Settle Down [Troyler]

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—Ya llegamos, ma —grita Tyde desde la puerta de entrada. No hay respuesta por ninguna parte. El muchacho se encoge de hombros y camina a su habitación sin prestarle atención a los otros dos muchachos.

—¿Crees qué dure mucho su molestia? —le susurra Tyler a su amigo.

—Si tu novio no le dice pronto, lo más seguro es que sí.

—No pensé que fuera a ser tan difícil.?—Se sienta en el sofá y su amigo lo imita. —Ya no estoy del todo seguro sobre Jackie. —Pone su cabeza entre sus manos y suspira fuertemente.

—¿Por qué no? Lo que dijo Tyde es verdad, aunque lo haya dicho de una manera muy brusca.

—Vamos, Ko... Tú la conoces bien. Puede que sea muy buena mujer, pero seamos sinceros por un momento, ¿Cuántas veces no me ha advertido sobre Troye? ¿Cuántas veces me ha comentado lo malo que sería eso para los dos? Y es que tiene razón, Ko.

—No es momento de que retractes todo lo que ha sucedido en estos días, ¿Has visto lo feliz que es Troye ahora? Y tú no lo puedes ver, pero igual te ves demasiado feliz, más de lo normal, te lo digo en serio.

—Es que no la has escuchado tú mismo, puede que te cuente todo lo que dice pero nunca lo has escuchado salir de ella... La manera en que lo dice, la manera de voz que usa es simplemente inexplicable y yo d...

—Tyler, de todo corazón te diré algo... Al demonio con lo que diga tu madre. Tú ya eres suficientemente grande como para estar pidiéndole permiso de lo que se supone está bien y de lo que no; ya eres suficientemente mayor como para tomar tus propias decisiones, ya no necesitas de su consentimiento para que seas feliz.

Tyler guarda silencio por un minuto antes de contestar—: Jackie es la única familia que tengo, puede que también estén mis hermanos, pero sabes, ella si en dado caso llega a estar en contra de mi relación y yo la mande al demonio se dará a la tarea de dejarme como el malo ante ellos, y no creo soportar eso.

—Amigo, tendrás una nueva familia aquí, con Troye.

—¡Yo no quiero una nueva familia, Korey! ¡Al carajo las nuevas familias, yo quiero a la que siempre he tenido, a la que me ha apoyado más que nadie!

Hay un silencio ensordecedor. Tyler sigue con la cabeza entre las manos y pequeñas lágrimas de frustración chocan con la alfombra café que se encuentra debajo de él.

—Tyler, escucha... —le dice su amigo con voz muy calmada y le toca la espalda.

—¡No! ¡Ya te lo dije, no me importa otra familia! ¡No quiero otra familia, carajo!

—¿En verdad eso piensas, Tilly? —dice con la voz entrecortada Troye.

—¿Troye... Qué...? —Levanta la vista y divisa la borrosa figura de el ojiazul en el marco de la puerta. —¿Qué tanto escuchaste? —pregunta secándose las lágrimas con el torso de la mano y poniéndose las gafas.

—Lo suficiente como para saber que no te intereso tanto como creí que lo hacías. —Se mueve a paso rápido a su habitación, mientras que Tyler torpemente se para del sofá.

—No, Tyler –dice Shaun deteniéndolo por el brazo.

—Juro que no era mi intención ha... —Comienza pero lo interrumpe la voz de Laurelle.

—No intentes arreglarlo, déjalo así.

—Por favor, déjenme arreglarlo, nunca quise que sé mal interpretara todo.

—Tyler, creo que es mejor que dejes a Troye desahogarse por un tiempo... Creo que es mejor que comiences a empacar. —Le responde de nuevo Laurelle.

—¿¡Qué!? ¡No! Yo puedo arreglarlo, lo prometo.

—Troye es muy sensible, y eso deberías saberlo.

—Lo sé, y es por eso que puedo solucionar todo...

—Por favor, hijo. Déjalo —habla Shaun.

—No me daré por vencido tan fácilmente, señores.

—¡Lo arruinaste todo! —grita Tyde dirigiéndose a la sala—. ¿Cómo quieres arreglarlo si dijiste prácticamente que no te importaba si lo tenías o no?

–No era su intención —interviene Korey intentando ayudar a su amigo.

—¡No te metas! —se dirige a él Tyde—. ¡Vete ahora, Tyler! —señala al peliverde.

—¡No puedo! Necesito hablar con Troye.

—Tyler, por favor, no lo hagas más difícil, hijo. Lo arreglaremos nosotros...

—¡Sí, como familia! —vuelve a gritar furioso Tyde mientras piensa como su hermano pudo ser tan tonto pensando que sería un cuento de hadas su historia con Tyler. No puede creer que sea tan cínico como para decir que puede arreglarlo.
Shaun lo mira y Tyde ya no dice nada.

—Te avisaremos cuando sea el tiempo.

—El problema es que nunca me avisarán de nada. —Arrebata su brazo del agarre de el padre del ojiazul y se dirige a la habitación de huéspedes.
Mete a una maleta todo lo que alcanza a agarrar, porque las lágrimas no lo dejan divisar bien. Entra detrás de él Korey y el moreno sabe que todo terminó. Toma su maleta e imita a su amigo sin decir una palabra. No puede competir con la familia Sivan, y mucho menos ahora.
Los dos salen con sus cosas y Tyler grita lo más fuerte que puede—: Te quiero Troye Sivan!

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Lunes 6 de octubre: «¿Cuándo hablaremos de nuevo?»

Miércoles 8 de octubre: «No sé cuando llegues a contestar alguno de mis mensajes, y la verdad no me importa... te extraño.»

Jueves 9 de octubre: «No te imaginas cuanto te extraño.»

Domingo 12 de octubre: «Te amo.»

Miércoles 15 de octubre: «Quiero recuperar cada uno de mis días, pero no tendrán sentido si tu no estás aquí.»

Viernes 17 de octubre: «Quiero hablarte ahora, quiero escuchar tu voz.»

Sábado 18 de octubre: «Cada día que pasa me doy cuenta de cuanto te amo y cuánto te necesito.»

Lunes 20 de octubre: «Quizás sólo necesitábamos respirar.»

Jueves 13 de noviembre: «Te necesito.»

Lunes 17 de noviembre: «No quiero darme por vencido, pero siento que ya no puedo aguantar mucho más.»

Martes 18 de noviembre: «¿En qué me has convertido, bebé?»

Jueves 26 de noviembre: «Hasta luego, Troyeboy. Te quiero, y siempre lo haré, nunca lo olvides.»

—Yo también te quiero aún Tyler, no sabes cuanto —dice en un susurro el ojiazul mientras apaga su celular.