Caminaba despacio por aquellos pasillos que ella conocía muy bien, su cuerpo se balanceaba de un lado al otro tratando de llamar la atención de ese alguien que ya tenía los ojos bien puestos sobre ella, sobre su hermoso cuerpo...sobre lo bella y perfecta que era sin ningún esfuerzo, sin algo extra que realzara lo que ya era por naturaleza.
Sophie sonreía despacio al ir caminando entre columnas, escondiéndose y apareciendo de nuevo cuanto más caminaba, el aire movía despacio su hermoso vestido largo y delgado...por lo que era visible en momentos su perfecto cuerpo desnudo bajo la tela.
Unos ojos claros la observaban y seguían desde una distancia considerable, no era ni lejos ni cerca, pero si lo suficiente para poder aspirar de ese aroma delicioso que había en el ambiente. Ella sonreía más al tenerlo cerca...y aunque por momentos le parecía extraño, ella se sentía cómoda en ese momento...con esa persona.
- Pensé que ya no vendrías a buscarme
- Siempre lo haré...
Por fin estuvieron cerca, sus manos, no tan grandes pero si fuertes, sostuvieron su esbelto cuerpo hasta acercarla demasiado y sentir vientre con vientre, sus corazones latían a la par y sus labios ya estaban a centímetros, fue cuestión de segundos que los besos fueran subiendo de tono, se revolvían la ropa, el cabello, la piel, las emociones y la satisfacción de estar juntos...al fin. La excitación comenzaba a subir en ambos, el calor y la piel viva se rozaban constantemente ocasionando que de sus bocas salieran ya algunos jadeos desesperados por sentirse...pero algo se los impedía y ella comenzaba a descontrolarse.
- No te vayas
- No lo haré si, vuélvemelo a pedir
- No te vayas – susurró entonces agitada
- No despiertes entonces
- ¿Qué?
Sophie abrió los ojos, llena de sudor, el corazón acelerado y su centro un poco húmedo por el sueño que había tenido. Se tocó la frente entonces y respiró despacio al bajarse de aquella cama sin despertarlo a él. Se acercó al tocador y cerró la puerta entonces al prender el grifo y dejar que la tina se llenara de agua tibia, necesitaba refrescar sus emociones y sentimientos ahora.
Esos ojos celestes habían aparecido de nuevo en sus sueños, esos hermosos cachetes que portaba, pero... ¿Por qué él? Pete se suponía que era él que le removía todo...pero ahora había alguien más y se trataba nada más y nada menos que de un fan, uno de los más tímidos que ella había conocido y eso le parecía sumamente adorable, pues el chico no era feo y más aparte...necesitaba descubrir que por dentro no solo era un enorme oso de felpa, sino que también tiene enormes sentimientos y...quizá algunos muy ardientes.
Se sonrió en el espejo al irse quitando prenda por prenda, sintiendo la necesidad de acariciar su cuerpo, metió una pierna y luego la otra...sonrió al sentir el agua deliciosa y se sumergió hasta el cuello, el agua estaba cristalina, en esta ocasión no había puesto las sales que solía colocar. Sus manos se movían suave, sus dedos hacían un magnífico trabajo y más porque su mente ahora estaba con ella...de darle permiso en pensar en ese alguien de hermosos ojos celestes, era hermoso en su manera...ella lo formulaba en su cabeza, esa sonrisa, ese cabello, la ropa que tenía puesta y al darse cuenta su centro estaba siendo cada vez más accesible y ella estaba de acuerdo con su cuerpo, sonreía y abría la boca al jadear despacito...lo imaginaba cerca de ella, imaginaba que él la tocaba...imaginaba todo hasta llegar a un punto en el que sus piernas vibraron, no pudo más y su interior explotó en un hermoso orgasmo...el cual recorría su cuerpo y comenzó a reír en el agua...se había tocado pensando en un fan ¿De verdad? Entonces el celular sonó...
