Capítulo 13

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Capítulo 13.

El calor fue lo que me despertó. Un cuerpo bastante cálido me tenía inmovilizada. Tyler tenía su pesado brazo alrededor de mi cintura, manteniéndome pegada a su pecho y su pierna izquierda se encontraba encima de las mías. Me sentía algo aplastada, pero por nada del mundo me separaría de él. Estar allí entre sus brazos se sentía como el paraíso.

Alcé mi cabeza para poder observarlo. Sus pestañas casi tocaban sus pómulos. Su rostro se veía tan pacífico y... hermoso. Qué suerte la mía de tener esta perfecta vista.

¿Cómo pude creer que lograría olvidar a este chico? Viéndolo ahora mismo sabía perfectamente que nunca iba a poder sacarlo de mi corazón.

No quería despertarlo, puesto que era muy temprano. A través de la ventana apenas se asomaba el amanecer. Pero las ganas de tocarlo me vencieron. Con suma delicadeza, tracé sus labios con mi dedo índice y obedeciendo a un impulso, deposité un pequeño beso en ellos.

Tyler se movió un poco y me aferró con más fuerza a su cuerpo. Su delicioso aroma inundaba mis fosas nasales, y de esa forma volví a caer en un profundo sueño.

Caricias en mi cabello y rostro fueron lo que esta vez me sacaron del sueño. Una sonrisa floja se formó en mis labios. Abrí un ojo y me encontré a un bellísimo Tyler con cara soñolienta, que estaba inclinado sobre mí y también me sonreía.

Acercó su boca a la mía y yo me aparté. No quería besarlo sin antes haberme lavado los dientes. Puse una mano sobre mis labios y negué con la cabeza. Sin embargo, él sujetó mis dos manos con las suyas y se subió encima de mí, imposibilitando cualquier movimiento de mi parte.

Y como era de esperarse, terminó dándome un gran beso, el cual me hizo olvidar la razón por la que me rehusé en primer lugar.

―¿Cómo te encuentras, Love & Peace? ―me preguntó, todavía sobre mi cuerpo, aunque la pose no era para nada incómoda, ya que no tenía que soportar su peso.

―Muy bien, gracias.

Esta vez fui yo quien juntó nuestros labios. Quería demostrarle de alguna manera cuan agradecida estaba. ―De verdad gracias, Tyler. Si tú no hubieras estado allí conmigo...

―Hey, no pienses en eso. ―me dio un corto beso ―Jamás permitiré que te suceda algo, cariño.

Su tierna manera de referirse no pasó desapercibida. La verdad es que nada era mejor que su Love & Peace, pero oírlo llamarme así hizo que me derritiera por completo.

Cuando finalmente salimos de la cama, juntos preparamos panqueques para desayunar. Con su permiso busqué en las alacenas algo que ponerles. Con mi madre no nos conformábamos con la miel. Encontré manjar y Nutella, los cuales puse en la barra de la cocina junto con todo lo demás.

―Jamás había conocido a una chica que comiera tanto ―comentó Tyler.

El tenedor quedó suspendido en el aire, a medio camino de mi boca. De inmediato mis mejillas tomaron un color rojo intenso. Él tenía razón, hace bastante perdí el pudor en su presencia en lo que a la comida respecta.

―Oye, no te avergüences ―dijo, observando cómo dejaba el cubierto en el plato a medio comer. ―No quise que sonara como algo malo.

Yo miraba mis manos como si fueran lo más fascinante del mundo.

―En serio, Love & Peace. Es genial que no seas como el 99% de las mujeres que se matan de hambre para estar delgadas.

¿Era mi imaginación o acababa de llamarme gorda? No quería ser como esas chicas que retorcían todo lo que se les decía para que se convirtiera en un insulto, pero eso no había sonado como un cumplido de ninguna manera. Podía sentir que mis mejillas se volvían todavía más coloradas, si es que eso era posible.

Beautiful NaivetyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora