Capítulo 42

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[ Escuchen la canción mientras leen, si es que pueden hacerlo. ]


                                                                                   ❝Adam❞

El viernes por la mañana Adam estaba alejado de todos literalmente, se encontraba apoyado en un árbol grande del campus con Gusan en sus manos. Él pensaba en la noche anterior y que, cuando despertó a Cass para que bajara del auto... Él estaba muy cerca de su rostro y ella se sorprendió. Al final Cass corrió su mirada para la ventanilla y se había dado de que habían llegado. Y al final Adam se alejó de su rostro.

No mentía al respecto de todo lo que había dicho, él en verdad le gustaba ella. Creo que más de lo que debería, y eso era un problema para él. ¿Por qué? No quería aferrarse a Cass, de ninguna manera. Pensó en lo que Cass le dijo, sobre que, él no era sincero con nadie. Ni siquiera con él mismo. Ella tenía razón. Pero lo que sí sabía era cuánto Cass le gustaba. 

Aunque ella había decido alejarse de él. No sabía si era algo que podía evitar pero amaría que no fuera así y por más doloroso que sea... Quería estar junto a ella. Y la última vez que se había sentido así, era cuando había perdido a su hermano. Cuando alguien que amaba se había ido sin darse cuenta, sin haberse despedido. Y esta vez, Cass se estaba alejando, decidió irse. Y él no estaba haciendo nada.

De algo que estaba seguro era que no podía dejar a Hannah, no ahora cuando recién estaban comenzando. Su relación era como algo relajado, estaba cómodo con ella, se reían, y hasta podían entenderse de una manera muy linda. Pero él la miraba con ojos de un mejor amigo, de una compañía muy cálida. No cómo alguien que él desearía tener hijos o algo por el estilo.

Definitivamente no podía dejarla. El secreto era que Hannah no podía ser dejada, tampoco lastimada. Todos tenemos ese pasado y Hannah tenía uno. No es muy lindo que digamos. El padre de Hannah engañó a su mamá hace 4 años, e iba a dejar a su mamá. La pelirroja en ese momento estaba destrozada porque no era algo que podía soportar, ver a su mamá totalmente dolida mientras su padre estaba dejándolas a las dos. Hannah pensaba en ese momento que debía ser horrible cuando alguien te deja y te lastima de esa manera.

El día en que, Hannah le contó eso a Adam... Ella literalmente lloró muchísimo y el castaño pensó en qué haría si algún día intentaba dejarla. Porque según Hannah, ella estaba totalmente enamorada de él y no sabría qué hacer si Adam la dejara.

Adam si podía darse la cabeza contra un pared ya lo hubiese hecho pero le dolería un montón así que no lo iba hacer. Estaba mal, muy mal. Porque si dejaba a Hannah sería totalmente un caos, los padres de Hannah eran muy protectores con ella y no querrían que su niña termine lastimada por un idiota. 

Pero él literalmente podía notar como las comisuras de sus labios se levantaban formando una sonrisa cada vez que veía a Cass. Era algo totalmente inevitable. Como llorar. Como lo estaba haciendo ahora.

—No me veas Gusan. Te juro que no estoy llorando —le dijo a su Pequeño Gusano, mientras con su mano temblorosa limpiaba unas de sus lágrimas. 

Quiso levantarse e irse pero no tenía muchas ganas de ver a nadie, ni siquiera de hablar. Hannah lo estaría buscando pero no era probable que lo encuentre y tampoco quería ser encontrado. Menos de esa manera. No le gustaba que lo vean llorar.

Para su suerte, en ese momento apareció Jane. El castaño quiso moverse para quedar detrás del árbol pero la morena ya lo había visto y ni siquiera dudó en acercarse.

—¿Adam? —preguntó confundida. A lo que Adam reaccionó poniéndose una mano en los ojos para cubrir la hinchazón.

—¿Qué pasó Jane? ¿Buscas algo? —dijo él y carraspeó porque se notaba que su voz iba a quebrarse.

PEQUEÑO GUSANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora