... Y si tengo que ser sincero como el espejo de la mala de Blancanieves,
todo va mal, nada tiene sentido, todo se derrumba y ya no veo camino.
Empiezo a quebrarme más, mucho más, y todo me queda grande.
Podrías recordar quién estuvo en el último escalón,
para verte bajar con tu vestido largo,
barriendo de mi vida el temor
y abriéndome las puertas al Paraíso.
Me enseñaste que valía tanto como tanto me quisiera,
y ahora no me quiero, es más, me detesto.
¿Quién iba a querer a una persona que se escupe al verse reflejado?
Como lágrimas dormidas aguardo a que alguien
que no sea como tú, a ser posible,
me rescate de mi miedo a darme,
de mi miedo a tirarme a la piscina sin saber si hay agua.
Como lágrimas dormidas, me engancho de tus ojos,
caigo en el olvido, salpicando a quienes me rodean.
Quizá porque el espejo de Blancanieves es un dibujo animado
y ni siquiera existe en la realidad.
Quizá sea por eso por lo que asienta y me mienta,
que todo está bien, que nada me duele, no se me clavan los cristales
y mucho menos, sangro.
Podríamos decir que
tocado y hundido
definitivamente.
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Las lágrimas también duermen
Poetry¿Una descripción más para otra historia de amor? Ya está todo dicho.