Se escucha un golpe, alguien está llamando a la puerta del camerino de Dulce.
- ¿Sí? -responde la muchacha, quien se encuentra inmersa en la lectura del guión.
- Le llamaba para anunciarle que va a empezar la grabación -informa el ayudante del director.
-Extrañada- ¿por qué no vino a avisarme Christopher Uckermann?
- Me dijo que si podía hacerlo yo porque él se encuentra ocupado aclarando los últimos detalles sobre su música,con la dirección musical.
Dulce queda desconcertada ante las palabras del joven trabajador. "¿Tan poco valgo en su vida, para ni siquiera tomarse un simple minuto para venir a avisarme, después de haberme dicho, es más, prometido que lo haría? ¿Con que eso significan las promesas para él, nada...?" La joven se realizaba estas preguntas sin encontrar ninguna respuesta razonable, la única que se le vino a la mente fue la siguiente: "sí, fui su amiga, y quizás algo más, pero ahora mismo no soy más que una compañera, y esa simpatía mostrada ayer, no es otra cosa que simple cortesía, lo que importa es el Christopher de hoy, porque ese es el real, y eso es algo que debo tener muy claro".
Decaída, la joven sale de su camerino para dirigirse al set, donde la esperan tanto el equipo de producción como el elenco, por ello intenta poner su mejor cara, porque el show debe continuar, o mejor dicho, dar inicio.
Al llegar, como un sortilegio, a la primera persona que se encontró fue a él. Ilusa y buena como ella sola, le sonrió pensando que quizás las cosas ya se habrían calmado. Sin embargo, lejos de ser así, este le retiró la mirada. Profundamente decepcionada, Dulce continuó escuchando el discurso que tenía preparado el productor, ya que después del percance, tras la marcha inesperada de la villana, no se podían permitir más errores en el set de rodaje.
- Chicos, ayer la filmación no se pudo terminar con éxito debido a ausencias imprescindibles. Pero nos encontramos a contrarreloj, en una semana será la presentación y aún no hemos rodado las escenas para los promocionales con la villana. Así que, hoy será un duro día de trabajo, no obstante muy productivo. ¡Vamos equipo! Hay que sacar adelante este melodrama, tenemos materia prima suficiente para lograrlo.
Con los ánimos elevados, el elenco se dispuso a rodar sin más dilación.
Efectivamente, el día transcurrió entre escena y escena, parando solo para comer y descansar un poco. Fue tal el ajetreo, que tanto Dulce como Christopher apenas se cruzaron en el foro, dado que sus respectivos rodajes se realizaban en diferentes lugares, y cuando lo hacían, se creaba un ambiente pesado, tenso, crispado, debido a la frialdad de ambas actitudes.
La jornada se acabó y el equipo entero de producción se iba a casa. Ellos ni siquiera se despidieron. Con las prisas, fue imposible terminar las escenas con Chris, así que tendría que volver mañana para su desgracia. Por ello, se marchó hacia su coche malhumorado e indignado.
