Capítulo 37

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Eric caminaba hacia el instituto. Le había preguntado a Jane dónde quedaba el tal instituto de Theo porque al preguntarle por Theo sabía que la morena estaría atenta a sus preguntas, sin embargo, si le preguntaba por Cass, Jane estaría algo distraída. La cual era completamente irritante.

Una vez que entró, miró al gran campus por si casualidad Cass estaba por ahí, Theo o quién sea. Mirando todas las cabezas de los alumnos, se encontró con alguien conocido. Se acercó lentamente hacia Adam, que se encontraba con Gusan en sus manos y estaba apoyado en un árbol.

—¿Adam, no? Hola. —Saludó Eric, con una sonrisa en el rostro. El castaño levantó su mirada de Gusan, la cual anteriormente parecía muy concentrado examinándolo. Enarcó las cejas al darse cuenta que era Eric.

—Oh, hola.

Eric sonrió con amabilidad.

—Soy Eric, no sé si me recuerdas. Quiero ser breve. Sabes, discúlpame si te he molestado pero ando buscando a Cass —dijo con cautela, y ligeramente notó que el entrecejo de Adam se fruncía pero al final se relajó. Adam era bastante bueno fingiendo que algo no le interesa pero la verdad es que si le interesaba. Eric luego añadió:—. Sé que tú eres amigo de ella, y bueno. ¿Sabes en qué clase está? O, ¿dónde puedo buscarla en este instituto gigante? —preguntó.

Adam parecía no saber qué responder, es como si le costara descifrar dónde podría estar Cass. Cuando sabía perfectamente dónde podía encontrarse. Al final respondió:

—Sí. Creo que soy su amigo.

—¿Crees? —preguntó frunciendo el ceño.

—Sí, ¿ha pasado algo grave? —Adam literalmente no sabía que estaba diciendo, pero sintió que estaba siendo algo grosero en no decirle dónde ella se encontraba. Pero no quería.

—¿Algo grave? ¿Qué quieres decir?

—No lo sé, por algo la buscas. ¿Eres algún familiar?

—¿Qué? No. Soy Eric. Amigo de Jane. Estuve en la cafetería la otra vez. ¿Lo recuerdas? 

Adam ladeó la cabeza y lo miró por unas largos y eternos segundos entornando los ojos.

—Me suenas —dijo.

—Eh... Bueno. Primero no ha pasado nada grave, en serio. Sólo quería verla, y como sé que eres Adam, pensé que sabrías. ¿No te ha... Ella, digo, no te ha hablado de mí? —preguntó él haciendo una mueca de tristeza.

—No creo, no. La verdad es que no, nunca me ha nombrado un tal Eric —dijo, y vio de reojo a Gusan. Luego miró a Eric nuevamente.

—Ella... Se ha olvidado de nuestros besos... Qué mal —murmuró.

Ahora sí que Adam había fruncido el ceño totalmente. Quiso fingir que no ha escuchado nada pero la verdad es que escuchó perfectamente.

—¿Besos? —preguntó.

Eric había olvidado totalmente que Cass estaba enamorada de Adam, pero esta vez recordó que Adam ya tenía novia. Así que asintió.

—Sí, lo siento. No debí decir eso.

—Está bien. Puedes contarme. —Pero la verdad es que no quería oír lo que el otro chico iba a contarle, pero tenía curiosidad.

—¿De veras? —preguntó y Adam asintió.

—Sí, luego te diré dónde ella está. Creo que acabo de recordarlo —sonrió.

—Bueno, es que el sábado en la noche hubo algo entre nosotros, nada del otro mundo. Sólo un par de besos. Así quería saber dónde podía encontrarla y saber cómo está.

PEQUEÑO GUSANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora