Settle Down [Troyler]

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El primer día de VidCon pasa rápido entre conferencias, M&G, firmas y demás. El segundo día fue lo mismo.

Al terminar el fin de semana todos están agotados. Nadie ha descansado bien. Y tampoco ha sucedido nada nuevo.

Algunos cuantos regresan a sus casas en sus ciudades, y otros tantos deciden hacer una quedada en la casa de alguien que viva cerca, para descansar un poco.

Es el caso de Tyler. Ha decidido que algunos de sus amigos se queden en su casa uno o dos días más. Obviamente Troye está entre esos.

No quiere irse a Perth aún. No es tampoco que no quiera regresar, ni mucho menos que no quiera ver a su familia. Es sólo el hecho de que no sabe bien cuando volverá a ver a su mejor amigo. Los dos viven en un diferente continente, y hay pocas ocasiones que pueden verse, y más que nada lo hacen cuando hay conferencias y cosas parecidas que tengan que ver con la comunidad de YouTube.

A Troye le gusta mucho el apartamento de Tyler. Es grande pero no a la exageración. Está lleno de color, típico de Ty, y el ambiente es demasiado confortante. Es uno de sus lugares favoritos en América. Puede que no haya visitado toda California pero el apartamento de Tyler es increíble para él, claro, después de Disneyland.

Obviamente Tyler está encantado cada vez que sus amigos lejanos se queden en su «hogar». Lo llama con comillas porque su hogar verdadero está con su madre en Michigan.
Hay veces en que la extraña demasiado. Puede que se escriban, se llamen o hagan vídeo llamadas, pero nada comparado con tenerla en persona.

Pero como ella misma le ha dicho en varias ocasiones, Tyler tiene otra familia en su trabajo y es de lo más hermoso que así sea.

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Al llegar al apartamento de Tyler, donde se quedarán Troye, Connor, Korey, Grace y Hannah, se dividen las tres habitaciones que hay.

Ya instalados se proponen a ver una película y ordenar pizza para pasar el rato.

A eso de las diez todos se van a descansar. Nada de desvelarse, piensan.

Como es de esperarse, Tyler y Troye duermen en la misma habitación. Tyler en la cama y Troye en un sillón que han movido hasta la ahí, y donde él insistió en dormir, no quería molestar más a su amigo.

Dan las doce de la noche y el anfitrión no puede dormir de nuevo.
El fin de semana pensaba que era por la emoción de VidCon, pero ahora en su casa, en su cama se pregunta si es eso lo que no lo dejaba dormir las dos noches pasadas.

Se mueve demasiado para conseguir una posición adecuada, pero no encuentra como. Voltea y mira a Troye dormir con la boca ligeramente abierta; hay demasiado silencio, así que puede escuchar la respiración uniforme de el chico.

De nuevo, le da el impulso de pensar que es hermoso.

Y llega a su mente las palabras de Korey: «Él te gusta». Pero esta vez no las escucha con la voz del moreno, sino con su propia voz.

«No puedes pensar eso, Oakley».

«Tampoco puedes negarlo del todo».

«Es sólo un amigo».

«Basta».

Pelea consigo mismo en su mente. Para entonces ya está mirando el techo. La cabeza le da mil vueltas. ¿Y si de verdad le gusta? No.
Es imposible. Él adora mucho a Troye, y se le haría injusto llegar a sentir algo más que el cariño que le tiene como amigo.