Capítulo XII

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Tras la advertencia de Illya con el vino tinto Napoleón prefirió beber algo más claro, Vodka. Se sentó en una silla algo gastada en el Lobby a esperarles. 20 minutos más tarde aparecieron.

—No os dije que en 15 minutos, tenía el tiempo contado —dijo Napoleón.

—¿Por qué es tan importante? Ni que fuéramos a atrapar al malo ahora—respondió Gaby

—Básicamente por la nota del Sr. Waverly. Dijo que nos vería en 8 minutos en una tienda de alimentos que está a unos 10 minutos de aquí.

—Oleg acaba de llamar para ordenarme que averiguara que traíais entre manos con la nota. —interrumpió Illya.

—Supongo que ya no es necesario que lo hagas, el asunto es que le dirás para que no te arreste.

—Tengo una mejor idea —dijo Gaby— ¿Y si finges seguir a Napoleón hasta la tienda? Te daría algo creíble para después decir que no pudiste oír bien la conversación porque no tenías equipo y te tomó por sorpresa.

—No es mala idea —dijo Illya pasando su brazo por detrás de la espalda de Gaby para terminar con la mano en su hombro. Después se dirigió a Napoleón— Vete.

Napoleón salió por la puerta trasera del hotel como quien no quiere ser visto e Illya salió unos segundos más tarde dejando a Gaby, sola en la recepción.

Illya hizo lo mismo que siempre hacia mientras vigilaba a un sospechoso. Fingía leer el periódico recostado en cualquier lugar cerca de donde su blanco se detuviese y lo llevaba bajo su brazo cuando este caminaba. Así estuvieron hasta llegar a la tienda que había mencionado Alexander Waverly, lo que Illya no advirtió fue que a él también lo observaban, desde un edificio a lo lejos.

Napoleón entró a la tienda y pidió un café. En las mesas del interior se encontraba su jefe.

—¿Dónde están los demás? —preguntó

—Gaby no viene e Illya debe estar por llegar —respondió Napoleón

Illya atravesó la puerta y se sentó con ellos.

—Oleg sabe de la nota. Estamos en peligro —dijo Illya

Antes de que alguien pudiera responder Gaby entró a la tienda y se sentó mirando despóticamente a Illya.

—¿Porque me habéis dejado sola en el hotel?—preguntó enfadada.

—Yo... Lo... Siento —balbuceó el ruso con su típico acento.

—Bien. Ya que estamos solos les diré algo confidencial, lo cual es la razón de mi visita. Tengo razones para creer que todo lo de este grupo, Svabóda, es solo una trampa del gobierno soviético. Esto significaría que todos estamos en peligro. Por lo que respecta a Oleg decidle que alguien del grupo cruzó la frontera en Alemania y dadle esto sin abrirlo decid que es de mi parte.

Waverly extendió un sobre marrón hacia Illya. Él lp sujetó impactado, su poco nacionalismo no le dejaba creer lo que acababa de oír. Sin embargo, asintió con la cabeza. Se levantó sin decir palabra y se fue. Gabriella lo siguió a toda prisa.

—¿Que fue eso? --preguntó ella.

—Me niego a creerlo. Sé que los dirigentes del KGB son personas terribles, pero esto es diferente. Si esto es cierto no podré irme como te dije. Me encontraran, me traerán devuelta y me enviaran a Siberia, donde si no muero me asesinaran.

—No tiene por qué ser así

—Pero lo es. —dijo Illya— Si me disculpas, quiero estar solo.

Illya se alejó caminando rápidamente. Volvió a su habitación del hotel e inmediatamente llamó a Oleg.

—Waverly quería decirnos que encontraron a alguien del grupo cruzando la frontera con Alemania, me dio un sobre para que se lo entregara y... —Illya sonaba apurado pero se detuvo un momento, quería preguntarle a Oleg si era cierto que ellos habían inventado todo esto, luego recordó que eso podía significar el destierro a Siberia.

—¿Y? —preguntó Oleg al otro lado de la línea.

—Nada más señor.

******

Napoleón y Gaby estaban confundidos y preocupados después de que Illya se fue. Acordaron darle un poco de espacio y tiempo, ya que la noticia que acababan de darle no era fácil de digerir para alguien que había trabajado para la KGB desde tan joven. Así que decidieron caminar un por la ciudad.

—¿Crees que haya una mínima posibilidad de salir vivos de esta? —preguntó Gaby.

—No lo sé pero mientras tanto concentrémonos en vivir el presente —dijo Napoleón cuando la abrazó.

Antes de separarse Napoleón sintió como perdía elcontrol de su cuerpo antes de que todo se volviese negro. Gaby intentó huir aldarse cuenta de que un desconocido había golpeado en la cabeza a Napoleón perono pudo. El sujeto, mucho más alto que ella, cubrió su boca y la cargó hastauna camioneta sin que nadie hiciera algo.

Misión URSS (The man from U.N.C.L.E fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora