Ho Seok.

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Los colores estaban listos, el cuarto ya estaba es su máximo resplandor y los muñecos ya estaban en su posición

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Los colores estaban listos, el cuarto ya estaba es su máximo resplandor y los muñecos ya estaban en su posición.

Cansada me senté en los cómodos cojines que estaban regados por el suelo. Suspiré.

—¿Así es como descansas luego de trabajar? —escuché que decían desde la puerta. Giré mi cabeza y me encontré con mi prometido parado a pocos metros de distancia.

—Ya terminé —dije con una sonrisa en mi rostro—, así que sólo estoy esperando que  Ji Min y Sun Mi lleguen.

—No tardarán en llegar —se acercó lentamente a mi—, Tae Hyung me informó que ya salieron del centro comercial.

—¡Oh Dios! —me levanté rápidamente de allí—. ¡El pastel!

A pasos torpes me dirigí a la cocina, coloqué mis guantes de cocina y abrí el horno en donde se encontraba el gran pastel de chocolate.

Lo deposité suavemente en la pequeña isla de la cocina y con mucho cuidado puse en este las decoraciones que había comparado días anteriores.

El timbre sonó y Ho Seok se acercó a abrir mientras yo limpiaba mi rostro y colocaba en su sitio mi ropa. Arreglé mi cabello como pude y sonreí.

Desde el pasillo se escuchaban las risas de Ji Min, Ho Seok y Sun Mi. Caminé hasta ellos.

—Hola —los saludé sonriente.

—¡_______! ¡Que sorpresa! —dijo Ji Min depositando un dulce beso en mi mejilla—, J-Hope dijo que vendría sólo.

—Pues ya ves que no —cerré mis ojos y suspiré. Era hora—. Ji Min, Sun Mi ¿Podrían subir un momento? Tengo que hablar con J-Hope de algo importante.

—Ugh  ¿Ahora que hizo?

—Shhh... Ji Min —lo interrumpió la chica. Sun Mi cogió a Ji Min de la mano y lo llevó por las escaleras. Supongo que con un bebé en brazos era un poco más complicado.

Una vez la pareja se perdió de nuestro alcanzó visual, miré detenidamente a Ho Seok.

—¿De que querías hablar? —preguntó extrañado.

—De nada — dije—. Sólo quería que esos dos subieran.

—¿La sorpresa? —me abrazó por los hombros y sonrió.

—La sorpresa —lo abracé por la cintura. Dulcemente J-Hope depositó un suave beso en mis labios. El ritmo era lento y cerré mis ojos dejándome llevar, pero el momento no duró mucho pues escuchamos desde la planta superior el grito de Sun Mi. Nos separamos y reímos cómplices.

Aún abrazados nos acercamos a los padres primerizos.

Cuando ambos sintieron nuestra presencia en el lugar se voltearon a vernos.

—¡TÚ! —chilló SunMi—. El cuarto...

—Lo sé —sonreí por mi amiga —. Ha quedado bonito ¿verdad?

—¿Bonito? —esta vez fue JiMin quien habló—. ¡Esto es jodidamente perfecto!

—Gracias _______ —dijo Sun Mi con sus ojos cristalizados.

—Todo por mi sobrino —dije abrazándola, evitando hacerle algún daño al bebé.

—¡AHORA A CELEBRAR! —gritó J-Hope.

La tarde continuó comúnmente, a excepción de que los demás chicos llegaron con sus novias y esposas.

Las mujeres nos apartamos un poco del alboroto que los chicos hacían y hablamos de nuestras cosas.

La esposa de Jung Kook nos informó de su embarazo y del hecho de que Kookie aún no lo sabía; la chica que salía junto a Nam Joon mostró el hermoso anillo de compromiso que este le había obsequiado; la amiga de Jin nos informó de su romance reciente con él, así que ahora eran una pareja oficial; la novia de Suga dijo que este se estaba comportando más cariñosamente con ella por el chico nuevo de la recepción y la prometida de Tae Hyung nos comentó sobre el hecho de que Tae ya estaba pensando en tener bebés aun sin haberse casado.

Cuando la "fiesta" en casa de Ji Min acabó, todos decidimos ir a nuestros respectivos hogares, claro que, con la diferencia de que Ho Seok y yo nos detuvimos en un parque en donde comenzamos a jugar al escondite.

— Uno... Dos... Tres... ¡YA!

Intenté reprimir mi risa pero fue un intento inútil, J-Hope ya se encontraba haciéndome cosquillas y yo pataleando como una pequeña niña en sus brazos.

—¡Basta, basta! —gritaba-reía suplicando que la peor de mis torturas acabase.

—¡Dime que me amas! —reía Ho Seok haciéndome girar por los aires.

— ¡Te amo Ho Seok! —grité lo más fuerte que pude—. ¡Te amo más que a nadie en el mundo!

—Aw, yo también te amo — J-Hope unió nuestros labios en un beso que poco fue adquiriendo sensualidad.

Por falta de aire nos separamos y juntamos nuestras frentes.

—Debemos llegar rápido al apartamento —dijo agitado por el beso, mirándome con gran lujuria—. Deseo hacerte mia.

—J-Hope — llamé su atención—. Estas rojo como tomate.

—¡Oye! —reprochó separándose un poco—. ¡Estoy tratando de ser sexy como el tipo ese que viste en la película hace días!

—¿Estas intentando ser sexy sólo por eso? — elevé una de mis cejas.

—Es que... Te escuché decir "desearía que él fuera real y me hiciera suya una y otra vez" —agachó su cabeza.

Está bien. Ahora la avergonzada era yo.

—¡Hobi! —dije sonrojada—. ¡No debías tomarlo tan literal!

—Pero...

—Pero. Nada —lo interrumpí—. Además, ya soy tuya y ese tipo sólo es un actor.

—Entonces...

— Sólo bésame tonto —con rapidez nuestros labios se encontraban unidos bailando juntos como si de un vals de tratase.

—Te amo —nos separamos un poco y susurramos al unísono.


Imaginas 「BTS」 + En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora