Amor en las mazmorras

Capítulo 5: La Revancha.

Perderse en los callejones es fácil, lo difícil es escoger el momento justo para resurgir.

Anduve sin rumbo por un tiempo, no puedo decir cuanto pero puedo decir que probablemente había pasado mucho cuando escuché el sonido de múltiples voces  en el mercado.

No pude aclarar mi mente pues cada vez que lo intentaba, la cabeza me daba vueltas y todo era confuso y carente de sentido, frustrado volví al gremio a desayunar y darme una ducha. Pase por el buffet sin mucho animo y agarré unas tostadas con mermelada y un jugo de naranja, los comí de camino a la habitación, abrí la puerta y escuché voces que provenían de la cocina.

-Agh, vamos Lu comete todo, por favor.- era la voz de Ciel.

-No quierooo.- dijo Lu con voz consentida- ¡estoy muy llena! Solo quieres engordarme para que nadie más me mire...-

-Lu, por milésima vez ¡NO TE QUIERO ENGORDAR! pero mi deber es cuidarte y no te he visto comer bien en un tiempo.- la voz de Ciel sonaba irritada.

-Dieta.- Fue lo único que dijo Lu, hubo un momento de silencio y luego Ciel dijo:

-Nunca aprecias mi comida...-

Ignore lo que decían... era absurdo y trivial entre en el cuarto, cerré la puerta y fui directo al baño; deje llenando la tina mientras me quitaba la ropa. Me sumergí en la tina ya llena y cerré los ojos, después de unos minutos volví a abrir los ojos en busca del shampoo, lo encontré  me lo aplique y enjuagué.

"Me está creciendo en cabello"

Terminé de bañarme y salí de la tina con una toalla en la cintura, mi cabello goteaba. Busque en el armario mi ropa y salí del baño pero choqué con alguien... solo podía ser una persona.

-¡Oye! ten cuidado por donde vas.- Ciel estaba frente a mi recorriendo me con la mirada de pies a cabeza, levanto su mano derecha y la llevo hasta mi cabello mojado dejo sus dedos en la punta de un mechón cercano a mi mejilla, clavó sus ojos celestes en los míos.

-Deberías cercarte el cabello, podrías atrapar un resfriado.- Aparte su mano bruscamente.

-¡A ti que mierda te importa!- grité y me volví a encerrar en el baño.

"¿Qué acabó de pasar? Que molesto..."

Termine de vestirme y me acerque a la puerta para escuchar al otro lado, pero no sonó ningún ruido así que salí lentamente a la habitación.

"¿Que hora es?"

-Dynamo, horas.- ordené y mi Dynamo nasod proyecto un holograma en el que se ponía:

11:11 a.m.

-Gracias- y con esa palabra el Dynamo volvió a ocupar su lugar a mi alrededor- Hoy venceré a ese arrogante...- dije decidido y me dirigí a la arena con un aire renovado.

Cuando llegué a la arena me sorprendí al observar las gradas llenas con todos los integrantes de mi gremio y algunos guerreros del gremio de Elesis, ella estaba en la primera fila y me hizo gestos para que me acercara, caminé hacia ella sin prisa esperando a no ser atacado por la espalda por Ciel como la vez anterior.

-Hola, Ele.- la saludé, a ella no le gusta que la llame así pero no dijo nada, seguía mirándome con cara preocupada.

-Add...-

-Ahórrate los sermones, linda.- Se sonrojó- Le ganaré a ese imbécil.- le guiñé un ojo y me di la vuelta para volver al centro de la arena.

Espere unos minutos y cuando el reloj de mi Dynamo marco el medio día vi como una mano gigante de demonio salia a unos metros de mi posición, la mano se abrió y de ella salio Lu.

"¿Que carajos...?"

Ciel apareció caminando al otro lado de la mano.

-¡¡Señores!!-Gritó Lu haciéndose escuchar por toda la arena- ¡Quiero una pelea justa!...¡Comiencen!- dijo saltando y al caer en la mano ésta se cerró y desapareció en la tierra.

Ciel me miro a los ojos y empezamos a dar vueltas alrededor del agujero que dejo la mano gigante, se quedo quieto, tras unos segundos saco sus armas y comenzó a dispararme, esquivé todas la balas y me eleve con mi dynamo nasod, me acerque rápido a él y cuando lo tuve cerca le lancé unas cuantas balas de energía que el evadió, otra ráfaga de disparos surgieron de sus armas que pasaron rozando por mi oreja dejándome un poco aturdido, él aprovecho y junto sus armas, luego un gran disparo salió de la punta; no alcance a esquivarlo del todo, me dio en el brazo derecho y caí al suelo.

-M*erda...- dije por lo bajo.

Me levanté y corrí hacia él configurando mi dynamo nasod a un cañón de electricidad y lanzando disparos de pulso; al parecer a Ciel lo tomo por sorpresa, logré dañarlo en la mano derecha haciendo que una de sus armas cayera al suelo. No me detuve ahí pero él tampoco, me apuntó con el arma que aún sujetaba mientras yo acortaba la distancia cada vez más, la adrenalina me embargaba, todo pasaba rápido y al ser más los golpes que lanzaba que los que recibía me confié demasiado... cuando estaba a unos pasos de él; recibí un disparo en  el costado haciendo que redujera mi velocidad y cayera de rodillas. Él peli-azul camino hacía mí despacio con aire ganador se paro frente a mi y me apuntó con su arma.

-¿Con que tuve suerte, ah?- dijo en tono sarcástico de triunfo, yo no respondí nada mientras me sujetaba el costado- ¡Levanta la cara! ¿Qué te pasa? ¿No te gusta perder?-

-Yo no he perdido- dije con un tono apagado, él bufó.

-Pero... ¿Que dices?- levante mi rostro despacio, dejando ver unos brillantes ojos acompañados de una amplia sonrisa.

-Game... over... Ciel.-dije despacio levanté mi mano derecha y grité- ¡¡Prisma de partículas!!

Un prisma cristalino de color fucsia encerró a Ciel, él golpeaba sus paredes desesperado y yo salté adentro, lo golpeé con un frenesí de balas y descargas eléctricas, cuando el prisma se rompió unos fragmentos rasgaron su piel blanca el se inclinó respirando agitado.

-He he he, ha ha ha, HA HA HA ¡HA HA HA! ¡¿EN SERIO ME SUBESTIMASTE?! ¡A MI! ¡AL GRAN ADD! ¡¡ HA HA HA!!- Agaché la cabeza y volví a sujetar mi costado, pero seguí sonriendo.- Me das lástima...- levanté de nuevo mi mano derecha y con una voz aterciopelada dije- Void... Breaker...- 

La esfera eléctrica impactó directo en el pecho de Ciel y como si estuvieran conectados escuche dos gritos desgarradores en la arena, uno de Ciel y el otro de su querida mocosa Lu.

Se dio por terminado en encuentro anunciándome a mí como el ganador.

-Hehe- dije me senté en mi dynamo nasod y guiñé un ojo a la multitud.