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Tyler.

La víspera de Navidad es mi favorita. Siempre me ha gustado y aún no tengo idea del por qué.
Espero ansioso que ya sea 24. Bueno no tanto, creo yo. No pasaré estas fechas con mi familia, las pasaré en Londres.
La vida de la fama es muy mala a veces y tenemos que sacrificar un poco más de lo normal. Pero cuando te acostumbras y en verdad te gusta lo que haces eso se va pasando poco a poco y disfrutas más de las pequeñas cosas que te da la vida; como por ejemplo conoces a nuevas personas que se convierten en tus amigos y confidentes, conoces a más famosos que siempre te han gustado (agréguese foto de Darren Criss) y conoces hermosos lugares que en la vida imaginarías. Yo amo lo que hago. Y amo cada pequeño detalle de eso. Desde los reconocimientos, premios, etc, hasta las maravillosas personas que me apoyan en este increíble viaje de descubrimiento. Ya no puedo quejarme de mucho, sólo de lo básico como es no encontrar alguna revista buena en el dentista mientras espero, cosas así.

Voy a pasar la semana de Navidad en Londres. Se supone que sólo iría tres días por unas cuantas conferencias, pero Zoe se ha emocionado con la situación y planea hacer una súper fiesta navideña, y para ser sincero, me gusta la idea. Obviamente yo le ayudaré con los pequeños detalles sobre la decoración y cosas parecidas, ¿ya dije que me gusta mucho Navidad? Pues lo repito, y es que decorar y hacer algo lindo es por una parte lo que más me gusta de la fecha.

—¿Azul o blanca? —pregunta Zoe mostrándome dos rollos de escarcha.

—Esta. —Tomo un rollo de plástico del primer peldaño.

—Wo, ¡sí! —dice con voz chillona, más de lo normal.

—Es la primera vez que haremos una fiesta de navidad en nuestra casa y será con una buena decoración —interrumpe Alfie caminando hacia nosotros y con una cámara en mano. Nunca se cansa de hacer eso.

—¡Alfie!

—Es la verdad.

—¡Tyler!

—No mien... —la vibración en mi pantalón me interrumpe—, un segundo. —Levanto el dedo índice y me alejo un poco de los chicos.
Saco el celular de mi bolsillo trasero derecho y miro la llamada: «Troye Sivan».
Wow, que cambio de humor tuve. Pensé en no contestarle pero eso sería más descortés de lo que él hizo. ¿Pero estará ebrio de nuevo? Es muy poco probable teniendo en cuenta que se supone que llegaría a Londres en pocas horas.

—¿Bueno?

—Hola, Ty.

—Hola.

—Ammm, ¿Estás con Zoe y Alfie? —Estoy bien, gracias por preguntar.

—Sí, ¿por qué? —intento sonar lo más indiferente que puedo, pero obviamente no funciona.

—Es que he llegado a su casa, pero nadie abre, y no atienden el teléfono local ni sus celulares...

—¿Llevas mucho afuera?

—Unos diez minutos.

—Estamos en el centro comercial, llegamos rápido. Espera ahí.

—No creo poder ir lejos con mis maletas.Suelta una pequeña risa y eso hace que mi corazón se haga pequeño. Soy un débil y de eso no hay duda.

—Tienes razón... Ya vamos. —Cuelgo sin decir una palabra más y sin que él diga una palabra más. —Malas noticas... Haremos las compras después —les digo cuando regreso a donde están ellos dos.

—¿¡Qué!? ¿Por qué? —se queja Zoe.

—A su querido amigo Troye se le ha ocurrido llegar. Ahora está afuera de su casa... Dice que no le contestan el celular, pobre chico.

Settle Down [Troyler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora