capitulo 1 - dia interesante

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SARA:

Era un día común y corriente en la escuela, estaba en mi última clase del día, una hora para salir de la escuela he ir a mi trabajo en el Starbucks que queda cerca de mi casa. Sonó el timbre que me indicaba que ya era hora de salir de mi última y aburrida clase de química.

Hola se me olvido presentarme me llamo Sara Collins tengo diecisiete años vivo sola desde los cinco años se preguntarán ¿tiene padres? pues la respuesta es no, no los tengo ellos murieron un día antes de mi cumpleaños número cinco, desde entonces me crio mi abuela Ana, pero ella murió cuando yo tenía doce años desde entonces vivo sola.

soy alta tés morena ojos cafés claro, cabello café claro

Voy de camino al Starbucks cuando de repente me siento observada doy vuelta y no hay nadie cuando volteo para continuar al frente de mi esta mi mejor amigo Aron.

Aron es un chico alto, tiene los ojos de un verde grisáceo, tiene el cuerpo de un dios griego, tiene el cabello rubio es todo un adonis, pero lo que más me gusta de él es que es muy atento te ayuda en lo que más puede y él me cuida como si yo fuera su hermanita menor.

- ¡estás loco casi me matas de un susto! -le digo. Él me mira y estalla en carcajadas al ver mi cara.

-lo...siento.... no ...quería...asustarte- dice entre risas por la cara que hice cuando me volteé.

-ya basta, deja de reírte de mí ahora que te parece si vamos a trabajar antes de que lleguemos más tarde de lo que vamos- se me olvidaba Aron trabaja conmigo en el mismo Starbucks.

-oye como van las cosas con tu novia Halley- le pregunto mientras vamos de camino al Starbucks.

-bien solo que últimamente está muy rara no sé que le pasa anda de un genio que ni ella se aguanta-dijo, Halley no es de mi agrado ya que ella no es una persona buena he visto que les coquetea a muchos chicos, yo le dije a Aron, pero no me creyó, Halley es una chica rubia de mediana estatura ojos azul claros, piel lechosa, cejas pobladas es delgada es hermosa, pero es caprichosa y le falta cerebro solo piensa en sus uñas en que ropa comprarse es estúpida.

- ¡por que no terminas con ella! -le digo en un intento desesperado, él solo me fulmina con la mirada igual que yo

-por qué insistes en eso yo la ¡amo! y eso no lo podrás cambiar-

-si claro eso me dices ahora pero cuando veas lo que tu noviecita te hace te dar con el mayor de los gustos una cachetada- dije haciendo comillas en la palabra noviecita.

-oye mira no quiero pelear ¿sí? -

- está bien lo dejo pasar ¿ok? - no me había dado cuenta que ya habíamos llegado al Starbucks por estar discutiendo con Aron.

entramos y lo primero que mis ojos vieron fue a un joven que aparenta unos veinticuatro años, cabello rubio crespo, ojos grises claros con un ligero toque de café alrededor de sus iris unos labios rojos como la sangre que te hacen dar ganas de besarlos es alto yo calculo un metro ochenta.

cuando sus ojos se toparon con los míos me sentí pequeña y tuve que bajar la vista.

rápidamente me cambio para comenzar mi turno

- ¡SARA! - pego un brinco cuando escucho que Jerry me llama

Jerry es el dueño del lugar en el que trabajo es un viejo gordo de cincuenta y cinco años que viste con una camisa manchada un pantalón de mezclilla negro un delantal que le llega hasta las rodillas, el viejo a penas me ve se acerca y me dice:

-niña al fin llegas necesito que atiendas a él joven de aquella mesa- dijo Jerry, cuando volteo veo que se refiere al mismo joven de hace un rato, cuando me voltee Jerry ya no estaba

trague saliva cogí la libreta y me prepare para pedir lo que él quisiese comer cuando llegue hasta el puesto de él, nuestros ojos se encontraron y de inmediato me sentí intimidada por él rápidamente quite la mirada y por el rabillo del ojo pude ver como las comisuras de sus labios subían.

-bienvenido a Starbucks que desea ordenar-

-hola me gustaría tenerte a ti- dijo, yo me sonroje cuando dijo eso, baje la cabeza para que no notara mi sonrojo.

-disculpe- me golpeo mentalmente por el hilo de voz que me salió

-quiero un café- sonrió al ver mi cara que puedo jurar que en estos momentos es todo un poema.

-enseguida-después de dejarle el café a ese joven fui a la cocina a ayudar a Jerry mientras que Aron se encarga de atender las mesas junto con otros chicos

así paso toda la tarde hasta que era hora de salir cuando salí camine hasta mi casa ya que no que me queda tan lejos cuando llegue a mi casa lo primero que hice fue dejar mi maleta en el sillón después tome una ducha y me acosté cuando ya estaba lista para dormir vino a mis pensamientos ese joven de la cafetería, tenía el leve presentimiento de que no sería la única vez que lo vería con esos pensamientos me dormí.






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