тнe вlacĸ wolғ and тнe ғoх wнιтe®

⭐7| MFL - 2

El sol empezaba a salir por la ventana, la brisa provocaba que las cortinas se movieran delicadamente dejándola pasar, le costaba el levantarse, le costaba el tener que enfrentar la realidad con sus padres, pero era algo que tenía que hacer, se levantó al fin y tomo una ducha, se preparó y vistió, se dispuso a bajar cuando escucho a sus padres hablar.

- No puedes forzarlo a que vaya, sabes que en cualquier momento conocerá a su compañero, nos lo dijo muy claro Ariadna.

- Aun así, no podemos dejar que esos lobos sigan entrando a nuestros terrenos sin ninguna preocupación, mi deber como alfa es proteger a mi manada y a mi familia y eso es lo que haré, y Stiles como futuro alfa tiene que estar con su manada.

- Por favor cariño, Stiles no debe involucrarse tan temprano en pelas de las manadas, aún es muy joven.

- Lo suficiente para saber que tiene que protegerla a como dé lugar - finaliza su padre.

- De que están hablando - dice el menor al entrar a la habitación.

Los padres lo ven entrar y su padre se apresura a contestar.

- Stiles, el día de hoy saldremos de caza - dice dejando en la mesa de la estancia la taza de café que sostenía.

- Lo siento papá, pero hoy no podre acompañarlos.

- No se trata de si puedes o no hijo, tienes que acompañarnos, no es cualquier caza.

- ¿Qué clase de caza es entonces? - dice dudoso.

- Cariño, por favor - trata de convencer la madre, pero este la ignora.

- Se trata de la manada de los lobos, al parecer se ha detectado el rastro de uno de ellos merodeando nuestros terrenos, como alfa esto no lo puedo dejar pasar, tenemos un trato donde ni ellos ni nosotros entraríamos en contacto con la otra manada, pero al parecer un miembro de ellos no le ha quedado claro, tenemos que hacer valer el tratado.

- ¿Y que se supone que harán con la persona que merodea? - pregunta con temor a la respuesta.

- Tenemos que eliminarlo.

El castaño queda más que sorprendido, la única persona que conocía que cruzaba el río era Derek, miembro de la manada de los lobos, su compañero, se recarga contra la pared con el corazón latiéndole frenéticamente, su respiración se entrecortaba y los nervios y la preocupación acrecentaba.

- No puedes hacer eso papá - dice al fin el castaño.

- ¿Y porque no puedo? - pregunta curioso.

- Stiles, ¿Estas bien cariño? - pregunta su madre.

- Porque ... - le cuesta decirlo, pero tenía que hacerlo - La persona que entra a nuestras tierras ... es Derek, mi compañero - lentamente levanta la mirada para mirar a sus padres sorprendidos.

- ¡No es posible! - levanta la voz su padre.

- ¡Si lo es! - de igual manera levanta la voz el castaño - ¡Derek es mi compañero!, lo conocí hace ya un par de meses, solo que no lo había comentado, sabía que te alterarías porque es un miembro de la manada de los lobos.

- ¡Es más que un miembro de los lobos Stiles! - dice con la furia en sus ojos - ¡Es el hijo del alfa!

El castaño parpadea varias veces para saber qué decir, pero las palabras no salían.

- Yo ... no lo sabía - comenta.

- Claro que no lo sabías, él te está usando para llegar a nuestra manada, para querer quedarse con nuestro terreno, ese ha sido siempre su plan, desde antes de que nacieras lo han deseado y que más rápido el obtenerlo que por medio de mi hijo.

- Cariño tranquilízate - trata de calmarlo su madre, pero no lo logra.

- No Claudia, esto no se quedará así, mi hijo no tendrá como compañero a un lobo, no lo permitiré.

- ¡No puedes hacer eso!, ¡No puedes hacer nada para evitarlo papá! - grita el castaño.

- Claro que puedo, como alfa te prohíbo que vuelvas a verlo o siquiera hablar con él entendiste Stiles, no volverás a saber nada de ese muchacho.

- ¡No puedes evitarlo! - el castaño sale de la casa corriendo rápidamente, corre por el bosque, no sabía a dónde más ir más que al río, el río donde tantas veces se vieron a escondidas, donde se conocieron.

Su llanto no cesaba, el dolor que sentía era más intenso de lo que pensaba, se sentó en una roca y con sus manos cubrió su rostro lloroso, sollozando en silencio mientras su mente divagaba, tratando de saber qué es lo que haría ahora, quería imaginar que todo estaría bien, que mañana todo estaría bien, pero no encontraba esa satisfacción, no cuando la vida de su compañero estaba en las manos de su propio padre, levantó su rostro y contempló del otro lado el bosque, suspiró y se levantó, caminó hacia la orilla, estaba dispuesto a decirle a Derek lo ocurrido, aun sabiendo que estaba prohibido cruzar al otro lado, jamás lo había hecho, no había tenido necesidad de hacerlo ya que el moreno era quien siempre se encargaba de hacerlo, no le importaba quebrantar las reglas con tal de estar a su lado, dispuesto a cruzar estaba cuando una voz lo detuvo.

- No te atrevas a cruzar ese río Stiles - Comentó Scott detrás de él.

- Scott, tengo que hablar con él, tengo que decirle lo que mi padre está planeando hacer - con las lágrimas comenzando a caer de sus ojos de nuevo.

- Lo siento Stiles, pero no puedo dejar que traiciones a tu manada.

- Pero ¿cuál manada Scott?, mi padre planea asesinarlo por el simple hecho de venir a verme, por un estúpido tratado que hicieron antes de que naciéramos, si fuera yo quien lo hubiera hecho, él hubiera hecho lo mismo por mí, incluso tu Scott, lo harías si estuvieras en mi lugar, por favor Scott ... Déjame ir y no le digas nada a mi padre, te lo pido.

El moreno tarda en responder, más sin embargo luego de minutos de pensarlo se dirigió a su amigo y le sonrió tierna y cálidamente.

- Ve con él Stiles.

El castaño no necesito más, lo abrazo fuertemente no sin antes susurrarle un "Gracias" y salir corriendo en busca de su compañero, cruzó el río y se adentró en el bosque vecino, su corazón volvía a latir fuertemente, pero esta vez por temor a lo que su padre podía hacer, en ese momento no pensaba en nada más, solo en Derek, su compañero de vida, corría y corría, sin ponerse a pensar en lo que le podría esperar al llegar a su destino, en lo que pasaría una vez que llegara a él.