Capítulo XI

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—El señor Waverly nos verá en el Hermitage en una hora. —Le dijo Illya a Gaby tan pronto como colgó el teléfono y se acostó en la cama.

—¿El Hermitage no es un sitio muy público para esto? —preguntó ella.

Ilya llevó su dedo índice a sus labios advirtiéndole que no dijera nada más, ella al entender la seña corto las siguientes palabras y posó su vista en él saliendo de la cama y vistiéndose de nuevo con su típica camisa cuello de tortuga y un pantalón gris. Gaby hizo lo mismo.

Frente al hotel estaba un coche oficial esperándoles. Bajaron a la entrara principal lo más rápido posible, porque Illya lo exigió.

—¿Dónde está Solo? —Preguntó Gaby al no verle dentro del coche.

—Diferente coche —A penas respondió el conductor.

Ella miró de vuelta a Illya con cierto nerviosismo, en respuesta él tomó su mano intentando hacerle saber que todo estaría bien, que ya había pasado por esto varias veces, pero solo logró preocuparla más ya que su mano estaba más fría de lo normal.

Media hora más tarde Illya y Gaby estaban frente a una tienda de alimentos. El conductor del coche les abrió la puerta del negocio y ellos entraron.

—¿Qué estamos haciendo aquí? —preguntó Gaby pero ambos hombres la ignoraron— Pero esto no es el Herm...

Antes de que pudiera terminar Illya sujetó fuertemente su mano, Cuando ella lo miró pudo ver sus ojos abiertos como platos. De nuevo Illya quería decirle que hiciera silencio.

Ella se preguntó cuándo podrían hablar sin ser cuidadosos con cada palabra que decían.

En el depósito de la tienda había una puerta en el piso. Bajaron aproximadamente un nivel y llegaron hasta un lugar mucho más limpio pero vacío. De nuevo el conductor abrió una puerta y los agentes entraron pero él no. Illya encendió la luz, dentro había un montón de libros, armas y artefactos usados en el espionaje.

El Sr. Waverly estaba sentado en una mesa al fondo del lugar. Ambos agentes tomaron asiento.

—¿Ahora puedo hablar? —preguntó Gaby e Illya asintió con la cabeza tomando su mano bajo la mesa—¿Ser escuchada y tener una respuesta?

—Adelante, somos todo oídos —respondió Alexander Waverly.

—¿Qué es este lugar? Y ¿Por qué le dicen el Hermitage?

Illya hizo una seña a su superior diciendo que sería él quien explicaría lo ocurrido.

—El nombre clave de este lugar es el Hermitage porque es como un gran museo del espionaje. Hay de todo aquí, artefactos antiguos, nunca usados antes, manuales de casi cualquier cosa, archivos de antiguas misiones, armas experimentales, entre otras cosas. Considérate afortunada pocos vienen aquí.

—De hecho cada país tiene uno —dijo el Sr. Waverly— Me parece útil que lo sepáis ya que en algún momento tendréis que ir a algunos de estos lugares.

La puerta se abrió nuevamente para ver al último invitado, Napoleón Solo, vestía su típico traje hecho a la medida con una corbata azul, En su mano sostenía una copa de vino tinto.

—No bebas eso. —dijo Illya con su marcado acento ruso— El vino tinto es perfecto para envenenar a alguien ya que no se puede ver si tiene otra cosa incorporada.

Napoleón bajó lentamente la copa hasta la mesa, al ponerla, se sentó junto a los demás.

—¿Qué estamos haciendo aquí? —preguntó Napoleón.

—Debo darles cierta información confidencial —dijo el Sr. Waverly— El lugar donde han tenido secuestrado al sr. Solo es solo un punto de encuentro y obtención de información, no el centro de operaciones.

—Alguna información que nos ayude a encontrarlo —preguntó Illya.

—Hasta ahora no, este grupo parece haber salido de la nada. Les mantendré informados de cualquier cosa.

Alexander Waverly se levantó y tiró a la mesa un pequeño papel doblado cerca de la copa de Napoleón. Salió de la sala y Napoleón estuvo apuntó de abrir la nota hasta que Illya le golpeo suavemente, para él, en el brazo.

El ruso se levantó tomó a Gaby de la mano como lo haría una pareja normal y caminaron hasta la salida, Napoleón les siguió pero antes arrojó el vino a una planta.

De vuelta cada uno en sus respectivas habitaciones del hotel Napoleón golpeó la puerta de Illya y Gaby. Ella abrió, vestida solamente con una camisa de Illya.

—Espero no interrumpir algo —dijo mirando a Gaby pero inmediatamente guiñándole un ojo a Illya quién estaba leyendo un libro

—¿Qué ibas a interrumpir? —le respondió el ruso sin levantar la vista.

—¿Qué quieres? —preguntó Gaby.

—Os veo en el lobby del hotel en 15 minutos

Gaby se vistió para salir e Illya siempre estuvo listo, de hecho ni se había cambiado la ropa de la mañana.

Por suerte para ellos el teléfono sonó antes de que estuvieran muy lejos para escuchar Illya volvió para contestar, sabía que él único que podía llamar ahí era Oleg.

Gaby le siguió e Illya alzó teléfono.

—Alexander Waverly se trae algo entre manos con Napoleón Solo. Le ha dado una nota en nuestro Hermitage. Averigua que es para esta noche.

Illya respiro profundo intentando reprimir su ira frente a Gaby, sabía que a ella no le iría bien si estaba en medio de uno de sus ataques. Logró hacerlo, por primera vez podía hacerlo sin ayuda. Reprimió su alegría hasta las escaleras donde se detuvo y miró a Gaby con una sonrisa que nunca había tenido antes, la besó en la boca desenfrenadamente y ella trastabilló pero antes de que pudiera caer él la había sujetado por la cintura.

—¿Qué te ocurre? ¿Te han dicho algo bueno? —preguntó confundida.

—No quiero pensar en lo que me han dicho. —dijo sin dejar de sonreír— Me he controlado pequeña chatarrera. Sentía que iba a tener un ataque de ira y lo detuve solo.

—Felicidades —dijo Gaby abrazándole.

—¿Recuerdas lo que quería decirte anoche? —preguntó más emocionado que nunca y ella respondió afirmativamente.— Cuando esta misión termine desapareceré en el mundo del espionaje nadie volverá a saber nada de mí pero antes debo preguntarte ¿Vendrías conmigo?

Ella dudó un momento era demasiada información en tan poco tiempo.

—Sí, iría a cualquier lugar solo por ti.

En ese momento Gaby se sintió como una tonta, siempre se había burlado de otras mujeres cuando decían esa clase de cosas pero no podía negar que Illya la había cambiado mucho en los últimos meses.

—Debemos apurarnos, Napoleón debe estar esperándonos —dijo Gaby interrumpiendo el momento.

—Que espere —dijo Illya besándola de nuevo.

Misión URSS (The man from U.N.C.L.E fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora