Capítulo 5

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No se donde nos encontramos, ni que hacemos aquí, solo se que Emma esta atada en una silla y yo estoy atada a una jodida cama, desperté hace exactamente una hora y desde entonces no he dejado de gritar y pedir ayuda. 

Emma esta llorando y yo no quiero hacerlo, quiero ver a Eina, a mi mamá, ver a Mike, a mi perrito Jev y sobre todo, quiero salir de este maldito lugar que tanto dolor y muerte me ha dado. Mi garganta arde y mis ojos pican, eso no es buena señal.

- Luna, Luna... por favor, tranquila. Deja de gri... - no termina de hablar, pues la puerta es abierta de golpe y entra la puta de Jazmin seguida por Raymond, me lo esperaba, no me sorprende. - ¡Déjenos ir, malditos bastardos! - grito desesperada. 

- Oh, la gatita quiere sacar sus garras, ¿no es adorable, Ray? - dice Jazmin y me escupe en el estomago, como la puta barata que es. 

- Te va a encontrar, Ray. Sabes que no la dejará ir una segunda vez y cuando lo haga, vas a descubrir lo que es el infierno... - le dice Em con los dientes apretados y conteniendo su furia, sabía que no duraría mucho con las lagrimas. 

Ambos se quedan quietos y hasta sin aire, después reaccionan y se marchan. No entiendo nada, absolutamente nada de esto y lo único que quisiera hacer en estos momentos es ir a mi casa y pensar en que como voy a pagar mis estudios. 

La frustración se apodera de mi y comienzo a tirar de las esposas, siento un horrible y punzante dolor, después algo caliente baja por mis muñecas y me moja los brazos, perfecto. La puerta se abre de nuevo y entra la puta de Jazmin. 

- Vamos a ver si tu y tu amiguita son tan valientes como dicen ser. - de su bolso saca una pequeña navaja y se acerca a Emma, le coloca una cinta en la boca y le hace un corte en la pierna y un brazo, sollozo por los recuerdos y no lo tolero. 

- ¡No la toques a ella! - grito llena de furia. - ¡Todo lo que quieres hacerle, házmelo a mi! - su rostro mejora y una sonrisa maliciosa se forma en ella, me asusta como se ve ahora.

- Nos vamos a divertir, querida Luna... - me escupe en la cara y siento como me suelta un golpe muy fuerte. Se escucha la puerta y veo entrar a Ray seguido de un chico más alto. 

- Vamos, llévate  a su amiga arriba y devuélvela a Mike. - veo como le sueltan un golpe a Emma y queda K.O. me asusto más que nunca, aún tenia lo boca tapada con cinta. Veo como se la llevan. Al menos ella estará bien. - Ahora vas tu, preciosa. - me dice el castaño que tengo al frente.

Me colocan en la silla donde estaba Emma y me atan de pies y manos, aun con las esposas. Apenas me suelta el moreno, recibo el primer golpe, sollozo y lloro mientras Ray me da un golpe en las costillas y rostro. 

- Ray, déjala. Ya te vengaste por lo que paso. - dice el moreno y veo a la puta irse con Ray, ambos felices de mi pobre estado. Mis ojos pesan y mi cuerpo duele como el infierno, me recuerdan a mi padre. Demasiado... - Vamos, preciosa. te llevaré con tu "novio" y veremos quien es el mejor. 

Recibo más golpes por su parte y al ultimo quedo en la inconsciencia, lo ultimo que recuerdo fue que me caí y recibí patadas múltiples en mis costillas. De ahí en fuera, no recuerdo nada. Solo esta linda y gran amiga oscuridad, la única que me salva de todo. 

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Escucho voces a lo lejos, muchas paras ser exacta. Me siento exhausta y con mucho dolor, gimoteo por el dolor y poco a poco vuelvo a sentir mi cuerpo, es como si fuera de plomo, muevo un poco mi mano y siento otra sobre la mía. 

Abro mis ojos con una lentitud que hasta a mi me desespera, los cierro un poco por la intensa luz y por lo blanco de este maldito cuarto. intento poner atención o lo que ocurre a mi alrededor y veo a Eina con la cabeza sobre la camilla y su mano sobre la mía. 

Muevo un poco mi mano y Eina levanta su cabeza muy rápido, veo que tiene los ojos rojos y se le forma un amago de sonrisa en el rostro. Le intento sonreír, pero mi labio duele al intentar levantar lo, toca la zona afectada y su mirada se endurece un poco. 

- Hola... - murmuro con un hilo de voz y frunce el ceño, le doy una mirada tranquilizadora. 

- Hola, pequeña. Me asustaste un poco, ¿sabes? - me dice y sus ojos se humedecen un poco, tiro de su mano y estiro mis brazos, me duele el cuerpo como el infierno, pero me duele más verlo llorar. Se acerca y me abraza con mucho cuidado. - Siempre intentaste mejorarme aunque tu estés peor. 

- Siempre lo haré, Eina... - le susurro cerca de su oído y me escondo un poco en su pecho, al poco se escucha la puerta ser abierta y entra Mike junto a Emma, corren a abrazarme. 

- Luna, dios mío, creí que te perdería... - me dice a pocos pasos de mi, sus ojos igual están rojos y ahí es donde yo frunzo mi ceño... ¿Que día es hoy? 

- ¿Que paso? ¿Que día es hoy? - les pido mirando a Emma, luego a Mike y por ultimo a Eina. Se miran y Eina asiente con la cabeza. 

- Paso un día después que me fui, estuvimos dos días en ese lugar y tu has estado inconsciente por tres, cuatro días. - me quedo callada, no pudiendo creer que lleve una semana entera así. Lagrimas caen de mis ojos y Em quiere abrazarme, pero Eina ya lo esta haciendo. 

- Shh, shh... Por favor, no llores, pequeña. Se que no todo estará bien, pero te prometo que estaré contigo aunque el mundo se vaya a la mierda... - me mira y veo una que otra lagrima escapando por sus mejillas. 

- No llores, no quiero que pierdas tu semblante frío... - le susurro mientras limpio sus lagrimas, ríe un poco. 

-  Pequeña, eso lo perdería mil y un veces si a ti no te pierdo... - me dice antes de darme un beso, siseo de dolor, pero no dejo que se separe de mi, sigo con el beso y me separo lentamente de él. 

- Quiero irme a casa... - les digo a todos y Mike sale de la habitación después de un asentimiento de cabeza. 

- Ahora mismo te sacamos de aquí, iré a traerte un poco de ropa, pero tendrás que usar la sudadera de Eina, olvide traerte una blusa... - se comienza a reír un poco y desaparece dejándonos solos. 

Muevo un poco la cabeza con negación y entra una enfermera, me revisa, checa algunas cosas y me informa que podré irme a mi casa en cuanto este lista, pues mis amigos se hicieron cargo de mis gatos médicos y ya soy mayor.

Con ayuda de Eina me apoyo para llegar al baño, hago mis necesidades y lavo un poco mis dientes con un cepillo nuevo que me he encontrado aquí, salgo y veo a Em, me pasa unos jeans y un sujetador, cuando estoy lista me pasan la sudadera, de Eina.


Salimos del hospital, todos con una pinta horrible y yo en brazos de mi queridísimo y sexy Eina, me suben al auto y descanso todo el camino hasta mi casa, o la de no se quien, me quede dormida hace un par de vueltas, es muy calentito Eina.









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