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Los ojos rojos de Tyler demuestran su insomnio.

Se encuentra de lado y con una mano en la cabeza. Admira a Troye dormir tan cerca suyo, puede sentir como las cobijas suben y bajan al ritmo de su respiración. No quiere cerrar los ojos y despertar sin que eso sea real.
Acaricia lentamente la frágil mano de Troye y va subiendo suavemente su dedo índice por el brazo hasta llegar a la mejilla del muchacho.

Lo ama, de eso estuvo seguro en ese momento. Lo ama demasiado que es inexplicable.

Sube más su mano y alisa el pelo marrón de Troye. Lo ama y le duele.

Suelta un fuerte suspiro y besa su frente. Le duele demasiado.
Le duele el hecho de que amarlo conlleva a algo más allá de sus posibilidades. Le duele pensar que algún día ya no estarán el uno para el otro. Le duele recordar aquel momento en el que tocó los suaves labios de Troye. Le duele saber que él le corresponde.

Y aún así se siente feliz y tranquilo consigo mismo.

A eso de las cuatro de la madrugada por fin concilia el sueño y se acomoda en la cama, abrazando el delgado cuerpo de Troye.





La mano temblando de Troye se enlaza con la de Tyler. Éste sonríe y la toma más fuerte.

Sus pies descalzos pisan suavemente la mojada arena de la orilla del mar, la brizna fresca choca con sus cuerpos y el sol ya no está. El ojiazul mira el cielo estrellado y la delgada luna que aparecen esa noche. Detiene el paso y Tyler lo imita.

—Tilly —dice.

—¿Si? —responde acercándose para poder escucharlo mejor.

—Cierra los ojos. —Tyler sin pensarlo y con una sonrisa cómplice le hace caso.

Siente como Troye toma su muñeca y un frío apenas prescindible igual. Cuando deja de sentir el tacto del ojiazul abre los ojos y mira su muñeca. Un brazalete. Es un brazalete plateado con el contorno de una estrella.

—Eres mi estrella, Tilly —escucha susurrar a Troye mientras él sigue mirando el delicado regalo.

—¿Cómo? —pregunta.

—Cada que miro las estrellas me acuerdo de ti, así que quiero que tú igual. —Sonríe débilmente.

—Eres increíble, Sivan —alza la mirada y se encuentra con el azul profundo de los ojos de Troye—, gracias.

—Gracias a ti por hacerme feliz.

Los dos forman una sonrisa de oreja a oreja y se acercan lentamente. Sus labios apenas se rozan pero ellos sienten como si quemaran.

—Troye...

—¿Sí? —pregunta con un hilo de voz y comienza a cerrar lentamente los ojos mientras siente más el tacto de los labios de Tyler.

—Troye Sivan yo... —No sabe si terminar la frase porque no está seguro si el ojiazul le responderá igual o responder al beso a medias.

—Yo a ti, Tilly. —Al muchacho no le da tiempo de responder, ya que Troye lo ha tomado de la cara y ha formado el beso perfecto.

Ninguno de los dos sabe exactamente lo que siente y piensa el otro. Ninguno de los dos sabe cuanto necesita el uno del otro. No saben nada. Y en ese lugar no les importa, sólo les importa saber que están ahí, disfrutando el momento y viviéndolo, sintiéndolo.

El momento se rompe con una ola helada que los empapa de cabeza a pies, los dos ríen a carcajadas mientas se abrazan a sí mismos y caminan despacio alejándose de la orilla.

—Fue hace un año más o menos —dice mientras mira detenidamente las facciones de Tyler que está sentado frente a él.

—¿De qué hablas?

—De cuando me di cuenta de que me gustabas. —Le acaricia la mejilla con el dedo pulgar y continúa —Llevabas  una camisa lila con una corbata negra y te veías demasiado apuesto. Y noté que me gustabas. Tal vez fue antes de ese día que comencé a sentir algo diferente, pero en ese instante fue que todo eso despertó, como si una chispa encendiera todo mi ser, y desde entonces no puedo dejar de pensar en ti. —Lo mira y mantiene su mano en la mejilla, ahora sonrojada, de Tyler.

—Vas a hacerme llorar, Troye —responde con una risa tonta.

Troye también ríe y se acerca más a él para abrazarlo y le susurra:

—Te quiero, Tilly.

—Y yo te quiero también —dice sin miedo y correspondiéndole al abrazo.

Se quedan así un largo rato. Sintiendo la respiración del otro en sus cuellos y como poco a poco comienzan a entibiarse sus cuerpos.

—Troye, ¿Qué va a pasar después?

—¿Después de qué?

—Yo... tengo que regresar a Los Angeles, ¿qué haremos entonces?

—Fácil. Quédate.

El muchacho lo mira con asombro —Mejor tu acompáñame.

—Tengo a mi familia, Ty.

—Yo igual tengo a una familia del otro lado del mundo.

—No es justo.

—Para nada —dice con un suspiro y besa la frente de Troye.

—¿Y si nos vamos a Inglaterra? Nadie pierde.

—Estás loco, Troye. Pareces la típica novia desesperada porque su novio se quede a su lado toda la vida —dice con un tono de exageración.

—¿Entonces somos ya novios? —pregunta entusiasmado Troye.

—¿Tú quieres que sea así?

—Yo te pregunté primero.

Tyler suspira y lo mira a los ojos —¿Vas a dejarme esa tarea tan difícil?

—No es difícil, Tilly.

—Entonces dilo tú, no es difícil, aparte que tú preguntaste eso.

—Era para que sólo respondieras con un si o con un no, así de sencillo era el asunto.

—Pero no lo hice, y tu sacaste el tema —dice cruzando los brazos y riendo.

—Ugh, te odio Tilly.

—No es cierto. Vamos dilo ya.

—Sé que vas a responder que no —dice nervioso Troye mientras agacha la vista y comienza a hacer un hoyo en la arena.

—¡Troye Sivan! —grita riendo Tyler.

—No me presiones, y si lo vas a hacer mejor pregunta tú.

—Me voy —dice con un tono de diva y hace como que se levanta.

—¡No, Ty! —Lo sujeta del brazo.

—Pues, entonces...

—¿TylerOakleyquisierasserminovio? —pregunta con los ojos cerrados.

—¿Perdón? No entendí, hablaste muy rápido —responde burlón.

Troye suspira resignado —¡¿Tyler Oakley quisieras ser mi novio y hacerme más feliz de lo que ya soy?!

—No lo digas gritando —dice mientras le tapa la boca al ojiazul con sus dos manos—. Sí quiero.

Le quita las manos de la boca y le toma la cara, lo mira con una sonrisa cálida y mira sus labios rosados, para después plantar en ellos un beso profundo y lento.

—¿Qué parte de Inglaterra te gusta más? —Le pregunta Tyler a Troye cuando se separan del beso.

Settle Down [Troyler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora