Un cadáver escurre su brea en el asfalto, es el quinto en la semana que salta por los aires buscando el suelo. Transitaba por una avenida concurrida por la noche, la fiesta y el alcohol se vieron parados por el estruendo del cráneo reventarse. No obstante al caminar del otro lado de la calle revoloteo hasta mi un aroma extraño, uno que escarbaba en mi mente y buscaba un recuerdo. Me sentí invadida por una extraña curiosidad, una que sin revuelos tiro de mi y me condujo a una iglesia. Para entrar primero force la cerradura, puse mi mano sobre el orificio de la chapa y concentre mi energía. Rodee la cerradura y la expuse al vacío con mi magia constriñendola, y una vez estrujada irrumpí en el edificio.
El templo es sencillo, los detalles y las fachadas no me interesan así que soy directa y busco hasta dar con unas escaleras en espiral de metal ascendentes. Una vez arriba observo. Entre la estela del neón rasguñada por las intermitentes de las sirenas, capturaba la ciudad en mis ojos.
-Dicen que mientras subía las escaleras estaba acompañado.- Dijo Igerin en cuclillas a la cornisa del vértigo.
Estaba fresco y variadamente iluminado. Guarde silencio identificando a Igerin, un espíritu errático pero muy allegado a los viejos círculos de exploradores de grimorios.
-El olor a Vudú me tiene inquieto, daré una vuelta por los alrededores.-Exclamo mientras erguía su posición adoptando una postura imponente teniendo en faldas el espectáculo de luces.
-Esta bien...-Dije sin más.
-¿No iras con nosotros?-Se volvió a mi.
-¡¿Pero que podrías esperar de ella!?.- Intervino Valever, a lo alto de pie sosteniéndose sobre su dedo gordo en la punta del para rayos.
Comienzo a frustrarme pues Valever es un brujito joven muy malcriado, que no les engañe sus barbas y facciones de león. Este tipejo es bastante molesto y en mi opinión sin el suficiente coraje para abandonar el matriarcado de "Los niños de sauce", una sociedad mágica.
-Déjala en paz.- Alego Igerin pero la molestia ya estaba. Así que me retire.
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Marianas
FantasyMisteriosas batallas son libradas ante los ojos de todos. Seres antiguos disputan territorios y extienden sus influencias hasta rasguñar puertas prohibidas. Marianas una hechicera de apariencia joven pero largo caminar en este mundo, descubre una or...