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Troye.

¿Alguna vez han sentido un vacío enorme en su estómago? ¿O han sentido qué se les corta la respiración? ¿Qué me pueden decir acerca de la soledad instantánea? ¿Y la angustia? En mí opinión no hay nada peor que eso. Cualquiera de las cuatro o las cuatro juntas son de lo peor. Y me está pasando. Obviamente el causante de esto es Tyler Oakley.

Los días siguientes a la navidad en la casa Zalfie fueron de los más cómodos y lindos de mi corta vida. Me desvelé con Tyler, cociné con Tyler, paseé a Nala con Tyler, vi películas con Tyler, hice muñecos de nieve con Tyler; visité lugares nuevos con Tyler, comí en lugares nuevos con Tyler, compré cosas nuevas con Tyler, viví los mejores dos días con Tyler. Ok. Puede ser que los días que pasé en Perth con él hayan sido igual de buenos o un poco más, pero vamos, Londres es de las ciudades más hermosas del mundo, y pasar un rato con ÉL en esa ciudad y descubrir cosas nuevas es una experiencia que no sé describir con palabras.
Pero por mala suerte los mejores recuerdos se tienen que acabar. Su madre quería pasar el año nuevo con él y mi familia conmigo. Yo podría haberlos convencido de que me dejaran pasar la fecha en Londres con mis amigos y a regañadientes ellos accederían, pero con Ty es diferente. Su mamá cuando dice no es no, cuando dice sí es sí y cuando dice tal vez es no. Así que no tuvo opciones. Ni pensarlo. No fue opcional su situación, fue una orden. Jackie puede parecer una mujer amable y dulce, pero cuando la conoces bien es muy estricta y desesperante. Las apariencias engañan.

Regresamos silenciosos al aeropuerto. Su avión despegaba media hora antes que el mío, así que fue una despedida difícil para mi. Más cuando vi su avión despegar por los grandes ventanales del aeropuerto. Esas cosas fueron creadas por el mismísimo demonio que quiere que las personas sufran al ver panorámicamente como los aviones despegan cuando hay seres queridos a bordo.

—¿Y cómo estuvo todo? ¿Por fin... ya sabes? —pregunta Kayla, susurrando la última frase y entrando descaradamente a mi casa, a la cocina y rebuscando en el refrigerador.

Llegó de sorpresa para pasar el año nuevo con su familia. Me lo explicó por un mensaje. Pero como no aguanta estar sin contar y escuchar chismes, vino a mi casa a escuchar mi extravagante aventura en Londres, teniendo en cuenta de que es 31, y se supone que debe estar en su casa.

—Estoy bien, tuve un muy buen día, mi familia fue a visitar a la abuela y yo no fui porque llegué hace tres horas, gracias por preguntar, ¿y tú? —Me siento en la barra de la cocina.

—Estoy bien... volviendo al tema —saca dos latas de refresco y me ofrece una—, ¿Cómo estuvo todo? —se sienta a lado de mi.

—Bueno... —No puedo evitar sentirme como una colegiala emocionada por su primer romance en serio. —Fue muy... No encuentro la palabra. Pero sí que fue emocionante. Pasamos unos días muy emocionantes allá, claro, quitando la parte de que no podíamos hacer mucho en forma "romántica" en las calles, ya sabes, la fama. —Hago una mueca y abro la boca con intención de seguir hablando pero ella me interrumpe.

—¿Y desde cuándo te importa la fama, señor famoso?

—No me importa la fama. Me importa mi vida personal. Y ser famoso no ayuda mucho a la privacidad. Sé que vas a decir que yo lo decidí, el ser famoso, pero hay límites en todo ese asunto.

—¿Entonces por qué no quieres que su relación se sepa?

—Por que es personal, Kayla. —Me comienza a desesperar su insistencia.

—Sí se quieren y esas cursilerías, no tendrían que esconderse y privar al mundo de semejante romance. —No sé porque su comentario en vez de herirme me hace sentir bien. Así que río.

—¿Privar al mundo?

—Ajam —dice emocionada.

—Aun así no quiero que se sepa todavía... Habrá personas que nos apoyen y todas esas cosas positivas, pero habrá otras tantas que odien la relación, y siendo sincero no quiero eso.

—¡Sí ustedes dos confirman su relación será como cuando Blake Lively anunció su embarazo!

—No tiene nada que ver el embarazo de ella con mi relación con Ty.

—Claro que sí... Hubo gente que estuvo demasiado feliz y emocionada con su embarazo, yo me incluyo, y hubo gente a la que no le hizo gracia, y aún así nadie se fijó en esa minoría y todos somos felices.

—Pero no sabes como se siente ella con esa minoría de mensajes y personas negativas.

—Bueno, tu eres demasiado negativo, si no te has dado cuenta, y no me afecta.

Suelto un suspiro —Nunca se pueden discutir situaciones contigo...

—¡Ni contigo! —Suena su celular. —Es mi mamá –dice mirando la pantalla de éste—. Dice que tengo que ir a hacer... algo a la casa. Te veo al rato, cuídate. —Se levanta del banco, me besa la mejilla y sale disparada, literalmente, por el pasillo.

—Tú igual —respondo en voz baja.

Mi familia llegó dos horas más tarde. Y no llegaron solos. Steele (que se supone estaba en San Fancisco) llegó con ellos, pero me emocioné más cuando miré a la abuela entrar por la puerta. Ella no es mucho de festejar ya, y a su edad es razonable, por eso mi emoción.

La mayoría de la tarde me la pasé ayudando a mi mamá a hacer la comida y esos preparativos familiares para el año nuevo. Kayla no se apareció más por la casa. Ni llamó por teléfono ni me envió un mensaje durante ese tiempo. Vaya que sí tenía demasiadas cosas que hacer en su casa; pero me parece bien, ya que así tampoco me interrumpió en el asunto importantísimo de preparar un puré de papa, y mucho menos me interrumpió en mi ritual que hago mientras me baño, que consta de estar bajo la regadera durante más de media hora.




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N/A

Sé que es un capítulo súper corto y que prometí subir antes de año nuevo, pero la festividad, la familia y los preparativos para regresar a la escuela no me han dejado espacio.

Espero y mientras les guste este capítulo medio aburridin.

Les mando un enorme abrazo.
Les deseo de todo corazón un bonito año lleno de locuras y éxito. <dos+uno jajaja.

Settle Down [Troyler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora