Imaginas 「BTS」 + En edición

Yoon Gi.

Compras

—Ya llegamos —dijo Suga a mi lado mientras aparcaba su auto.

Ambos nos quitamos los cinturones de seguridad y nos bajamos del carro que meses atrás Suga había comprado con sus ahorros.

Tomados de las manos, nos subimos al elevador y nos dirigimos al tercer piso en donde haríamos las compras navideñas para mi familia, la familia de Suga y para los chicos.

—Ya me quiero ir—dijo Suga perezosamente cuando se abrieron las puertas del elevador y las grandes masas de gentes se acumulaban frente a nuestros ojos.

—No tardaremos mucho —traté de sonar segura ya que no estaba muy confiada de que saldríamos de aquí en menos de tres horas.

Con un Suga perezoso tomamos rumbo a una joyería para comprar los hermosos pendientes que mi madre había visto días atrás y el collar que había fascinado a la madre de Yoon Gi

—Estamos tardando mucho —suspiró cansado.

—Solo he hecho dos compras —reproché mientras hacía un puchero.

—¡Ahg, pero es que eres muy lenta! —dijo mientras colocaba sus ojos en blanco.

—¡Está bien! —dije de la misma manera—, vete y déjame hacer las compras a mi sola, abandoname en medio del centro comercial que cualquier otro chico me ayudará con las compras.

Mis ultimas palabras fueron el detonante para que Suga estuviese lo suficientemente celoso y me tomase de la mano toscamente para dirigirnos a la siguiente tienda.

—Ni loco te voy a dejar aquí con tantos chicos rondando —decía mientras me llevaba a rastras. Con delicadeza abracé a Yoon Gi por la espalda y este aceptó mi gesto encantado.

—Voy a encender la cámara —dijo sacando de su bolsillo trasero el teléfono.

Y así ambos comenzamos a hacer caras raras y a reír, uno que otro beso por aquí y por allá, y a decir estupideces.

—¡Mira ese gorrito!—grité como niño pequeño en una dulcería.

A pasos un poco torpes llegué hasta la señora que vendía los preciosos gorros de lana roja y tome 7. Pagué por ellos y además de eso compré una diadema con dos orejas de reno súper lindas que había visto sobre la mesa.

Con los 6 gorros en la bolsa coloqué el que tenía entre mis manos sobre la cabeza de mi novio. Suspiré evitando soltar una carcajada.

—Te ves genial—le guiñé con mi ojo derecho—. Tu pelo y tu piel combinan perfectamente con el color.

—Lo se—dijo haciéndose la diva.

—Oye —dije llamando su atención—, lo de diva no es lo tuyo, eso es de Jin.

—Pero admítelo, soy mas guapo que Jin.

—No lo creo —dije negando con la cabeza—, aquí el mas guapo es Ji Min.

—¿Me estás cambiando por Ji Min?—dijo colocando una mano sobre su pecho pareciendo indignado por mi respuesta.

—No, solo estoy diciendo se Ji Min es el más guapo, pero si hablamos de ternura creo que ganaría Tae Hyung —sonreí.

—¿¡Eh!?

—Si hablamos de buenos movimientos de baile elegiría a Ho Seok—coloqué mi dedo indice sobre mi barbilla pareciendo pensativa—, o si hablamos del rapeo mas rápido Nam Joon sería el elegido.

—¿Estás diciendo que Nam rapea mejor que yo?—pude ver en sus ojos un leve brillo de dolor.

—Un poco, si —me encogí de hombros

—Eso duele.

—No te preocupes que tu les ganas a todos ellos en sensualidad y en composición. Físicamente eres extremadamente guapo y no hablemos de Swag que de eso tienes un montón- Apreté sus cachetes como puerquito. Definitivamente mi hombre era perfecto.

—¿Lo dices en serio? —preguntó con un ligero rubor sobre su rostro.

—Muy, muy en serio—dije abrazándolo—. ¿Sabes quien es el chico de mi corazón?

—No, ¿Quien es?

—Jung Kook—dije entre risas.

—¡Hey! —me apartó un poco de su cuerpo tomándome por los hombros.

—Lo siento, lo siento—dije tratando de contener la risa.

—¡Eres realmente cruel!

—Ya, pero hablando con total seriedad—dije mostrando mi lado "serio"—. Min Yoon Gi es el chico mas sexy, tierno, el mejor rapero del mundo, el chico con mas Swag que mis ojos han visto. El dueño de mi corazón y de mi alma, el chico al que amo —dije remarcando la ultima palabra.

—Que melosa eres—dijo pasando sus brazos por mi cintura.

—Pero solo contigo —dije besando sus labios.

Luego de aquella extraña discusión, abrazados caminamos en busca de los otros regalos.
Suga decía que demoraba mucho para después ser callado con un beso de mi parte. Me ayudó a cargar con algunas bolsas pesadas ya que decía que su princesa no tenia porqué andar con cosas pesadas entre sus brazos.

Cuando las compras ya estaban hechas, guardamos las bolsas sobre el baúl y nos montamos rumbo a nuestro hogar.

—¿Cuál es mi regalo?—preguntó curioso en medio del silencio

—Ya lo verás —dije alejando mi vista de la pantalla del celular en mis manos y lamiendo mis labios de manera sensual.

Fin