Capitulo 18

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¿Quién era el sujeto que te dio la guitarra?

― Un amigo – ella fumaba despacio estando en el área trasera de aquel bar

La fiesta comenzaría en un bar famoso de la respectiva ciudad. Era enorme y habría solo conocidos de las chicas, más aparte los chicos que no dejaban de seguirlas...como sus sombras. Lu tiró la colilla de cigarro haciendo que el mismo cayera en un pequeño charco de agua apagándose por completo. Miró al frente y suspiró escuchando la supuesta llamada de atención por parte de Jai.

― ¿Ya terminaste?

¡¡Oye!! ¿Para eso querías que te dejara sola?

― En realidad ni derecho tienes a reclamarme...digo, luego de lo que pasó hace poco

Jamás vas a olvidarlo ¿cierto?

― Jamás....así que ya déjame en paz...tengo una deliciosa fiesta que pasar por aquí

Lu...

― Bye, mi amor

Colgó y guardó el celular en el bolsillo...miró a lo largo a un Brian con dos vasos llenos de un apetecible Whiskey, ella le sonrió coqueta. Era, de las integrantes, la que más llamaba la atención, quizá por su forma de tocar la guitarra, por la forma de su cuerpo...ya ni se sabía, pero lo que sí...es que el chico la deseaba en cada paso que daba...desde que la conoció.

― Te quedaste helado a medio escenario ¿Estás bien ahora?

― Si...si, es que...jamás había hecho eso – ella sonrió de nuevo, haciendo sufrir al chico

― ¿Fumas?

― Si...

Extendió la cajetilla y ambos prendieron el cigarro para disfrutar de una charla que quizá sería larga. Brian admiraba cada parte, cada poro de la chica que amaba. Su cabello que caía como cascada en forma de risos, la forma en que tomaba la bocanada del cigarrillo, como movía su boca, sus enormes ojos...se quedaba perplejo de tenerla tan cerca...para él...ella era todo su mundo y no poder hacer nada más que observar...solo eso.

Adentro...el bar se estaba llenando de apoco, había gente en la barra, las mesas se llenaban muy suave y hasta habría dos bandas, amigas de Ladybats, que tocarían esa noche...el ambiente estaba llenándose de humo de cigarro, de risas y sobre todo alcohol...mucho alcohol. Las fiestas de las chicas no eran aburridas, al contrario, siempre intentaban ser las mejores en ese aspecto.

El baño estaba solo por suerte, él se miraba agitado y tratando de que el calor se fuera de una buena vez.

― Tiene que quedarte muy claro que ella...jamás te va a hacer caso...si, es coqueta y todo pero tiene su novio...ella es famosa y jamás te haría caso, fin de la discusión.

Se hablaba a sí mismo para darse cuenta de que lo que había pasado en la Van...no iba a volver a pasar, así que se lavó la cara una vez más y se sintió mejor...hasta que escuchó el seguro en la puerta principal.

― ¿Con quién hablas?

La sangre se le bajó a los talones de nuevo, ella sonreía despacio...a pesar del poco calor que hacía, su maquillaje seguía intacto, seguía tal cual al principio del concierto. Se quedó quieto en la barra del lavamanos y ahí ella se acercó despacio mirando su abdomen por encima de la camiseta...pero sus ojos bajaron un poquito más...

― ¿Te incomodé en el camino? – mordió su labio inferior

― N....n...

― Espero que no porque...la verdad se sintió muy bien

*Carajo... ¿De verdad ella me estaba diciendo esto?....trata de respirar y no quedes como idiota* se acercó más hasta quedar frente a frente...ella lo estaba acorralando y él...no se quería ir a ningún lado.

― ¿Te digo algo? – él tragó saliva pesadamente – si de sentirlo por debajo de tus jeans, ya lo sentía grande...no me imagino si lo saco de ahí

― Dios mío – sacó el aire, no por mucho

La boca de Lois impacto en la de Matthew, no importándole en realidad mucho: ni el bar, ni la gente, ni el baño...mucho menos su novio, Zack. A decir verdad, si Matt desaprovechaba esto...se odiaría por el resto de su vida ¿Qué más da si la chica ya lo ha hecho antes con otro sujeto? Ahora estaba él. Tomó sus caderas entonces, sintiendo nervios de que lo dejara a medias...su boca sabía tan bien, a dulce, a alcohol...tan a ella como siempre lo imaginó.

La sangre volvió a fluir, directo al centro en los jeans haciendo que le apretaran en ese lugar...la respiración agitada lo hizo parar y ella aprovechó para tomar aire y bajar con media sonrisa.

― ¿Q...q...qué...qué haces?

― Shhh

Estaba inquieto... *Esto es un sueño...debería serlo...si lo es no me quiero despertar....mierda...mierda me está quitando el botón...*

Le temblaban las piernas y para cuando lo pensó...ni tanto, su mano tomó la hombría de Matt, haciendo una mueca de sorpresa al mirarlo desde abajo, pues Lois ya estaba en el suelo arrodillada mirando tan hermosa escultura de piel.

― Dios santo, Matt...eres enorme

― Yo...

Se le trababan las palabras, estaba ya tan excitado que podría venirse solo con eso, pero aguantó como un macho...no iba a quedar en ridículo frente a la chica de sus sueños.

Las hábiles manos de Lois comenzaron a hacer su trabajo mientras sus enormes ojos miraban en dirección a los de Matt, observando sus expresiones de placer al estar acariciando su masculinidad, enorme por cierto.

Había dejado fascinada a la chica y él lo estaba disfrutando como nunca. Se aferró con fuerza de la barra, cerrando los ojos para soltar el aire y comenzar a gemir grueso y despacio...estaba entrando en un trance perfecto cuando la humedad de su boca lo hizo abrir los ojos.

Lois estaba haciendo un excelente trabajo allá abajo, Matt agachó la mirada para darse cuenta que ella había metido todo en su boca...la punta en su garganta, la respiración se entrecortaba y comenzó a gemir de nuevo al sentir como salía y entraba...sumándole a eso la hermosa vista que tenía. Aún seguía sin poderlo creer...y él no iba a dejarse caer tan pronto, no sabía hasta dónde iba a llegar...si solo sería esto...o pasaría algo más.

Del otro lado del bar, James bromeaba con Natalia sobre algunos estúpidos fans, como él les llamaba, que se caían o querían pasarse la barda para estar cerca de las chicas. Él se sentía inmortal al estar en ese lugar tan privilegiado, donde quizá algún otro idiota estaría.

Ella hacía bromas y él se reía aunque no fueran graciosas, era un ángel ante sus ojos, con aquellos frenillos que sobresalían, su cabello tan lacio y algunas puntas verdes, su cuerpo bien formado y que dejaban ver unas piernas largas bajo ese short pequeño.

― Deberíamos ir por unos tragos

― Si deberíamos

Se levantaron de aquellos sofás y caminaron a la barra para pedir algunos tragos...y ahí las miradas se fueron dando.

― Te reto a beber hasta caer...

― ¿Qué? No...yo

― ¿Tienes miedo?

― Eres una dama

― ¿Y eso qué?...anda...seguro hay muchos que van a cuidarnos

― De acuerdo...señorita, juguemos entonces


LadyBatsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora