea Tyler Maddox.
―Yo no estaría tan segura de que él no siente lo mismo...
No quise volver a hablar de eso con ella. Se la pasaba diciéndome que su instinto de madre le decía que los sentimientos de Tyler hacia mí estaban cambiando, a pesar de que yo no quisiera reconocerlo.
El reloj casi marcaba las 12 y no había señales de mi padre. ¿Qué persona normal trabajaba hasta la medianoche? Él era su propio jefe, no tenía sentido alguno.
―Mi amor, deberías irte a la cama. Mañana tienes instituto.
Como cada noche, ella se quedaría a esperar a que papá llegara y yo no quería dejarla sola. Le dije que todavía no tenía sueño y me quedé allí, platicándole de Scott y de muchas otras cosas. Mamá también me contó lo que había hecho en su día.
Amaba a esa mujer. Probablemente muchos creen tener a la mejor madre del mundo, sin embargo, la mía sí que lo era. Siempre estaba ahí para escucharme, sin reprocharme nada. Era única. Solo ella hablaría de "cuidarse" como si fuera el tema más banal del mundo.
Papá finalmente llegó. Lo saludé con un beso en la mejilla y de inmediato me fui a la cama. Me encontraba cansada después de todos los sucesos del día.
En la oscuridad de mi habitación volví a revivir el momento que pasamos con Tyler. No quería sentir todo esto que estaba sintiendo. ¿Por qué solo con un beso derribaba todos los muros que levantaba en mi corazón para que no me lastimara?
El típico sonidito de la llegada de un WhatsApp llenó el silencio. Supuse que era Tracy, ella siempre se dormía tarde.
Sigo pensando en tus labios, Love & Peace. Si estás dormida, espero no haberte despertado.
Pude sentir como me ruborizaba y como mi corazón comenzaba a latir más rápido. Tecleé de prisa las palabras: No lo hiciste. Deja de pensar en mis labios y duérmete, y presioné enviar.
No puedo. Y veo que tú tampoco. Te escribía para avisarte con anticipación que mañana, o más bien hoy, eres toda mía.
Sonreí como idiota y le respondí que estaba de acuerdo. Seguimos hablando durante un buen rato, hasta que ninguno de los dos pudo más contra el sueño.
―Hola, chicas ―nos saludó Scott luego de sentarse junto a nosotras al igual que ayer. ―Traje esto para ti ―puso un pequeño bombón sobre mi mesa.
―Oh, muchas gracias ―no pude controlar el rubor que se apoderó de mis mejillas.
Tracy me codeó de forma no muy delicada en las costillas, y cuando tuvo mi atención, movió sus cejas de arriba abajo. Yo solo la ignoré.
Deseaba que el timbre del recreo sonara ya, no aguantaba las ganas de contarle a Trace lo que había sucedido el día anterior. Cuando el tan anhelado sonido se hizo escuchar en todo el instituto, casi arrastro a mi amiga fuera del salón.
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Beautiful Naivety
RomansPeace O'Brien es una adolescente tímida y dulce, ama los libros y el cine, siempre saca buenas calificaciones y nunca hace enfadar a sus padres. Su único defecto es estar enamorada de uno de los gemelos más calientes y mujeriegos de la ciudad: Tyler...