Settle Down [Troyler]

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Epílogo.

—La noche del 24 de septiembre, Troye Sivan y Tyler Oakley colgaron en YouTube un vídeo titulado «The Real Boyfriend Tag» donde explicaban calmada y  detalladamente su relación. Entre risas y una que otra lagrima agradecieron a cada una de las personas que a partir de entonces los siguieran apoyando en su carrera.
Un año y pico ha pasado ya de dicho vídeo, así que ¡démosle un fuerte aplauso a Troyler!

La voz irreconocible de Dan Howell suena en los altavoces del auditorio, obvio los gritos y aplausos de las y los fans no dejan de escucharse en ningún momento. Troye es el más nervioso de los dos. Las manos le sudan y está temblando levemente mientras camina a la gran pista alta del auditorio. Tyler por su parte sonríe y conforta con leves palmadas la espalda de su novio.

Después de haber colgado dicho vídeo en la plataforma dejaron de grabar durante todo un año en el cual se dedicaron solo a viajar. Se disfrutaron uno a otro, conocieron nuevas cosas y nuevos sentimientos, desarrollaron una relación envidiable. De vez en cuando se comunicaban con familiares y amigos, y pasaron lo más desapercibidos posible. Y por supuesto, pasaron el año más feliz de todos.

Ahora se encuentran de nuevo en el escenario de una Vidcon. Hablarían después de tanto frente a las personas que los apoyaron siempre.
Cuando ven a la gran multitud Troye lo que menos siente son nervios. En cambio siente algo reconfortante en su pecho, porque después de todo, esa era y será su familia. Sonríe hacia su novio, el cual le sonríe de vuelta. Están de nuevo en casa.

—¡Hola! —dicen entusiasmados con el micrófono en mano frente a todos.

—¿Cómo han estado? —Una ola de gritos se hizo presente. —Los hemos extrañado —admite Tyler, todos gritan más entusiasmados y podría jurar que ve a unos cuantos con los ojos llorosos.

—No es la única buena noticia —interrumpe Troye—. Aún hay más...

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3 meses antes.
Tyler.

El sol daba de lleno en nuestras espaldas. El crucero estaba por llegar a Los Cabos y me sentía emocionado y preguntándome si mi grandioso plan funcionaria... Claro que lo haría.

Sentí los delgados dedos de mi novio enlazarse con los míos  y sonreí como estúpido, no podía no hacerlo, él siempre me causaría un revoltijo en todo mi ser. Lo miré de reojo y podía jurar que estaba viendo a un ángel. Los rayos del sol y la brisa del mar hacían de sus facciones las más perfectas que había visto nunca. Sus ojos azules como el color de aquel lugar solo lo hacían ver más angelical. ¿Cómo le hiciste tonto niño para enamorarme tanto?

—¿Sabes lo mucho que te amo? —susurre con un risita tonta.

—No más que yo eso es seguro. —Me miró y sonrió encogiendo los hombros.

—Claro, lo que digas Sivan. —Golpeé levemente su brazo y lo dirigí de la mano a una silla, me senté y luego lo atraje hacia mí para sentarlo en mi regazo.

—Que aniversario tan más aburrido, Ty —dijo soltando un suspiro—, no hemos hecho nada más que estar en este tonto barco. —Jugó con la pulsera que nunca se quitaba, la que le di de obsequio hace décadas.

—Calmado, aún falta medio día para hacerlo lo menos aburrido posible. —Recargué mi mentón en su hombro y disfruté la vista, el sol estaba en lo más alto ahora. Y yo esperaba con ansias el momento en el que se ocultara.