Settle Down [Troyler]

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—¿Troye, sigues dormido? —Se escucha a Tyde del otro lado de la puerta, seguido de un ligero golpe a esta.

—Sí, bobo. No molestes —responde con un grito en ojiazul.

—Bueno, perdón. Vengo más tarde.

—Maldito bastardo, es demasiado temprano —susurra para después mirar su celular. Las 6:45—. Lo voy a matar, eso es seguro.

—¿Qué? —dice adormilado Tyler, aún con los ojos cerrados.

—Nada —miente Troye —, sigue durmiendo.

—¿No es ya muy tarde?

—Si a tarde te refieres las siete de la mañana entonces sí.

—Dios mío, Troye. ¿Qué nunca duermes? —dice mientras se sienta en la cama recargándose en la cabecera de esta.

—No fui yo. Tyde vino a tocar y me despertó. Si fuera por mi despertaría sólo para ingerir alimentos. —Tyler ríe. Y eso pone feliz a Troye. Despertar y lo primero que escucha y ve es a Tyler; con su cara de dormido, con el cabello hecho un desastre.

—Me gustas demasiado —dice de repente Troye, mientras que Tyler sólo se sonroja.

—Basta, Sivan.

—Hay algún problema en eso? —pregunta acercándose a él.

—No. Es sólo que no es posible que te guste más que tu a mi —responde riendo.

—Me gusta cuando ríes así.

—¡Troye! ¡Para! Me va a dar un infarto y aún no he ingerido nada. Mi estómago no está preparado.

—Ay no exageres Ty.

—Está científicamente comprobado eso.

—¿De verdad tienes hambre? ¿A estas horas?

—Oh, vamos —dice el muchacho con un tono de voz obvio.

—Bueno, ¿Te traigo algo? No te prometo un banquete porque nunca hay nada bueno de comer en esta casa.

—Me parecería mejor si nos quedamos un rato aquí dentro, aún es muy temprano. —Le guiña y se recuesta otra vez en la cama. Troye lo imita y lo abraza.

—¿Tilly? —pregunta el ojiazul después de unos minutos.

—Umh.

Y ya no quiere contestar. Siente de repente que no es el lugar ni el momento indicado de preguntarle. Puede que su novio diga que sí, pero no quiere hacerlo de esa manera. Y tampoco sabe como formular la pregunta.

—Nada, pensé que te habías dormido de nuevo —miente.

—No puedo dormir si tu estás abrazadome, me distraes mucho, Troye Sivan.

—Si quieres puedo dejar de hacerlo —bromea.

—No. Por nada del mundo dejes de hacerlo.

A Troye se le dibuja una sonrisa enorme. Cada palabra, cada frase, cada sonido que sale de los labios de Tyler hacia él le llenan el alma. Siempre siente una corriente eléctrica en todo el cuerpo. Siente que su vida está completa con Tyler a su lado. Simplemente se siente mejor persona.

—Sivan... ¿Tus padres aún no lo saben o si?

—¿El qué?

—Lo de nosotros.

—Ay por dios, Ty. Llevamos menos de una semana juntos y ya quieres hasta que nos casemos.

—No sería mala idea —dice volteando a ver los ojos azules de Troye.