***
-Marianas, ¿Puedes oler eso?.- Dijo una voz mayor, un tanto rasposa pero sin ser tosco.
-¿Oler que maestro?.
-Cierra los ojos... ¿Y ahora?.
-Huele como a... podrido, ¿Que es maestro?.
-Libertad.
***
-¿De donde sacaste a ese muchacho?.- Cuestiona Ágata mientras con esfuerzos reposa en una roca verdosa y plana. Lleva un gorro de aureola larga que cuelga hasta sus hombros, un chal tinto y sus botas de viaje.
Miro fijamente a los adentros del bosque donde al final descansan un millar de rocas en forma vertical formando un laberinto. El sonido del bosque y de los árboles nos envuelven y no se percibe nada más, ambas guardamos silencio.
-Si quieres que se convierta en tu alumno le has puesto una prueba muy complicada.- Agrega Ágata simplona.
-Si no puede con esto su entrenamiento solo me estancara, necesitamos ser rápidos.
-Rápidos eh, mmm... ¿Cuanto tiempo tardaste en hacer un buen rastreo? ¿quince años?.-
-Doce...
-¡Oh! cielos, hem ¿Y ya rastreaste el origen de la criatura que te ataco?.-Nuevamente simplona.
-Mira solo tiene que hacer una cosa, encontrar a Lasser, no lo tiene que traer, no tiene que pelear ni tiene que transformarse, con que lo vea estará la prueba por superada.
-No crees que pueda hacerlo ¿cierto?.
-Es para dejar las cosas en claro.
-¿Y si lo logra?.
-No lo lograra.
-Pero ¿Y si lo hace?-
Ágata estaba haciendo presión en el área que no deseaba pensar, la idea del tener un alumno era algo a lo que aún me estaba negando. Pero el muchacho insistió demasiado, tengo la esperanza de que se desanime con la prueba y vea que esto no es un juego. Pero entre más lo pienso más erupciones extrañas ocurren en mi cuerpo. Al estar en solitario conoces las condiciones de las cosas que te rodean, lo controlas y lo manipulas. Cuando todo comienza a ser un trabajo de equipo, tienes que contemplar aún más variables y muchas fuera de un calculo seguro. En pocas palabras estar a merced de la suerte de nuevo me desagrada.
Habían pasado al rededor de dos horas cuando comenzaron a caer las primeras gotas, yo seguía parada en el mismo lugar y en la misma posición erguida. Ágata sonreía y disfrutaba de la lluvia, su sombrero extenso la refugiaba de toda gota de agua. Dicho espacio era excelente para poder fumar un poco de su Farinelia, su humo pesado envolvía la roca donde estaba sentada y daba la ilusión de ser una nube. Súbitamente comienza a desprender una risita, una que comenzó como una disimulada hasta una que claramente podía oír. Temí lo peor.
-¿Quieres?.-Dijo ofreciéndome una bocanada de su humo.
La mire desconcertada mientras la lluvia me empapaba y con los ojos bien abiertos.
-Lo vas a necesitar.- y finalizo con una risa suave pero burlona.
Escuche el crujir de las ramas a los lejos, a un compás que indicaban ser pisadas. Mire temerosa hacia el laberinto y suspire hondo. Mateo se acercaba caminando, empapado y con múltiples cicatrices en sus brazos y una media luna que viajaba desde su pómulo hasta abajo de su barbilla. Para mi sorpresa Lasser estaba sentado en su hombro como una ave mientras él caminaba. No solo lo había encontrado, si no también había logrado capturarlo aparentemente, algo sin duda muy difícil. Mateo camino hasta estar lo suficientemente cerca de mi para observar su hazaña. Lasser bajo de su hombro y busco refugio con Ágata quien seguía riendo pero en un tono más bajo. Mire al muchacho y el me miro, nos miramos fijamente a los ojos durante unos instantes mientras la lluvia se hacia más intensa.
-¿¡Es suficiente para ti!?.- Replico molesto y con fiereza.
Su agresividad me capturo, y olfatee más energía brotando desde su pecho mientras respiraba agitado.
-¿¡Por qué quieres convertirte en un hechicero!?.- Respondí con seriedad.
-¡Porque jamás me había sentido tan vivo!.- Repuso indomable.
Lo observe un breve instante y mientras mi berrinche hacia erupción y se transformaba en rabia, di la media vuelta. Al dar el salto para bajar mis talones tocaron el suelo con fuerza y sacudieron los árboles, solté un alarido molesta y este empujo las gotas de lluvia hasta los cielos, dejando un breve momento en calma. Ágata reía incontrolable.
-¡Mira Lasser!, Marianas tiene un aprendiz.-Dijo burlona.
La lluvia volvió a precipitarse unisona y nos alejamos del lugar.
ESTÁS LEYENDO
Marianas
FantasyMisteriosas batallas son libradas ante los ojos de todos. Seres antiguos disputan territorios y extienden sus influencias hasta rasguñar puertas prohibidas. Marianas una hechicera de apariencia joven pero largo caminar en este mundo, descubre una or...