Epílogo

746 90 12
                                    

Tocó la puerta desesperada esperando a que Adam abriera. Se supone que era una emergencia, porque el castaño llamó a Cass y las palabras que dijo, fueron: "Cass. Ven rápido. Por favor, ven. Algo está ocurriendo". Y luego colgó, y la castaña ni siquiera lo pensó que salió disparando de su casa sin siquiera avisarle a sus padres.

Adam abrió y la saludó con un beso en los labios y le dijo:

—Amor, entra y cierra la puerta. Tienes que ver esto.

Ella lo miró con el ceño fruncido y algo confundida pero asintió e hizo lo que dijo.

—De acuerdo.

—¡Cass, ven!

Ella siguió su voz por los pasillos yendo hasta el patio trasero.

—¡Cass, mira!

—Estoy yendo, cariño —dice y rió ligeramente.

Una vez que llegó se encontró con un Adam mirando atentamente como Gusan estaba... ¿convirtiéndose?

—Pero... ¿qué?

—Mira... sólo mira. Cass, está...

—Convirtiéndose.

—En mariposa —dijo él y volteó a mirarla—. Se va a ir.

Cass lo miró y sintió un poco de tristeza por Adam. Ella se hincó junto a él y contempló a Gusan.

—¿Estás bien? —le preguntó a Adam.

—Eso creo...

—Adam. ¿Sabías qué esto iba a suceder?

—No... bueno, se supone que sí pero no. Yo... he tenido a Gusan desde que tengo memoria y no quiero que se vaya, sé que suena tonto pero...

—No es tonto —lo miró—. En serio, no lo es. Es importante para ti. Adam, te lo ha regalado tu hermano y esto es importante.

Él volteó a mirarla y le hizo una pequeña sonrisa triste.

—Tienes razón. Sí, yo... no lo sé, sólo... quisiera que no se alejara de mí. Es... importante y es lo único que me queda de él —dice en un tono demasiado triste—. ¿Entiendes qué es lo único qué me queda de él?

Cass tenía sus ojos tristes ahora, se sintió tan mal de que Adam estuviera pasando por un momento así. Porque no sólo era un Pequeño Gusano, era Gusan y era importante para Adam. No importa qué cosas pensaran los demás. Era importante para él. Muy importante. Cada persona tiene algo importante que jamás quisiera dejar ir por nada del mundo.

Oyeron algo romperse. Y giraron a ver a Gusan.

—Oh Dios, está pasando —musitó sorprendida, Cass—. Se volverá mariposa. Adam...

—Lo sé. Joder. Se irá y lo dejaré volar.

—¿Por qué tienes qué dejarlo ir?

—Porque aunque no quiera, merece ser libre Cass. Tiene alas y no las tiene de adorno.

Ella asintió. Él tenía razón.

—Sí. Tienes razón...

La crisálina comenzó a romperse del todo dejando ver una mariposa literalmente verde con negro.

—Por Dios... es hermoso —dijo Cass.

Adam observó como poco a poco la mariposa fue extendiendo sus alas quedando por completo dentro del frasco.

—¿Gusan? —preguntó él y se frotó la frente—. Ya no es... Por Dios. No es más un Pequeño Gusano. Es una mariposa y es una hermosa mariposa —se le quebró la voz—. Tendré que dejarlo ir. ¿No crees?

Ella lo miró con tristeza y asintió.

—Hey... estará todo bien. Él siempre estará contigo. ¿Comprendes Adam? Tu hermano siempre estará contigo. Entiéndelo.

—Lo sé. Sólo... lo voy a extrañar —rió triste.

Él tomó el frasco en sus manos y se levantó. Cass copió el acto y lo abrazó con todas sus fuerzas.

—Tranquilo...

—Gracias por estar aquí.

—Siempre —le musitó ella—. Siempre estaré aquí. Quieras o no.

Él rió ligeramente y asintió separándose.

—Lo sé, amor.

Ella suspiró y dijo:

—De acuerdo. Es hora.

Adam asintió y comenzó lentamente a abrir el frasco.

Hey... tendré que dejarte ir porque sería cruel de mi parte dejarte aquí encerrado. Eras lo único que me quedaba de mi hermano, y es hora de que también lo deje ir. ¿Cierto? Aunque me duela. Debo hacerlo. ¿Preparado, Gusan?

Cass sonrió.

Adam abrió por completo el frasco y la mariposa salió volando por todo el patio trasero. El par de pareja contempló como era literalmente libre.

De un momento a otro Adam levantó la mano y la mariposa se colocó en la punta de su dedo indice.

De un momento a otro Adam levantó la mano y la mariposa se colocó en la punta de su dedo indice

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Eres un Pequeño Gusano. No importa que tan insignificante fueras para lo demás, eres importante para mí. No importa que ellos te tengan como un asqueroso insecto. Para mí no fue así.

Cass quería llorar y se maldijo mentalmente por ser tan jodidamente sensible pero es que cuando conoció a Adam lo primero que le llamó la atención fue el gusano que llevaba él allí dentro del frasco y luego, lo miró a él.

Y jamás dejó de mirarlo.

Era increible como una pequeña cosa podía significar la gran cosa para ti.

Así sea un insecto, un animal o una hoja. Lo que sea. Lo que sea que fuera importante para uno mismo, tiene el valor.

La mariposa voló y los dejó solos.

—Se ha ido —dice Cass y Adam asintió.

—Y no va a volver, Cass —dice Adam contemplando como volaba lejos de ellos.

Ella le tomó la mano.

—Lo siento.

—Está bien —dijo y se acercó a ella para besarle los labios—. Está bien, Cass.

Ella pensó que... por más que lo haya dejado ir. Jamás lo olvidaría porque estaría en sus recuerdos y estaría vivo allí. Porque lo recordaría con todo su corazón.

¿Qué más hermoso qué el recuerdo vivo?

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

hey, tardé y lo sé. sé que no es lo mejor pero me gustó en lo personal. creo que terminó como debería. comenzó con un gusano y terminó diferente pero que se yo. sé que algunos ya no está acá conmigo y no siguieron esto pero nada, los que está acá. sepan que gracias y ahora subiré los agradecimientos.

espero que éste epílogo les haya gustado.

ashi !¡

PEQUEÑO GUSANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora