Prólogo.

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—¿Para qué nos quiere Waverly en New York? —le pregunta Gaby a Napoleón, quien estaba sentado a su izquierda en un vuelo desde Estambul hasta New York.

—Algún asunto importante requiere nuestra presencia ahí.

Gaby no podía sacar de su cabeza las 2 últimas veces que estuvo a punto de besar a Illya, quien estaba en una punta del avión. En la misión de Estambul ella y Solo tenían como tapadera ser una pareja de Alemania Occidental que viajaba de luna de miel a Turquía, por lo que no había tenido mucho tiempo a solas con Illya, sin embargo en los pocos momentos que estuvieron juntos él parecía distante. Según, le explicó a Gaby no quería arruinar su tapadera.

Llegaron a New York por la tarde y fueron directamente hasta una tintorería como les había pedido Waverly, no hicieron paradas en ningún lugar. Gaby y Napoleón entraron primero, vieron a su superior levantándose de una silla en mitad del lugar.

—Esperemos a Kuryakin —dijo invitándoles a tomar asiento con un gesto.

A simple vista la tintorería no era gran cosa, un espacio pequeño, poca maquinaria con la que trabajar y una pequeña recepción al entrar.

Illya apareció 5 minutos más tarde, tiempo que Gaby y Napoleón usaron para poner al corriente a Waverly con la misión en Estambul.

—Buenas tardes —dijo Illya con su acento ruso mientras cerraba la puerta y pasaba el seguro.

—Para comenzar felicidades por los resultados de la misión en Estambul han estado mejor que en Roma. Ahora, les he citado en una tintorería prácticamente desconocida porque esta es la nueva sede de U.N.C.L.E debéis venir aquí al terminar cada misión y reportar lo que hagáis en ella.

—¿Por qué una tintorería? —preguntó Gaby.

—Como U.N.C.L.E es un nuevo equipo no hay muchos recursos por ahora, la tintorería es de un conocido que solía trabajar para la CIA.

—¿No vamos a operar literalmente en una tintorería? —preguntó Napoleón.

—Por supuesto que no. Venid conmigo.

Waverly se levanta y abre una puerta al lado derecho de donde estaban los agentes. Dentro solo había una silla, sin más puertas Gaby y Napoleón miraron a Waverly sorprendidos de que no hubiera nada pero Illya sabía que había algo más.

—Está oculto —El ruso le aclaró a sus compañeros.

—Kuryakin tiene razón —dijo Waverly moviendo unos ganchos que sobresalían de la pared.

Una puerta se abrió. Waverly entró primero, Illya sujetó la puerta para que Gaby pasara y casi la cierra antes que el estadounidense entre.

—Esto está vacío —dijo Napoleón. Al ver que en el lugar solo había una computadora BRLESC I

—No nos íbamos a dar cuenta por nosotros mismos, Vaquero —dijo Illya malhumorado.

—Para cuando volváis de la siguiente misión ya estará equipado —dijo Waverly. —Por cierto, debemos hablar de esta misión. Es algo peculiar.

—¿Qué tiene de peculiar? —preguntó Gaby.

—Según mi información tenéis que volver detrás del telón de acero. Más específicamente a Moscú.

—No pienso volver ahí. Pueden y van a matarme.

—Al terminar puedes ir a donde quieras y...

—Yo me encargaré personalmente de que nadie te haga daño —interrumpió Illya.

Gaby sonrió pero no estaba del todo convencida de que saldría con vida de aquella misión aunque la tranquilizaba saber Illya la cuidaría.

—Debo informales que Oleg, antiguo superior de Illya, ha dicho que la KGB se encargara de vuestras tapaderas y de informarles correctamente de la misión. —Waverly les dio los pasajes a Moscú— Solo recuerde, debe tener más cuidado que los demás.

Tomaron los pasajes de avión que Waverly les facilitó. Partieron desde New York a Moscú por la noche. Habían acordado durante el vuelo que Gaby fingiría ser la novia de Illya para evitar ponerla en más peligro del necesario. Napoleón debería cuidarse solo.



























Misión URSS (The man from U.N.C.L.E fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora