Misión 2

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Capítulo editado. Si notas algún error es pura coincidencia :)

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Misión número dos:
Matthew camina tranquilamente por el corredor sin despegar los ojos de mi horario.

—Tienes clases de biología con el profesor Robston, pobre de ti —se burla o eso creo que hace. Le sonrío sin despegar mis labios y sigo caminando, observando el instituto.

—¿Sabes qué fue lo que le pasó a Stacey? —pregunto con voz chillona, fingiendo no estar enterada.

—Alguien la secuestró, pero nadie sabe quién —responde él, algo indiferente.

—¿Qué más sabes sobre esto? —pregunto mostrando interés, tal vez demasiado como para no parecer una adolescente normal.

—Simplemente que lo hicieron en un restaurante mexicano —agrega reafirmando la información que ya sé y se detiene frente a una puerta.

—¿Y dónde queda ese restaurante? —pregunto inocentemente.

—No muy lejos de aquí, ¿por qué? —pregunta.

—No lo sé —chillo—. Es muy raro que se lleven a alguien así nomás, ¿no lo crees?

—No es "alguien así nomás"; es la hija del gobernador —contradice.

—¿Eso te parece suficiente razón como para llevársela? —cuestiono, probando hasta qué punto cree en sus propias palabras.

—Claro que sí. Por lo que pienso, manipularán al gobernador Inslee para ganar algo. Eso debe ser suficiente para ellos —dice.

—¿Y por qué no lo raptan a él? —vuelvo a preguntar, cuando se detiene frente a mi puerta.

—Pues, porque es más difícil —parece burlarse.

—¿No te parece que su padre le puso suficiente seguridad? Sigue siendo la hija del gobernador —me encojo de hombros—. Gracias por traerme al salón —agradezco asomando medio cuerpo por el marco de la puerta una vez que entro.

Luego de un rostro confundido y un guiño por mi parte, me siento junto a un chico con unas gruesas gafas de ver.

—Hola —saludo amablemente, pero no recibo más que un gruñido.

El chico se gira dándome la espalda y comienza a garabatear en su cuaderno. Me encojo de hombros y decido ignorarlo tal como él lo hace. No quiero ganar enemigos antes que amigos.

Me doy vuelta buscando a alguna chica amante de los chismes pero no encuentro a ninguna. El salón estaba casi vacío a excepción de el chico, una pareja besándose en la parte trasera y yo.

     Al terminar el instituto, el señor Moore, Zachary y yo volvimos a su casa, donde Gloria nos esperaba con unas tostadas y galletas caseras

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Al terminar el instituto, el señor Moore, Zachary y yo volvimos a su casa, donde Gloria nos esperaba con unas tostadas y galletas caseras. Me senté en la barra de la cocina y no dudé en tomar una galleta y morderla.

Bridget Craine®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora