Capítulo 49

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Adam se encontraba en su casa. No tan relajado para decirlo así porque arriba de su regazo estaba Hannah. Y él como siempre estaba intentando sacársela de encima. Habían pasado días desde aquella vez con Cass, pasaron 3 días. No había respuesta de la castaña pero al parecer sí de Hannah porque no paraba de intentar con Adam. No paraba.

—Hannah. Por favor, en serio. Lo siento pero tienes que irte —dijo él tratando de esquivar los besos de la pelirroja. 

Básicamente ella se encontraba en su regazo con las piernas de cada lado de la cintura de Adam. Estaban en el sofá pero hace 10 minutos estaban en la puerta. Al parecer la pelirroja llegó con la excusa de que estaba mal y que se sentía sola, bueno, puede ser verdad pero luego comenzó a besar a Adam y terminaron en el sofá.

—Oh vamos, bebé. Sólo un poco —dijo enterrando su rostro en el cuello de el castaño dejando pequeños besos.

Adam suspiró e intentó sacarla pero no podía, literalmente. No iba a empujarla, no haría eso jamás. Gusan se encontraba en la mesa pequeña junto al sofá y el castaño le echó un vistazo.

—Gusan está viendo todo, Hannah...

Ella sonrió e ignoró lo que dijo y comenzó a besarlo. Profundizando el beso, llevó su mano bajo la camisa de Adam para acariciar su abdomen.

—Es sólo un gusano, ¿está bien? No dirá nada.

Adam pareció ofendido con eso y la alejó.

—Escucha. No. ¿Está bien? No. No podemos hacer esto. No estamos juntos.

Ella lo miró algo dolida pero mientras sus ojos estaban mirando los de él. Comenzó a desabrochar los botones de el jeans de Adam y él miró hacia bajo donde se encontraba la mano de Hannah.

—¿Qué haces? —preguntó él.

—¿Que qué hago? —alzó las cejas en forma divertida—. ¿No es obvio lo qué hago?

—No está bien esto. Estoy tratando de hacer bien las cosas... Quier-

—¿Para qué? ¿Para estar con ella? —largó una carcajada—. Amor, ¿en serio? Ella... ¡Ugh! Ni siquiera te quiere así como yo.

Después de decir eso, comenzó a desabotonar la camisa de Adam dejando ver el torso desnudo de éste. A lo que Adam intentó abotonarlos nuevamente pero ella le sacaba las manos.

—No seas aguafiestas. Está bien, entiendo que ya no somos nada. Con más razón Adam, vamos, un poco —dijo ella haciendo morros con sus labios y pasó sus manos suavemente por el abdomen de Adam.

Él suspiró cansado. Cuando quiso responderle, le sonó el móvil. Sabía que era un mensaje. Quiso alargar su mano para tomar el móvil que estaba junto a Gusan pero Hannah fue más rápida y lo tomó entre sus manos.

—¡Mira quién es, bebé! Lee el texto, ve léelo —le dice la pelirroja y le lleva la pantalla frente a su rostro.

Era Cass. ¡Cass!

Cass:

Necesito hablar contigo, es urgente. Sé que suena desesperado pero iré a tu casa. 

¿De acuerdo? Aunque no sé tu dirección. ¿Puedes pasármelo? Lo siento si suena repentino.

Adam quería morirse. Literal.

—¿Le responderás? —preguntó Hannah con las cejas alzadas. Adam negó pero quiso quitarle el móvil y ella lo alejó—. Lo haré yo.

El castaño abrió los ojos como platos.

PEQUEÑO GUSANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora