Fuimos corriendo hacia la moto, Ryan me dio su casco, encendió la moto y nos montamos.
- Necesito llegar cuanto antes.-
- Vale, no te preocupes por eso.- Dijo Ryan antes de arrancar. - Tú solo agarrate fuerte.-
- ¡Ryan!, ¡vas muy rápido!, ¡baja la velocidad.- dije agarrandome como pude a él.
- Eres tú la que quiere llegar rápido a casa, así que esta es la única forma, solo confía en mí.-
- Vale.-
Sentí como Ryan paraba, mire a mi alrededor, habíamos llegado, lo único que me apetecía ahora era bajarme de la moto. Ryan se bajo y me ayudo a bajar.
- Gracias por este día.- dije dándole un beso en el papo.
- Dirás noche.- dijo Ryan poniendo una sonrisa traviesa en su cara. - Por cierto, ves como no nos matamos.-
- Sí, lo siento por no haber confiado en ti antes.-
- Tranquila "Peque", yo si fuera tú tampoco confiaría a mí, jaja, pero sabes lo podría olvidar todo si me das un beso.- Claro que te lo doy, que tonto eres.
Le fui a besar, el beso era suave, era como si el universo se hubiera parado en nuestro gran beso. Me separe lentamente, recordando que tendría que cambiarme, y dormir un poco.
- ¿Vendrás al aeropuerto?-
- No, pero no es por nada en especial, es que estarán tus amigas y no creo que les parezca muy bien que este allí.-
- Así que, ¿esta sera nuestra despedida antes de que me marche? - Le fui a abrazar y le di un último beso antes de irme a casa.
Subí las escaleras, me fui a mi cuarto, me puse el pijama, me quite el maquillaje y me metí en la cama, me quede dormida muy rápido.
¡TOC!, ¡TOC!, ¡TOC!, oí que tocaban la puerta, de repente alguien entra, se acerca.
- ¡Dana, cariño, despierta!- Era mi madre.
Me levante como pude, medio durmiendo y me dirigí al baño. Cerré la puerta, me desvestí, abrí el agua, lo temple y entonces me metí dentro.
Mi cuerpo estaba demasiado cansado por lo que intente bañarme de la forma mas rápida y a la vez sin presionar mucho el cuerpo. En cuanto termine me puse una toalla alrededor del cuerpo y de la cabeza y me encamine al armario. Lo abrí, y cogí lo primero que ví, fijandome en que fuera presentable: una camiseta larga de cuadros rojos, blancos y negros; un pantalón tejano, largo con algunas roturas; unos playeros de vestir y por supuesto mi ropa interior.
Me vestí, cogí la maleta, la cartera con todo el dinero que iba a llevar, el cargador del móvil y por supuesto el móvil, y baje a desayunar.
- ¡Buenos días, Barbie!- dijo mi hermano tan alegre como siempre, yo lo único que hice fue ignorarle y sentarme a desayunar, mientras tanto mi madre estaba en la cocina terminando de envolver el regalo que le íbamos a hacer a la familia García.
Cogí la caja de los cereales eran Chetres, mis preferidos, me que de observándola unos minutos y luego los eche dentro de mi taza llena de leche con colacao he hice mi desayuno perfecto.
- ¿Sabes?, no hace falta que la idolatres.- dijo Luka quitándome la caja de la mano y observándola.- Tampoco es que sean los mejores cereales.- Le quite la caja de la mano y termine de echar los cereales.
- Menos mal que no te lo pregunté.- Estaba demasiado cansada para aguantar las tonterías que me decía mi hermano. Cogí una cuchara y me puse a comer mi preciado desayuno.
-¿ Qué tal la noche con Ryan?- Casi me atragantó con los cereales ante aquella pregunta, intente recuperarme y buscar oxígeno antes de interrogar a mi pequeño hermano.
- No te entiendo, anoche estuve en la fiesta de Joshua y sí ví a Ryan, pero ninguno nos dirigimos la palabra, cada uno fue por su lado y ya esta.- Volví a coger mi taza para terminar de desayunar aunque me fue imposible.
- Por eso te fuiste con él a la cocina, luego le acompañaste a su moto y os fuistís de la fiesta sin ni siquiera avisar a las que tú llamas amigas.
Además, tampoco pasaste la noche en casa, llegaste hace una hora más o menos.- Este niño cada vez me repugnaba más. Sabía que estaría en la fiesta pero lo que no, es que estuviera observado cada movimiento que yo hiciera.- Vale, ¿qué quieres?- Se que la única forma de lidiar con mi hermano y que no le dijera nada ni a mi madre mi a mis amigas es mediante su chantaje y casi nunca terminaba yo bien.
- ¿Por qué crees que quiero algo?- puso una sonrisa de oreja a oreja.
Iba a hablar pero en ese momento entro mi madre.
- ¿De qué hablabais?- dijo mi madre mientras recogía la mesa.
- De nada importante, ¿verdad, Dana?- Yo solo asentí.
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Que hijo de puerta es Luka. Siempre está fastidiando a Dana. Pobre :(
Dejando esto a parte espero que os haya gustado. No os olvidéis de votar y comentar ;D
PD: se que hace mucho tiempo que no recomiendo y es que no me viene la inspiración y ahora estoy completa de exámenes ya que estoy en el último curso del instituto :(
Intentaré subir más.
Os quiere: Isa
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RainBow © (SIN EDITAR)
RomanceTengo tantas cosas que decir que no se por donde empezar Hola mi nombre es Dana Belleth tengo 16 años tengo un hermano menor de 12 años insoportable, un novio al que quiero con locura llamado Ryan y las mejores amigas del mundo. Voy al instituto Pr...