Misión 7

6.6K 446 24
                                    

Este capítulo esta dedicado a nadie más ni menos que a marafernandamen :)

Muchísimas gracias por votar y muchas más por leer la historia. Me encanta que te encante *-*

-Brave


Capítulo editado. Si notas un error es pura coincidencia :)

---

Misión número siete:
—No estuvo mal para la primera cita —hablé.

     ¿Acaso Bridget Craine había dicho eso? No, claro que no. Cassidy Moore hablando, compañeros.

     Me golpeé mentalmente al verlo sonreír. Se veía lindo haciéndolo, pero no tenía que hacerlo. ¿Recuerdas el mensaje de Claire, tonta-Bridget?

     —¿Eso significa que habrá más? —preguntó.

     Sonreí. 

     Sí, había sonreído. 

     Mierda. ¿Cómo es que este adolescente podía sacar de mí sonrisas tan tontas y por cosas aún más tontas? Calma las hormonas, mujer.

     —Sí —respondí. No quería acabar el momento—. Pero aún no acaba esta. ¿Te invito un helado?

     Recién salíamos del cine, y cerca había una heladería. El cartel se veía desde la entrada al edificio.

     —No puedo comer helado, soy intolerante a la lactosa —dijo rascando su nuca. Abrí los ojos más de lo que ya estaban.

     ¡Eso yo lo sabía! ¡Lo leí en el "Diccionario"! ¿Por qué no lo recordaba? ¡El hombre te distrae demasiado, Bridget!

     —Pues, entonces te invito... ¿un chocolate amargo? —pregunté con una risita tímida.

     —Me encantaría —rió.

     —Por lo de "te invito" me referí a que tú invitas. No traje dinero —me encogí de hombros y él me miró riendo—. La próxima va a mi cuenta.

     Le sonreí y me pasó un brazo por los hombros.

     En serio quería que esta noche fuera eterna. Pero no debía permitirlo. Aceptar el cine fue solamente algo que debía hacer para ganar su confianza. 

     ¿Cierto, Bridget? No puedo permitir que "Cassidy Moore" se arrebate mi actitud de agente. ¡Sigo estando en la misión! ¿Lo recuerdas, Brid?

     Suspiré y caminé junto a Matthew hasta el quiosco del cinema. Compró un chocolate extremadamente caro y partí un pedazo para luego metérmelo en la boca. Le entregué el resto y él lo mordió.

     —El chocolate tiene esas marcas para que lo partas por allí, ¿por qué lo muerdes? —pregunté.

     —¡Vamos! Las reglas están para romperse, las líneas para no seguirse y las citas para besarse —afirmó divertido, acercándose a mí.

     —No me besarás, lo siento. Pero buen intento —le sonreí golpeando su hombro.

     Caminamos en silencio hasta el auto. Una parte de mí quería caminar junto a Matthew toda la noche, simplemente hablando. Otra, solo quería que todo acabara encontrando a Stacey en ese momento, para que termine y pueda volver a hacer misiones de espionaje y no de campo.

     —¿En qué piensas? —preguntó Matthew.

     —En nada —mentí.

     Se encogió ante mi fría respuesta y apoyé mi mano sobre su pierna para disculparme.

Bridget Craine®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora