Le gustaba disfrutar en la habitación donde se hospedaran, no le interesaba mucho en realidad si estaba molestando a los demás o no, por lo general dormía con las demás chicas en una sola habitación pero...ahora con acompañantes les era difícil juntarse incluso para bromear. Los chicos siempre estaban al pendiente de ellas gracias a los numerosos fans que las seguían...no solo por su increíble música...si no por sus insuperables físicos y famosa belleza. Porque para ser chicas rudas sobre el escenario y en sus canciones, la feminidad las seguía, explayando su belleza por todos lados.
Especialmente ella, la que estaba atrás de todo, la chica que solía usar casi siempre medias hasta las rodillas o muslos, la que usaba shorts cortos y blusas rasgadas, cabello suelto y peinado. Poseía una potencia en su cabeza al moverla cada vez que sus brazos lo hacían sobre aquellos platillos y tambores, su cabello jamás se despeinaba, ese cabello con tonalidades en verde deslumbraban a cualquiera.
Sus piernas parecían ser cuatro y sus brazos ocho cada vez que se colocaba tras esa enorme batería, no por nada la llamaban la Diosa de las percusiones. Había estado nominada unas seis veces por mejor baterista...y de esas seis veces...ganó cinco. Su ego no subía ni lo más mínimo, se colocaba normal siempre en cada presentación, nunca dejó de ser ella aunque subiera a la fama como sus demás amigas y compañeras de banda.
― Deberías dejar eso y venir conmigo a la cama
― Quiero sacar adrenalina, ¡¡Hombre!!
― Sácala conmigo acá en la cama
― No quiero tener sexo ahora
― ¿Por qué no?
― Pues no lo sé....solo quiero un trago
― ¿Y si te convenzo?
― Dudo que lo hagas, Busi
― ¿Es un reto, señorita Gilmour?
― Pruébalo
Rió suave al seguir tocando los pequeños tamborsitos, algunos entre sus muslos y otros a los costados, ella reía al golpearlos con aquellas baquetas largas, sus favoritas.
Sentía los largos brazos de su novio rodear su cintura y metiendo ambas manos en aquella blusa tan holgada que parecía ser de él. Busi hundió sus labios en aquel largo y lindo cuello, el perfume que emanaba de él lo estaba volviendo loco por lo que sus manos subieron más hasta apretar ese par de senos, eran perfectos...y en ese momento eran solo suyos.
― Cariño, de verdad solo quiero un trago...tuvimos una noche bastante pesada
― Vamos...solo un poquito...extrañé a mi chica en todo el día
Su sonrisa se enmarcaba en aquellos deliciosos labios gruesos. Ella era una chica bastante enérgica y bastante sensual, su carisma cautivaba a cualquier chico que se le cruzara por el camino.
Cerró los ojos casi cayendo en el juego de su novio....hasta que la puerta sonó tres veces.
― Perdiste tu oportunidad – se levantó al abrir acomodándose la blusa – hola Yess ¿Qué pasa?
― Lu desapareció...tenemos que irnos ya
― ¡¡¿Qué Lu qué?!!
Lo le importó dejar a su novio con la pregunta en la boca, tomó su chaqueta y partieron del hotel en busca de la guitarrista líder...que luego de haberse embriagado esa noche...se desconocía su paradero.
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Comenzaba a asomarse el sol, y los chicos se preocupaban de qué les depararía la suerte, podrían ser sometidos y encarcelados por pensar cualquier cosa...o ser tratados como héroes por haber protegido a aquella chica que estaba en estado de ebriedad y la protegieron en el hotel de la central de autobuses y aeropuerto.
