Imaginas 「BTS」 + En edición

Nam Joon

Cuarto de limpieza; pt 2

—¡________! —gritó mi superior desde su puesto. Tan rápido como mis piernas un poco regordetas me lo permitieron, salí del cubículo desde el que trabajaba y me acerqué a la señora Choi—. Te dije que el comeback de los chicos estaba a la vuelta de la esquina, ¿no es cierto?

—Así es —dije en un hilo de voz mientras asentía lentamente. Mis manos empezaban a sudarme y solo podía enfocarme en el rostro fruncido de mi jefa.

—¡¿Entonces qué diablos es esto?! —papeles fueron arrojados en mi cara aumentando el sentimiento de humillación que comenzó a embargarme—. ¡Te dije perfectamente que las letras para el póster deben ser rojas¡ ¡Rojas!

—Pero...

—Sin peros. Estoy cansada de que arruines todo en los últimos momentos y solo atrases nuestro trabajo. Voy a pedir tu traslado a otro equipo.

Sin decir mucho más, me alejé de allí mientras sentía como las lágrimas amenazaban con salir con intensidad. Tragando el nudo que tenía en mi garganta, tomé mis cosas del puesto y salí de la oficina.

No hacía más de dos años que había adquirido el trabajo y había sido contratada en el equipo de diseño; sin embargo, no todo fue rosas y arcoíris. Mi jefa, Choi Seul Ming, se empeñaba en hacer de mi trabajo un asco total, y desde que se sabía que comencé a salir con Kim Nam Joon, parecía que su presión sobre mí solo iba en aumento.

—Hey, desde hace media hora estoy llamándote y tú solo andas suspirando con fuerza. ¿Ha sucedido algo?

La voz de Nam llegó como un balde de agua fría sobre mi oído y su brazo se encontraba sobre mis hombros frenando mi caminar. Giré mi rostro para mirarlo y pude ver en sus ojos aquel deje de preocupación.

—¿Qué ha pasado? —preguntó sacándome de mis pensamientos.

—Yo... —la voz se me quebró y Nam se apuró a apretarme entre sus brazos—. La señora Choi ha vuelto a criticar mi trabajo, ni siquiera me dejó explicarle el porqué de mi decisión.

—¿De qué trabajo estás hablando?

—Los nuevos pósters para el siguiente comeback están siendo desarrollados y yo me estoy encargando de los últimos detalles, pero el color rojo de las letras no contrastaban bien con el fondo, así que lo cambié a dorado siguiendo con la misma paleta de colores que estamos manejando. Sin embargo, a la señora Choi no le gustó y ha arrojado sus papeles sobre mí.

—Wow, wow, respira cariño —dijo Nam con una sonrisa divertida sobre sus labios. Sus manos ahora se encontraban sobre mis caderas y un dulce beso fue depositado en mi frente—. No te preocupes demasiado por ello, solo déjame ver lo que hiciste.

Me separé de Nam y saqué de mi bolsa la laptop que usaba para hacer mi trabajo en casa. La encendí otra vez y abrí el archivo en donde se encontraban ambos diseños.

—Cielo, ¿el dorado es el tuyo, cierto? —asentí—. ¿Y dices que la señora Choi no le ha gustado?

—También pedirá mi traslado a otro equipo.

—¿Me prestas tu computadora un momento?

—¿Qué harás? —contesté con otra pregunta.