Jung Kook.

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Me encontraba en la cocina del apartamento de los chicos cocinando un poco de ddeokbokki para la cena. Jin me había pedido el favor de ayudarle con los quehaceres de la casa ya que se encontraban bastante ocupados con los detalles de la nueva gira y les quedaba muy poco tiempo para mantener todo en orden.

Mientras esperaba a que la comida estuviera lista, empecé a limpiar los muebles del lugar. Arreglé los cuartos de los chicos -que bastante mugre tenían, a excepción del cuarto de Ho Seok, él siempre lo mantenía limpio- e hice la labor de reciclaje.

La puerta del apartamento sonó indicándome que alguno de los chicos había llegado. Fui hasta la cocina rápidamente y apagué el fuego de la estufa, dejé la olla en la encimera y lavé los trastes que había estado utilizando.

Mientras estaba lavando unas suaves manos rodearon mi cintura provocando en mi un leve salto por la impresión.

-Tranquila, no te voy a morder -dijo ese alguien tras mi espalda. Aún no lograba reconocer su voz y tenía miedo de girarme para verle la cara-... a menos que así lo quieras.

Sentí como un gran bulto hacia fricción contra mi trasero; Diablos, tenía miedo pero al mismo tiempo era tan excitante. Mordí mi labio inferior para que no escapara un gemido de mi boca.

Poco a poco el extraño me giró para que quedara frente a frente; subí lentamente mi vista. Tenía un cuerpo bien formado y sus brazos se notaban muy bien ejercitados, mi vista seguía subiendo encontrado en su camino unos labios carnosos y rosados, bastante deseables. Al seguir mi mirada con su camino, noté ese par de ojos oscuros que me miraban con lujuria.

-Kookie, ¿qué estás haciendo? -dije en un leve susurro. Mi voz temblaba un poco por mi propia excitación.

Nunca antes el Maknae se había comportado de esa manera, siempre era muy tímido y reservado cuando estaba a mi al rededor, pero debía admitir que esa nueva actitud me estaba agradando bastante.

-Lo que debí hacer hace mucho, mucho tiempo.

Sin previo aviso, sus labios atacaron los míos en un apasionado beso. Su lengua delineó mis labios y yo abrí un poco mi boca para permitirle la entrada a su miembro el cual no tardó en aparecer.

Sus manos bajaron hasta mis caderas en donde con fuerza, me sujetó y me levantó. Enrollé mis piernas en su cintura y me sujeté fuertemente de él; Kookie empezó a caminar con migo por toda la casa hasta llegar a su habitación en donde me dejó con cuidado.

Nos separamos un poco por falta de aire y vi como Jung Kook comenzaba a quitarse su camisa. Su pecho estaba bien marcado y no evité el impulso de tocar esos deseables abs.

Jung Kook sonrió e inmediatamente volvió a atacar mis labios.

Sus manos bajaron al borde de mi blusa y en un rápido movimiento la quitó, lanzándola a alguna parte de la habitación. Los besos empezaron a bajar por mi clavícula hasta llegar al nacimiento de mis senos, sus besos siguieron bajando hasta mi estómago provocando que me arqueara un poco. Volvió a subir hasta mi pecho y empezó a juguetear con mis senos, quitó el sostén con mucha rapidez y su nuevo ataque comenzó.

Su lengua mordía, lamía y chupaba mi seno derecho mientras una de sus manos masajeaba el izquierdo pellizcando sutilmente mi pezón.

Sin evitarlo, un gemido salió de mi boca y al parecer a Kook le gustó escucharlo.

Poco a poco se fue separando de mi y sus manos bajaron hasta los botones de mi short. Lo quitó dejándome sólo en bragas y volvió a sonreír.

-Valla, esto si que está húmedo -dijo divertido. Me sonroje por el comentario.

Dos de sus dedos masajearon mi zona por encima de la prenda mientras que con su otra mano intentaba quitarse su pantalón.

Volví a arquearme por el placer que sentía en esos instantes, sus manos me hacían perder el control de mis sentidos.

Cuando el pantalón de Kookie estaba fuera de la escena, sus dedos que antes masajeaban mi zona ahora estaban dentro de mi. Gemí nuevamente.

Sus dedos hacían círculos en mi interior y luego comenzó a hacer pequeñas embestidas.

Entró a mi parte un tercer dedo provocando que un grito saliera y agarrara con fuerza las sábanas de la cama.

Sus dedos salieron y Kook quitó por completo las bragas dejándome totalmente desnuda.

Él se quitó su bóxer y se acercó a un cajón de donde sacó un condón. Me guiñó un ojo y destapó el pequeño paquete, lo colocó con cuidado sobre su miembro y se acomodó entre mis piernas.

-¿Lista? -preguntó. Asentí con mi cabeza.

Puso su miembro en mi y comenzó a entrar lentamente. Cerré mis ojos, dolía un poco debido a que hace demasiado tiempo que no lo había hecho.

-¿Te duele? -preguntó preocupado, dejando de avanzar.

-No -susurré-, sigue.

Jung Kook siguió con lo que hacía y entró por completo. Empezó a hacer pequeñas embestidas que poco a poco aumentaron de ritmo.

El ritmo de su cuerpo se mantenía constante, el sudor nos cubría y el placer nublaba nuestros sentidos.

Me aferré fuertemente al cuerpo de Kookie clavando mis uñas en su espalda. Sentí como mi cuerpo empezaba a temblar indicándome que pronto llegaría al climax.

-Kookie, estoy cerca -dije sobre su oído como pude.

Él me escuchó y comenzó a embestirme con más fuerza. Sabía que no faltaba mucho para que me corriera.

Segundos después sentí como mi cuerpo perdió su fuerza y así supe que había llegado. Jung Kook salió lentamente de mi interior y se acostó a mi lado, él también había llegado al climax al mismo tiempo que yo.

Kook me abrazó por la espalda, no sin antes colocar una sábana sobre nuestros cuerpos y besar lentamente mis labios.

-Fue magnífico princesa-dijo Jung Kook y me acercó a él abrazándome por la cintura.

-Lo sé -dije en un susurro.

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¿De quién quieren el siguiente?✨

Imaginas 「BTS」 + En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora