14. Ángeles de nieve.

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Disclaimer: Todos los personajes aquí mencionados, al igual que el mundo de Harry Potter pertenecen a J. K. Rowling, yo solo los tomo prestados. A excepción del personaje principal y su familia, que es creación mía.


Ángeles de nieve.


Me congratularía verla esta tarde tras las clases en mi despacho.

Recuerde mi predilección por los Azucarillos Estrellados.

Atentamente, Albus Dumbledore.

Arrugó la nota en el puño y se la llevó junto con la otra mano detrás de la cabeza, para estar más cómoda. Lily se encontraba sentada a su lado, con la nariz metida en un libro de... no tenía ni idea de lo que era. En cierto modo, le recordaba bastante a Hermione, ya que ambas estaban increíblemente enamoradas por la lectura y los estudios. Avril por su parte, estaba estirada bajo la sombra del árbol, simplemente ahí, viendo las nubes pasar. Hacía un frio impresionante allí fuera, tenían tantas capas de ropa encima que parecían cebollas.

- ¿Por qué estamos aquí? – preguntó por quinta vez Avril.

- Ya te lo he dicho. Esperamos – contestó sin prestarle mucha atención.

- ¿A quién? – volvió a preguntar - ¿Y por qué aquí? Joder Lily, que hace frio, por mucha ropa o hechizos térmicos que usemos.

Lily dejó su lectura para fruncirle el ceño con intensidad, censurando su vocabulario. Cerró el libro con un suspiro resignado.

- Te voy a lavar la boca esa que tienes con jabón – reprendió.

- Pues sería lo más interesante que me ha pasado este año – dijo al tiempo que bostezaba.

Ambas sabían que no era cierto, pero no hicieron comentario alguno de ello.

- Pues estudia algo. Vas a tener problemas en los exámenes finales como no te pongas a hacer algo ya – Lily seguía con el mismo tono de regaño. Realmente sonaba igual que Hermione.

- No quiero – su tono de voz comenzó a imitar al de un niño pequeño –. Lily, me aburro, vamos a hacer algo.

- ¿Algo como qué?

- No sé, algo como... - Avril se puso a meditarlo y nada más ocurrírsele la idea se incorporó con velocidad –. Vamos a darle café a los duendecillos de Cornualles. Creo que el profesor aún los tiene en el cobertizo.

- ¿Tú estás loca? – preguntó en un tono de voz cercano al grito –. Será posible. Cada vez te pareces más a esos cuatro cabeza huecas.

- Bueno, pues entonces vámonos a otro sitio – dijo con un puchero, al ver que Lily no compartía su entusiasmo –. Hace frio.

- Aun no podemos, ya te lo he dicho.

Lily retomó la lectura de su libro, ignorando sus quejas. Al notar que no le hacía caso ninguno, Avril pasó al plan B, que consistía en tirarse encima de Lily, dispuesta a ser un completo peso muerto. Lily tuvo que dejar el libro a un lado para tratar de quitársela de encima. Estuvieron un rato jugando así, cuando Lily lograba apartarla, Avril volvía a la carga y se subía sobre sus piernas, hombros o estómago. Al cabo de un rato, todo eran risas y quejas por parte de ambas.

- ¡Lily! – se escuchó un grito a lo lejos. Era Mary acompañada de Marlene, que bajaban desde el castillo, camino a donde ellas se encontraban.

Mi pasado es vuestro futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora