Bridget Craine®

Misión 27

Capítulo editado. Si notas algún error es pura coincidencia :)

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Misión número veintisiete:

Me levanté de la cama apenas sonó mi alarma. Estaba preparada para enfrentar el día. El tiempo había volado y solo faltaban una semana para el baile de la nieve. 

     El grupo ignoraba la noticia de Aaron como lo habían hecho con la de Stacey cuando ella desapareció. Me parecía algo frívolo y raro, pero había seguido la corriente y ahora todos esquivábamos el tema cuando se presentaba.

     Me calcé unos pantalones negros cómodos y una blusa ceñida de color gris claro. Subí unas botas muy lindas por mis piernas y me puse de pie tambaleándome un poco. 

     Acordé con  Mary que devolvería la ropa a la CIA el sábado, pero me dejaría mantener el móvil.

     —Buenos días —murmuré cuando bajé las escaleras y me senté en la mesa de la cocina.

     Apenas dejé el trabajo en la agencia le había pedido a Gloria que me deje quedarme hasta que consiguiera otro lugar. Ella aceptó gustosa, y desde que escuchó que Thomas había ayudado a Claire había estado callada y no había cocinado ni un bizcocho.

     No recibí respuesta y tomé una manzana del platón.

     —¿Cómo estás? —le pregunté sonriéndole y acariciando su mano por encima de la mesa. 

     —Nada bien —contestó en voz baja.

     Zachary entró a la cocina y Gloria cambió su expresión afligida por una sonrisa. El niño abrazó a su madre y ella besó su cabeza. Me saludó abrazándome a mí también y luego se fue hasta la isla de la cocina para tomar unas galletas de un paquete que había allí.

     —Vamos, los llevaré al instituto —comentó Gloria, poniéndose de pie y caminando hacia la entrada principal.

     La seguí y tomé mi abrigo del gancho junto a la puerta seguido de mi bolso y salí detrás de la señora Moore y Zachary. Suspiré profundo y me subí al coche, dejándome caer en el asiento trasero y abrochando mi cinturón luego. 

     Unos minutos eternos después, la señora Moore estacionó frente al instituto y besó la mejilla de Zach y la mía antes de que nos bajáramos como todas las mañanas. 

     Caminé hasta el instituto, directamente hacia el salón de biología. 

     —¿Quién es él? —le pregunté a Paige sentándome a su lado luego de besar su mejilla. Miré a un profesor nuevo; alto y de barba espesa—. ¿Dónde está Jannis?

     —No lo sé, avisaron de su cambio hace unos minutos —contestó.

     Pensé un segundo en la actitud rara de Jannis en el cumpleaños de Thomas y sacudí mi cabeza negando la tonta idea que tenía en mente.

     —¿Con quién irás al baile? —le pregunté llamando su atención.

     Ella soltó su bolígrafo y me sonrió.

     —Max me invitó —respondió—. Luego de... ya sabes... —murmuró refiriéndose a Aaron— me decidí a disfrutar la juventud y salir con chicos, sin esperar nada.

     Le sonreí y saqué un cuaderno de mi bolso. Necesitaba encontrar una forma de reemplazar la ropa, los zapatos y bolsos de todo mi guardarropa rápido. Tenía el cheque de mi trabajo en la agencia por diecisiete años y en cuanto pudiera iría al centro comercial.